De ser sepultada por un alud durante 10 minutos a ser subcampeona mundial
La 'rider' Núria Castán se ha quedado a un paso de ganar el campeonato mundial de 'freeride' en Verbier, donde hace un año casi pierde la vida por culpa de un alud
BarcelonaNúria Castán (Almoster, Baix Camp, 1997) ha conseguido uno de los grandes hitos de los deportes de invierno catalanes. La catalana se ha proclamado subcampeona mundial del Freeride World Tour, la principal competición internacional de snowboard en pista libre. La rider llegaba a la última prueba liderando la clasificación general tras colgarse el bronce en la prueba de Wildseeloder, en Fieberbrunn (Austria), torneo en el que las riders contaban con dos bajadas. En la última prueba, ha acabado con la segunda posición en la general, superada por la canadiense Erin Sauve.
La rider del equipo internacional Head Snowboards vive días especiales, como si todo formara parte de una trama escrita por un guionista, ya que su principal hito deportivo ha llegado la misma pista a la que hace un año quedó sepultada durante diez minutos. Este año, debido a la cancelación de los eventos en Baqueira y Ordino, el primer evento del FWT ya tuvo lugar en las montañas suizas de Verbier. Es decir, la primera y última prueba del campeonato se realizan en la misma zona, en Verbier. Justo donde el pasado año, en la última prueba del calendario del 2023, la catalana sobrevivió milagrosamente a un alud de nieve, donde quedó enterrada durante diez minutos cuando se dirigía a la caseta de salida de la tercera y última prueba. En esta disciplina las competidoras deben subir a lo más alto de cimas, durante más de una hora de trayecto, y bajar después por la nieve demostrando su talento en estilo libre. Es decir, sin que sea una pista de esquí acotada como en otras disciplinas. Fue en ese momento cuando se produjo un alud de 250 metros de longitud que se llevó Núria. "Pasé 10 minutos enterrada boca abajo. Resulta difícil creer que sólo sufriera una vez en el codo, dolor muscular y dos dedos congelados por haber perdido los guantes. Tengo mucha suerte de poder decir que he sobrevivido a un alud de 250 metros y tanto de tiempo enterrada.Pensaba que no saldría viva cuando pasó.Gracias al equipo de seguridad y sobre todo a las riders que estaban alrededor, que actuaron de manera muy eficaz, pudieron rescatarme a tiempo", recuerda Castán, que admite que muchas veces pensaba en el riesgo de sufrir un alud. Y "la pesadilla se hizo realidad". Fue cómo volver a nacer", explica.
Aquella prueba de Verbier, claro, se suspendió por ese alud. Y, cuando se reprogramó, Castán no la hizo, puesto que todo era demasiado reciente. Pero la catalana sabía que debería volver al lugar de los hechos, así que antes de esta temporada decidió afrontar los miedos e ir por voluntad propia, después de hablarlo con sus entrenadores y un terapeuta. "Fui a la zona donde sufrí el alud para que el día del regreso no estuviera en una jornada de competición. He trabajado psicológicamente para estar lista y, cuando dijeron que este año el calendario empezaba precisamente ahí, fue especial. Pero pude estar focalizada en competir y gané", recordaba. Cuando el campeonato empezó este año, Castán se impuso a Verbier. "Fue muy especial", admite. Ahora, para cerrar el campeonato, acabó subiendo al podio de la general, en un torneo donde ningún español, hombre o mujer, había llegado a hacerse nunca con ninguna de las tres primeras posiciones.
La almosterense ha trabajado estos meses con un terapeuta; quedó muy afectada por el accidente, puesto que casi perdió la vida haciendo lo que la hace feliz. "Después del accidente, en mi día a día me afectaba tanto que no podía hacer nada. Estuve unos tres o cuatro meses con trastorno por estrés postraumático, pero la única persona que podía dar el paso era yo. Si alguien te dice que tienes que ir al psicólogo, no lo harás. Tienes que ser tú quien da el paso", explicaba en una entrevista recientemente. Castán empezó a hacer snowboard ya con ocho años y con el tiempo se especializó en el freeride, es decir, una disciplina en la que se hacen trucos en la pista por algunas de las montañas más exigentes del mundo, a diferencia de la modalidad que realiza la sabadellense Queralt Castellet, en la que los trucos se hacen en una instalación artificial, el halfpipe. Al realizar descensos por la montaña, hay más riesgo de sufrir accidentes o un alud. Con 13 años, Castán ya competía y era una de las grandes promesas de los deportes de nieve españoles, por lo que con el tiempo se ha visto forzada a irse a vivir a Austria, para poder estar cerca de espacios con nieve natural. De hecho, Castán se ha involucrado mucho en diferentes iniciativas para alertar sobre el cambio climático, ya que ha visto en primera persona cómo cambian los escenarios en los que compite, cada vez con temperaturas más altas y menos nieve. Ahora puede conseguir el primer gran éxito de su trayectoria y hacer buenos los sacrificios de haber ido de casa muy joven para perseguir sus sueños. A una nieve que ama con locura, aunque también le dio el susto de su vida hace un año en Verbier, donde ahora ha cerrado el círculo.