Poner al Barça en manos de Jorge Mendes

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Jorge Mendes

Que conste que yo fui el primero que me creí el proyecto del Barça. Al principio de temporada consideraba que tenía el mejor equipo de la Liga. Iluso de mí. Creía, o quizás quería creer, que el Real Madrid tenía una plantilla más larga, pero que los azulgranas mantendrían el tono del curso pasado con un bloque de quince-dieciséis jugadores de primer nivel que bastaría para avanzar con paso firme. Estaba muy equivocado. Supongo que la falta de evolución de Xavi tiene mucho que ver con ello.

Empieza a quedar claro que el proyecto deportivo de Joan Laporta no acabará con los éxitos esperados cuando salió elegido presidente hace tres años. O, al menos, que necesitará decisiones valientes, si no arriesgadas, este verano para enderezarlo. Cambios estructurales en un club que ya no sabe qué palanca descubrir para afrontar grandes inversiones. La situación es delicada. Y digo Laporta porque le avalaron 30.000 socios en marzo del 2021, aparte de que cuesta encontrar una cara visible en el proyecto deportivo.

¿Es Xavi quien hizo la plantilla? ¿Fue Mateu Alemany? ¿Jordi Cruyff tenía alguna incidencia? ¿Rafa Yuste pinta algo en este ámbito? ¿A Deco, que llegó oficialmente en verano, se le puede imputar algo? El presidente, en el ecuador de su presidencia, tendrá este verano una última oportunidad para intentar construir algo con sentido cara a la segunda mitad de mandato. Particularmente ya dejé claro la semana pasada que la apuesta debería ser La Masia y algún extranjero que marque diferencias. Durante los últimos años han aterrizado en Barcelona demasiados futbolistas de segunda línea que lo único que han hecho es restar minutos a los de casa.

Si el próximo curso continúa con las dinámicas de este año el ambiente será insostenible, porque las miradas ya no se dirigirán al banquillo ni al césped. Incluso una figura con el tirón de Laporta acabaría acusándolo. Pero, a nivel deportivo, todavía existe margen para edificar un proyecto que permita volver a ilusionarse, creer en algo, identificarse con los futbolistas que representan a la institución. Probablemente este verano la dirección tendrá una última bala. Uno de los grandes peligros es que Laporta se entregue a Jorge Mendes. Lo que pase con los dos Joãos será muy ilustrativo del camino escogido. Hasta ahora los dos portugueses han demostrado poco. Pinceladas, solamente. Todo lo que tienen de talentosos lo tienen también de irregulares e inconsistentes defensivamente. Si el Barça ficha en propiedad a los dos futbolistas, el mensaje será funesto. Porque Mendes siempre gana.

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