Gisela Pulido: ganar 12 kg y cambiar de vida por ser olímpica

La gran campeona de 'kite' debutará en unos Juegos con 30 años en una disciplina distinta, en la que se trata de ser la más rápida sobre el mar

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Gisela Pulido durante una carrera clasificatoria por París 2024 en el puerto deportivo de Marsella en julio de 2023

BarcelonaLos retos nunca terminan en la vida de Gisela Pulido (Premià de Mar, 1994). Ahora hará dos décadas, esta marisma empezó a hacerse un nombre cuando, siendo una niña, ganó un montón de medallas colgada de una estrella. Gracias a ella, muchas personas descubrieron el kite, un deporte en el que, encima de una tabla de surf, te dejas llevar por una estrella que te permite dar saltos y acrobacias a gran velocidad. Pulido, que ya hace años fijó su residencia en Tarifa en busca del viento que necesita para volar, hizo campeona mundial de freestyle con apenas 10 años y logró mandar al mundial durante más de una década en esta disciplina.

Esta espectacular modalidad no es olímpica, pero hace cuatro años se supo que en el programa olímpico de vela de los Juegos Olímpicos de París 2024 se incluiría por primera vez el Formula Kite, un deporte similar, pero a su vez diferente. Pulido, considerada la mejor especialista del mundo en el freestyle, en la que se trata de realizar acrobacias, vio claro que tenía una gran oportunidad de ser olímpica si se adaptaba a esta versión en la que se trata de realizar carreras con las estrellas, sin dar saltos, intentando ser la más rápida. "Ha sido un reto, ya que es como empezar desde cero prácticamente, quizá parezca similar, pero cambia del todo. Nuevos rivales, nuevo material, un nuevo estilo... Para poder ser competitiva he tenido que ganar 12 kg de peso en demasiado muscular, clave para la velocidad. Ha sido un sacrificio. Aquí hace falta preparación y físico, cuanto más peso, más rápida vas", explica. A escala psicológica tampoco ha sido fácil pasar de ser la mejor del mundo a tener como nuevos retos entrar entre las cinco mejores, por ejemplo. Antes se trataba de ser ligera y volar dando saltos. Ahora se trata de ser rápida y fuerte, con una buena salida y manteniendo controladas a rivales con más años de experiencia y que, en algunos casos, pesan 20 kg más que ella. "Algunas de las rivales pesan 95 kg, mucho más que yo. Con el tiempo habrá que ver si se hacen reglas, límites de peso, ya que parece que pesando más puedes ganar al tomar más velocidad. Si sólo se trata de ganar peso, habrá que analizar si tiene sentido", razona.

Con 30 años recién cumplidos, Pulido debutará como olímpica con el reto de ganar una medalla en la base de deportes de mar de Marsella, a donde ya llegó hace unos días con el resto de la delegación española de vela. "Cuando me fui, mi padre me dio un abrazo, prueba de que está emocionado, ya que no suele hacerlo. Esto lo dice todo de lo que significa ser olímpica", explica ya desde Marsella. Muchas cosas han cambiado desde aquellos días en que, con apenas ocho años, practicó el kite por primera vez en Sant Pere Pescador. Ahora es ella quien debe enfrentarse a adolescentes que aspiran a todo. "En mi caso, la competición es corta. Solo dura cuatro días y es mi primera experiencia. Estoy feliz de ser olímpica, pero no quiero desviarme del foco para estar concentrada" para competir bien, explica después de unas semanas algo preocupada por culpa de un pequeño esguince en el tobillo. Las pruebas de kiteSin embargo, no se ponen en marcha hasta el 4 de agosto, así que tiene días para recuperarse. Su idea es clara: gozar de ser olímpica, pero aspirar a las medallas. "Quiero ver las otras pruebas de vela, disfrutar de estar aquí, e ir entendiendo este campo de regatas creo que me favorece", argumenta, ya que hay muchos cambios de viento, lo que hace que sea un campo de regatas muy técnico . Conoce bien la zona, ya que se ha hartado de ir, en los últimos tres años. "He ido más a Marsella que a Barcelona oa Tarifa" admite. De hecho, durante temporadas largas ha vuelto a vivir a Catalunya para poder tomar una furgoneta e ir a Marsella siempre que podía.

Pulido sabe que tiene una oportunidad para añadir la guinda a un palmarés bien extenso. Nunca se ha cansado de competir, puesto que siempre ha tenido "esa ambición y esta competitividad de querer ser la mejor", explica. "Cuando gané el primer mundial con apenas 10 años no me lo creía, era un sueño. Fue un momento muy especial, pero también el inicio de querer ser siempre más competitiva", argumenta. Entonces parecía imposible ser olímpica. Ahora es posible. Y, para ello, ha cambiado la forma de entrenar, de comer, su propio cuerpo y ha vivido dentro de una furgoneta arriba y abajo, para conocer cada viento marsellés. Todo, para subirse al podio olímpico.

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