La polémica arbitral beneficia 'in extremis' a un Espanyol mediocre

BarcelonaTras ciento veinte años de historia, los pericos observan cómo el Espanyol vive uno de sus momentos más agónicos. El clamor contra Chen Yansheng hace tiempo que se siente en las gradas y en las redes, y un empate contra el Levante (1-1), fruto de otra actuación mediocre, añadía leña al fuego. Pero un penalti a favor en la última jugada, según tras una acción similar en el área propia que Arcediano Monescillo no señaló, giró la tortilla. Si bien el juego volvía a no acompañar, el resultado sí se puso del lado blanquiazul cuando Martin Braithwaite, de nuevo decisivo, situaba un 2-1 que nadie esperaba y pone al equipo del discutido Luis Miguel Ramis a sólo un punto del ascenso directo a Primera División.

Desde la humillante derrota en Elda y el cierre de un mercado de invierno decepcionante, el club había vivido una semana de tensión que podía acabar en escabechina si no se sumaba un triunfo balsámico. Ramis tal vez estaba disparando su última bala, y su once inicial incluía a dos jóvenes encargados de hacer la revolución: Ian Forns en el lateral izquierdo y Omar Sadik, que debutaba en la Liga. Sadik estaba más perdido, pero Forns rindió a muy buen nivel en el lateral izquierdo. Actuación muy intensa, la suya.

Los cuatro primeros clasificados habían empatado en esta jornada y el Espanyol debía aprovechar la oportunidad. El mensaje lo entendió a la perfección Braithwaite, que a los dos minutos adelantó a los blanquiazules en el marcador a la salida de un córner. Después, la nada: la del danés en la red fue el único remate entre los tres palos de toda la primera parte. Ramis pedía ponerle el cuello, y los jugadores se lo pusieron un poquito, pero sólo durante un par de instantes. Después, todo el mundo a defender, a sufrir y sálvese quien pueda. De nuevo, el Espanyol era incapaz de generar mucho. No era la apatía de Elda, pero las combinaciones carecían de continuidad. Mientras, el Levante amenazaba con bastante regularidad la portería de Pacheco.

Entre pancartas de "Chen go hombrey silbados a los jugadores, el Espanyol exploraba el drama. La ventaja blanquiazul estaba siendo un milagro y Dela, ya en la segunda parte, colocó la soga en el cuello de Ramis con un remate excelente Con el empate y el rum-rum servidos en el Stage Front Stadium, Pacheco tuvo que evitar el desastre en varias ocasiones.El Levante, a pesar de no estar haciendo un partido brillante, se infiltraba en el área de los locales con demasiada facilidad.Pero los pericos tuvieron mucha, mucha suerte.Después de una posible mano de Keita Balde en el área del Levante que no se pitó, el árbitro sí señaló la misma infracción de Álex Muñoz en el lado contrario del campo.

Sólo gracias a esta carambola a favor, Braithwaite propició la victoria in extremis. En cada rueda de prensa, Ramis sigue insistiendo en la enorme ilusión de su equipo y en decir que "no caerá en el pesimismo". La ilusión no se ve en el terreno de juego ni en los resultados, y pesimistas son los 17 puntos de 33 posibles, pero en el fútbol unos segundos y un penalti te pueden salvar la vida al menos hasta el próximo examen.