Ni Mbappé, ni Neymar ni Messi: Benzema liquida al PSG

El Real Madrid remonta una eliminatoria que tenía perdida con una noche estelar del francés

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Karim Benzemá celebrando uno de los goles

MadridTenía que ser la noche de Mbappé, pero acabó siendo la de Benzema. Tampoco fue la de Neymar o la de Messi, en un campo que les había sido tan propicio. El jugador francés del Real Madrid hundió a un PSG intergaláctico con tres jugadas vertiginosas, marca de la casa, y hundió el enésimo intento del equipo parisiense de coronarse en Europa. Por si no lo tenía claro, en Catar hoy comprenden mejor que el fútbol no son matemáticas sino épica. Y eso que, antes del minuto 60 de la segunda parte, nadie hubiera apostado por los blancos. Pero el fútbol es un juego de momentos. Y no siempre ganan los mejores, sino los más listos, los que mejor saben interpretar los designios de la pelota. Y Benzema dio una auténtica lección en este arte que se aprende en las calles y que es una suma de instinto y precisión. La jugada clave pasó en este minuto 60 fatídico para los franceses. Una pelota en principio sin peligro llega al portero Donnarumma, que duda sobre qué hacer con ella y Benzema aprovecha para presionarlo y provocar el error. El portero, medio cayendo, lo envía en horizontal hacia Vinicius, que se la devuelve al francés y fusila el italiano.

El Real Madrid había empatado el partido, pero no la eliminatoria, puesto que el PSG mantenía la ventaja por 2 a 1 gracias al gol de Mbappé de la primera parte. Benzema la volvió a tener tres minutos después, pero su golpe de cabeza salió desviado por poco. Pareció entonces que el PSG recuperaba el control del juego, con Messi combinando en corto con Neymar y Verrati. Pero del Madrid no te puedes fiar nunca, porque es un equipo que siempre espera su momento y cuando ataca en su campo es como si lo hiciera el séptimo de caballería o, mejor dicho, una horda de vikingos sedientos de sangre. Y la pesadilla parisiense se hizo realidad en dos minutos, entre el 76 y el 78. Con un Madrid desmelenado, Benzema fusiló dos veces más a un Donnaruma que no daba crédito.

El equipo de las grandes estrellas no supo reaccionar. Solo Messi en el minuto 90 lo intentó con un chute de falta que no cogió portería. Pero ya eran unos intentos desesperados. El PSG se fundió en el Bernabéu como un equipo mediocre después de haber dado una auténtica lección de fútbol durante 60 minutos en los que fue claramente superior. Pero es que al Madrid no lo puedes dar nunca por muerto, ni siquiera cuando es claramente inferior sobre el campo. El ADN blanco se impuso por la vía de los ataques rabiosos impulsados por la historia y la gran pancarta que rezaba: Somos los reyes de Europa.

Un grandísimo PSG hasta el minuto 60

Pero ¿qué había pasado antes? Después de la típica salida en tromba de los blancos, el PSG fue imponiendo su calidad, con Messi dirigiendo las operaciones desde el mediocampo. La tripleta mágica provocó tres llegadas peligrosas que neutralizó a Courtois antes de que llegara el momento clave de la primera parte. Corría el minuto 24 y la pelota llegó a Benzema en la banda izquierda después de una jugada confusa. El francés, que ya oposita a la pelota de oro, se sacó un chute estratosférico hacia el palo izquierdo de Donnarumma. El gigante italiano con cara de niño estiró su cuerpo de casi dos metros y, con la punta de los dedos, desvió la pelota. Aquí podría haber cambiado el partido. Pero no. Todavía no. El PSG siguió a la suya, estirando el equipo como un acordeón, combinando juego rápido con posesiones lentas que hipnotizaban a los jugadores blancos. En una recuperación cerca del área la pelota llegó a Neymar, que vio una autopista por donde podía correr Mbappé. La estrella engañó a Courtois con un juego de cadera y remató a su derecha. El Bernabéu se quedó mudo, consciente de que era el resultado más justo ver lo que estaba pasando sobre el terreno de juego. El Madrid lo intentó antes de ir al vestuario, pero en realidad quien estuvo a punto de marcar fue Messi en una nueva combinación de los tres magníficos.

La segunda parte transcurrió por el mismo camino hasta el minuto 60. El error de Donnarumma, considerado por algunos como el mejor portero del mundo, deja al PSG fuera de la Champions. Pero la realidad es que el PSG no supo reaccionar. Quedó empequeñecido en el gran escenario de la Champions. Como aquel Barça superado en Roma o Liverpool. Un aroma familiar para Messi.

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