Una obra de teatro que es un canto al amor sin ramplones

Hasta el 25 de mayo se puede ver, en el Teatre Lliure de Gràcia, Corazón de los amantes, una obra llena de ternura y emocionalmente intensa escrita por el dramaturgo Tiago Rodrigues. Pocas historias tienen el poder de adentrar al espectador tan rápidamente en el universo de una pareja. Un hecho traumático será el detonante. Y no tardaremos en notar que ya amamos a aquellos dos desconocidos que tenemos en el escenario. Marta Marco y Joan Carreras realizan una interpretación magistral. Tanto que incluso en el más largo de los silencios podemos entender qué piensan y qué está pasando en esa relación. El día del estreno hubo un instante en que el público coincidió en sonreír a la vez sin que fuera necesario que ninguno de los dos protagonistas dijera nada, contar sin hablar, solo por la tensión que supieron construir. Y, seguramente, también por lo fácil que es reflejarse.

Fantásticamente dirigida por el mismo autor y por Anna Llopart, Corazón de los amantes es un viaje por la vida de un matrimonio y una reflexión sobre el tiempo compartido. "Cuando era pequeño pensaba que la vida era complicada. Lo de la simplicidad lo he aprendido contigo". Pero a menudo el urgente pasa por delante de lo importante. "No deberíamos haber perdido el tiempo haciendo cosas pequeñas, cosas pequeñas sin importancia" dicen. "Mirar las noticias, enviar facturas, escribir mails, grapar papeles..." La obra es una inyección de energía y cariño. Condensa sólo en una hora la esencia de un recorrido juntos. "Tenemos tiempo" afirma la pareja, a veces con convicción y otras con esperanza. Y se convierte en un lema de vida y un objetivo. Descubrir el presente, "lo que le decíamos mañana y que ahora es hoy". Pero a su vez el presente se va transformando, y en cada etapa de la vida descubrimos nuevas necesidades, ilusiones y proyectos. Corazón de los amantes nos habla de la inquietud que sentimos cuando queremos cambiar las cosas, sobre todo aquellas que creemos que reorientan nuestro camino. Una inquietud que a la vez nos pide un esfuerzo que no siempre podemos asumir como quisiéramos. "La decisión de cambiar es rápida como un rayo, pero el cambio es lento, lento como un animal que cambia de pelo, lento como un árbol que cambia de color, los días son rápidos, pero el cambio es lento". Corazón de los amantes es un texto de frases cortas, pero no hace sentencias existenciales. Evoca a la perfección el fluir inevitable de la vida y, a la vez, los pensamientos que la atraviesan. el amor sin ramplones.

Es una obra bonita, llena de verdad, con el punto justo de poética, con la dosis necesaria de humor que a menudo nos pide la cotidianidad. Está planteada sin excesos ni filigranas, con la misma sencillez que tiene el día a día, pero con la capacidad de saber elevarlo nuestras propias vidas. Tenemos tiempo.