Florian Trittel toca el cielo y gana la primera medalla de oro catalana en París

Haciendo pareja con Diego Botín, el navegante del CN ​​Balís afirma que pasa "300 días al año en el mar"

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Florian Trittel, a la izquierda, durante los Juegos de París

Enviado especial a ParísLa primera medalla catalana en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha llegado con la vela, por supuesto. Es la disciplina que más medallas ha dado al deporte catalán históricamente. Florian Trittel ha ganado la medalla de oro haciendo pareja con el cántabro Diego Botín en la clase 49er, después de conseguir la primera posición en la medal race en Marsella. La carrera por decidir las medallas se aplazó dos veces el jueves por falta de viento, pero hoy se ha celebrado en Marsella, donde Trittel y Botín han dominado la carrera en unas condiciones atmosféricas complicadas por los 35 grados de temperatura.

Trittel y Botín habían terminado la fase previa de regatas en la primera posición, por lo que tenían suficiente con acabar hoy entre los cinco primeros para subir al podio. Después de una buena salida, a mitad de carrera por las medallas iban segundos, posición que aseguraba el oro. Pero no quisieron ser conservadores y recuperaron la primera posición, por delante de sus principales rivales, Nueva Zelanda. Y así tocaron el cielo con autoridad.

"Para nosotros no había ningún otro resultado posible, habíamos visualizado muchas veces esta situación y no cabía ningún otro resultado" explicaba el catalán de 30 años, que tenía claro cuál era el objetivo: el oro. "No fue fácil, habíamos imaginado un torneo corto y se hizo muy largo, eterno" por culpa de regatas pospuestas por el viento. "La clave residía en mantenernos centrados hasta el último día, que ha sido difícil, pero, una vez más, a la hora de la verdad hemos controlado esta presión, hacer una grandísima Medal Race" ha añadido.

Una vida en el mar

Miembro del CN ​​el Balís de San Andrés de Llavaneres, donde entró con sólo seis años, Trittel es nacido en Münsterlingen (Suiza), hijo de alemanes que vinieron a vivir a la costa catalana con el amor por la vela ya en la sangre. "Mi abuelo y mi padre ya navegaban en Alemania. Yo era un niño y ya estaba en el agua", explica al ARA. Ha hecho optimista, windsurf, kitesurf, ha navegado en clase 49er (dos tripulantes) y nacra-17. Con esta última disciplina, con un formato mixto a bordo, fue olímpico en los Juegos de Tokio de 2021, donde él y la canaria Tara Pacheco fueron sextos y se quedaron cerca de las medallas.

Pensando en París, volvió al 49er haciendo pareja con Diego Botín. Llevaba meses claro que el objetivo era hacer medalla. No falló. Durante las regatas previas, Trittel y Botín se hicieron con el liderato de la general, aunque el miércoles tocó sufrir por la presión de la pareja de Nueva Zelanda. Pero, por poco, lograron defender el liderato, lo que les permitía acudir a la regata por las medallas de este jueves sabiendo que, terminando entre los tres primeros, ya serían oro. Y entre los cinco primeros, medalla.

Este éxito es una recompensa para un joven que vive por el mar. Con 18 años se marchó a vivir a Tarifa, ya que la costa gaditana es ideal para la práctica del kitesurf, disciplina que Trittel confiaba en que fuera olímpica en el 2020. No fue así, por lo que cambió de disciplina y apostó por participar en la modalidad de Nacra-17. "Ser olímpico siempre ha sido un sueño, ahora quiero medallas", decía antes de irse a Marsella un chico que estudió administración y dirección de empresas. Después de un tiempo en Tarifa, regresó a Barcelona, ​​donde creó su negocio, Flying Sardine, una empresa que fabrica foils –alerones– de kitesurf. "Cada año paso 300 días en el agua, navegando", admite. Y lo sabe todo sobre alerones y velas. "En el 49er también soy el encargado de la vela, donde hay que trabajar con las manos y las cuerdas, mientras que en otras disciplinas tienes un palanca, como uno joystick, y es todo hidráulico", explica.

Casi no ha pasado por casa en todo el año

En los últimos meses, Trittel apenas ha pasado por casa, entre los viajes para competir en el Mundial de SailGP y los viajes a Marsella para participar en los test preolímpicos junto al cántabro Diego Botín para conocer las aguas donde ha logrado hacer realidad su sueño de tener una medalla olímpica. Estar en el SailGP les ha ayudado a ser más competitivos, ya que puedes participar durante todo el año en regatas de una prueba que es "como la F1 del mar", creada por el empresario estadounidense Lawrence J. Ellison y el neozelandés Russell Coutts después de la Copa América del 2017. La idea era tener un calendario anual para utilizar los potentes catamaranes F50, similares a los que participarán en la Copa América de Barcelona en pocas semanas.

Esta es la décima medalla olímpica catalana en la vela. Hace justo un siglo, en el Sena, durante los Juegos de 1924, Santiago Amat quedó cuarto, pero en 1932 logró el bronce en monotipo en Los Ángeles. El primer oro catalán en cualquier deporte lo logró Miquel Noguer en Flying Dutchman en 1980.

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