El fallecido torneo de verano que cambió la historia del Espanyol
La Copa Intertoto de 1998 puso las bases para que el club blanquiazul levantara un título 60 años después
BarcelonaCada año a finales de julio el Espanyol recuerda su debut en la Copa Intertoto, un anodino y extinto torneo de verano organizado por la UEFA que tiene un lugar privilegiado en el imaginario colectivo perico y da nombre a la mejor hornada surgida de la cantera blanquiazul. Competían los clubs que no se habían clasificado para Europa vía Liga, y los campeones recibían un billete para la Copa de la UEFA. En 1998, los representantes españoles fueron Valencia y Español. Marcelo Bielsa, que había llegado ese verano al conjunto catalán, renunció a participar; y para ahorrarse una multa, la entidad encomendó a Paco Flores, un hombre de club, que acudiera a la Intertoto con futbolistas que volvían de cesión, descartados del primer equipo y jugadores del filial.
"Nos concentraron en el Montanyà cuando todavía nos quedaba alguna jornada del play-off de ascenso a Segunda A. Entre semana estábamos de stage con Flores y el fin de semana jugábamos con el Espanyol B", comenta al ARA Pedro Nieto, uno de los líderes del filial perico y del equipo de circunstancias, llamado la Quinta de la Intertoto, que presentó el club blanquiazul por Europa. Entre otros, le acompañaban Argensó, Capdevila, Soldevilla, De Luc que como el resto de sus compañeros se quedó sin vacaciones: "Cuando nos convocaron pensé: «Qué putada». Acababa de realizar los últimos exámenes de la uni y tenía planificado un viaje de fin de carrera con los compañeros de clase. Me quedé sin ir".
"¿Qué es esto de la Intertoto?"
"«¿Qué es esto de la Intertoto?», nos decíamos entre nosotros. No pensábamos que tuviera repercusión. Muchos no querían ni jugarla", revela riendo Nieto, que recuerda especialmente la falta de recursos: "Poco antes del debut nos dieron un polo de paseo y cada uno trajo a sus tejanos. –No tenía. Volamos a Viena y hicimos cuatro horas de autobús hasta el hotel. Era todo muy rudimentario”.
"Algunos nunca habían salido de España. Eran un grupo de amigos de un equipo de Segunda B que se encontraron jugando competición europea", añade el periodista Jordi Luengo, autor del libro La Quinta de la Intertoto, el sueño que se hizo realidad, que relata aquella aventura por el Viejo Continente, que arrancó con un 5-3 en la República Checa. "No sabíamos muy bien dónde estábamos... y resulta que en el descanso ganábamos 1-3. Pero nos remontaron y volvimos pensando que ya nos despedíamos de Europa", apunta Morales. "La vuelta se jugó en Sabadell. Al ser época de vacaciones y el Espanyol presentaba un equipo descafeinado, el club ni abrió Montjuïc", contextualiza Luengo. Álex Fernández y Tamudo, goleadores en la Nova Creu Alta, aseguraron una eliminatoria más.
"Con Auxerre, que hacía poco había ganado la liga francesa, nos lo empezamos a creer. Empatamos allí y los eliminamos en casa. Y la afición se animó", recuerda Nieto. Tanto es así que las semifinales se jugaron en el Estadi Olímpic. "A Paco Flores le permitieron convocar a futbolistas del primer equipo, pero dijo que no. Iba a muerte con nosotros", añade.
Tres goles del Piojo López pusieron fin al sueño. "El Espanyol tenía jugadores que ni habían debutado; y el Valencia, Cañizares, Carboni, Mendieta o Angulo", compara Luengo. De hecho, ese equipo fue el germen del Valencia de Cúper que jugó dos finales de Copa de Europa consecutivas, en el 2000 y 2001. "Creo que si no nos hubiéramos encontrado con un rival tan fuerte, habríamos llegado a la final y la habríamos ganado", dice Morales.
Un punto de inflexión histórico
Pese a la eliminación, el viaje por Europa dejó una huella imborrable. "Fue un escaparate brutal y relanzó nuestras carreras", admite Morales. "Aquel equipo abrió el camino para muchos chavales", afirma Nieto. base. La Intertoto lo cambia todo", dictamina Luengo.
Dos años después, el Espanyol ganó la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid, con goles de Tamudo y Sergio. También estaban Soldevilla y De Lucas, y el entrenador era Paco Flores. "Todos ellos formaban la práctica de la columna casualidad, por una decisión de Bielsa, y que acaba levantando un título 60 años después. Además, la final fue en Mestalla, donde se despidió de la Intertoto", concluye Luengo sobre el epílogo del torneo de verano que cambió la historia del Espanyol.