Barça

Messi se va, pero los problemas se quedan

El club todavía no ha podido inscribir a Memphis ni a Emerson para el inicio de la Liga

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Memphis Depay, en acción durante el Gamper, todavía no sabe si podrá debutar a la Liga.

BarcelonaEn el imaginario colectivo del barcelonismo se había instalado la tesis de que gran parte de los problemas económicos del Barça venían por el elevado sueldo que cobraba Leo Messi. Y se había dicho, también, que una vez dejara el club la tesorería viviría mucho más aliviada. Pero esto no ha sido así. El adiós del 10 no ha solucionado las angustias a la tesorería culé, básicamente porque la masa salarial sigue disparada y el club está haciendo todo lo posible para conseguir cuadrar números y poder inscribir a jugadores para la temporada próxima. Y es que, a estas alturas, ninguno de los cuatro fichajes del verano tienen la autorización para jugar en la Liga. Por lo tanto, si no cambian las cosas, ni Memphis Depay ni Emerson Royal podrán debutar el domingo en partido oficial.

El ya famoso límite salarial sigue -y seguirá- siendo un quebradero de cabeza para el Barça. El equipo está claramente por encima del tope que marca la Liga y no puede apuntar a los nuevos jugadores en la competición. Sí tienen permiso aquellos que ya están en el club y en contrato con vigor, pero el resto no. Esto significa que ni Memphis Depay ni Emerson Royal pueden jugar -de momento- en el estreno contra la Real Sociedad. Tampoco Eric García ni Sergio Kun Agüero, claro, pero sus casos no son tan urgentes, porque no están disponibles para el partido del domingo: el central vuelve de los Juegos Olímpicos y el delantero sufre una lesión que le impedirá jugar hasta muy entrado el noviembre.

Tal como explicaba el presidente azulgrana, Joan Laporta, en su comparecencia del viernes para anunciar la no renovación del contrato de Leo Messi, la masa salarial representaba el 110% de los ingresos contando con la continuidad del argentino. Sin él, sin embargo, tan solo se reduce hasta el 95%. El club es consciente de que hay que bajar mucho más esta cantidad -acercarse al 65% sería lo ideal-, pero se encuentra con dos dificultades: la primera, que los jugadores descartados no quieren hacer las maletas; y la segunda, que los que tienen la ficha más alta no quieren rebajarse el sueldo. En este punto concreto, el Barça iniciaba hace días una ronda de conversaciones para tratar, precisamente, de llegar a un pacto con los jugadores para rebajarse el sueldo. De todos, el único que ha mostrado predisposición es Gerard Piqué, segundo capitán del equipo.

El Barça empieza a tener prisa, porque la competición está a punto de empezar y el plazo para poder inscribir a jugadores de cara a la primera jornada -según fuentes de la Liga- se acaba el viernes. Pero no es solo una cuestión de poder iniciar la temporada oficial con las máximas garantías. El club sabe que, además del límite salarial, también está vulnerando el fair play financiero. Por lo tanto, la rebaja salarial será estéril si no va acompañada de la salida de algunos futbolistas.

Fuentes del club aseguran que están trabajando a pleno rendimiento para conseguir salidas -sean cedidos o traspasados-, y que el teléfono saca humo para tratar de que sea esta misma semana. De hecho, en el Camp Nou cuentan con que podrán encontrar salida a uno o más futbolistas antes de que se acabe el fin de semana.

Dos nombres propios

Uno de los que están en la rampa de salida es Samuel Umtiti. El central, al que le quedan un par de años de contrato, no entra en los planes de Koeman y el club -según avanzaba Sport - ya le ha advertido que si no se marcha voluntariamente se pasará toda la temporada en la grada. También se está trabajando en el caso de Miralem Pjanic, que no ha encajado en el Barça y que podría volver al Juventus, el club de donde llegó hace apenas un año.

Dentro de poco se sabrá si todo ese trabajo que no se ha podido completar durante el verano se acaba desencallando antes del debut contra la Real Sociedad.

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