¿Se pueden rehacer los puentes entre Laporta y Messi?
El presidente del Barça se abre a un posible regreso del argentino en 2023
BarcelonaA Joan Laporta no le gusta mucho admitirlo, pero la relación con Leo Messi quedó totalmente deteriorada cuando el argentino dejó el Barça. El presidente, que hacía unos meses que había ganado las elecciones, se había pasado la campaña asegurando que era el único candidato capaz de convencer a Messi para que siguiera en el club. Y, en efecto, lo hizo. Pero cuando ya estaba todo preparado para prorrogar el contrato, Laporta tuvo que claudicar por las presiones internas que recibió.
Desde entonces no se ha producido ningún acercamiento entre el Barça y Messi, tal como confirman desde el club y desde el entorno del futbolista argentino. Sin embargo, Laporta querría rehacer puentes y ya ha lanzado algún mensaje en positivo hacia el futbolista, que tiene contrato con el París Saint-Germain hasta el verano de 2023. El último, desde Nueva York, donde dijo abiertamente que le gustaría que el delantero de Rosario volviera a vestir la camiseta del Barça.
“Claro que la etapa de Leo en el Barça no acabó como todos habríamos querido. Me siento corresponsable de este final. Creo que es un final provisional y que conseguiremos que esta aspiración sea una realidad. Tenemos claramente una deuda moral con él y me gustaría que el final de su carrera fuera con la camiseta del Barça y siendo aplaudido en todos los campos", decía Laporta. El presidente, pues, abría de par en par las puertas al regreso del que ha sido lo mejor jugador de la historia del club. Otra cosa es que este sueño pueda hacerse realidad.
Desde el entorno de Messi siguen reconociendo que el argentino tiene una espina clavada. No por haber dejado el Barça, que es un hecho que se habría producido tarde o temprano, sino por las circunstancias que rodearon la salida. Y, también, por no haberse podido despedir de la afición en un Camp Nou atestado. Pero, un año después, también admiten incredulidad por la situación económica de la entidad: si el verano de 2021 el Barça no tenía ni un real para poder inscribir jugadores, este 2022 ya ha invertido entre 160 y 170 millones para fichar a Raphinha, Lewandowski y Koundé. "Messi se quedaba cobrando 10 millones el primer año y ahora activas palancas y puertas a Lewandowski por 50 millones", dicen fuentes próximas al futbolista de Rosario.
Claro que era otro Barça y un contexto muy diferente del actual. Javier Tebas, presidente de la Liga, había lanzado a última hora un flotador para renovar a Messi: el acuerdo con CVC, que Laporta estaba dispuesto a aceptar. Ahora bien, todavía estaba la exigencia del aval y fueron precisamente los avaladores los que se opusieron a la continuidad de Messi. No por cuestiones futbolísticas, sino puramente económicas. Todo el mundo sabe cómo acabó la historia. El club anunciaba oficialmente que renunciaba a Messi y el argentino se despedía entre lágrimas en un acto improvisado en el Auditorio azulgrana. Una semana después firmaba para el PSG.
Laporta llegó a decir, unos meses después, que le habría gustado que Leo Messi se ofreciera a jugar gratis. Unas declaraciones que no encajó nada bien el futbolista, que insistía en que ya se había rebajado el sueldo a la mitad con la negociación del nuevo contrato. Fue aquí donde empezó el cambio de discurso del presidente, que en las veces que se ha vuelto a referir al argentino lo ha hecho en positivo, intentando rehacer unos puentes que quedaron totalmente dinamitados.
Messi, que comienza su segundo -y, muy probablemente, último- año en París, ha esquivado hablar del Barça y de su futuro. "No ha habido ningún contacto y sigue con la espina clavada. De momento se centra en el Mundial y después ya se verá", según su entorno. Inicialmente, el proyecto del jugador pasaba por agotar su carrera deportiva en la MLS norteamericana, jugando en el Inter Miami, para después ocupar el cargo de secretario deportivo en algún club de primer nivel.
Tarde o temprano, el Camp Nou rendirá homenaje a Leo Messi. La duda es si será como jugador azulgrana, como desearía Laporta, o como invitado.