Alimentación

La Cooperativa de Arbeca, investigada por un posible fraude en la venta de aceite de oliva virgen extra

La Guardia Civil calcula la estafa en más de 100.000 litros y la entidad sólo tiene constancia de 48 botellitas que dice haber perdido calidad de camino a Chequia

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Una mujer escogiendo una botella de aceite, en una foto de archivo.

ArbecaEl Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha llevado ante el juez a la Cooperativa Arbequina de Arbeca. Tras meses de investigación, le acusa de estafa, falsificación documental y de un delito contra el mercado y los consumidores. Agentes del cuerpo policial español cifran el posible fraude en más de 105.000 litros de aceite que la cooperativa garriguenca habría comercializado durante la campaña 2022-2023, etiquetándolo y facturándolo como aceite de oliva virgen extra, cuando en realidad dicen que era sólo aceite virgen (más barato).

La gerencia de la cooperativa se ha sorprendido por las cifras que han salido publicadas este miércoles en los medios de comunicación. "No sabemos de dónde salen", aseguran fuentes de la entidad agrícola. Arbequina explica (y Seprona lo confirma) que todo empezó con un lote de 48 botellitas de aceite que se había enviado a un cliente habitual de la República Checa. Sumaban un total de doce litros que, según la cooperativa, salieron del molino en marzo del 2023 en perfecto estado y conservaban la calidad de aceite de oliva virgen extra. Dos meses después, las autoridades checas emitieron una orden internacional de alerta de fraude alimenticio. Sus analíticas mostraban una calidad inferior a la necesaria para que se le pudiera considerar aceite virgen extra. Entonces se puso en marcha un protocolo internacional para depurar responsabilidades.

Sergi Millán, gerente de la cooperativa de Arbeca, se justifica: "En cualquier envío comercial, una vez el aceite sale de nuestras instalaciones, perdemos el control". Es decir, atribuye la pérdida de calidad del aceite a las posibles condiciones en las que esa partida fue transportada hasta la República Checa. "El óleo es un alimento vivo y fácilmente degradable", insisten fuentes técnicas de la cooperativa. Estas mismas fuentes añaden que la campaña 2022-2023 "fue una de las más complicadas por una sequía extrema, y ​​todos los aceites tenían una calidad inferior a años anteriores", pero en cualquier caso la cooperativa asegura que nunca ha vendido aceite llamativo ( aceite de baja calidad a refinar para que sea apto para el consumo humano).

Tras la alerta internacional y la activación de los protocolos de seguridad alimentaria, la cooperativa se sometió a una inspección administrativa por parte de la Generalitat ya los análisis organolépticos de un laboratorio reconocido por el Consejo Oleícola Internacional (COI) . Pero cuando el Seprona asumió la investigación abrió una vía judicial que detuvo la acción administrativa. Fuentes de la Arbequina afirman que no saben cómo se ha alcanzado la cifra de los 105.000 litros de aceite estafado. Por este motivo, los servicios legales de la cooperativa aconsejaron que no hagan ninguna declaración hasta que no se tenga acceso al contenido de las diligencias.

El equipo del Seprona que ha conducido la investigación, que depende de la comandancia de Lleida, calcula que la diferencia entre el precio de ambos aceites supuso para la cooperativa un beneficio fraudulento de unos 40.000 euros. El cuerpo policial interrogó (pero no detener) al gerente de la cooperativa y un técnico agrónomo y luego entregó toda la documentación al juzgado de instrucción 2 de Lleida ya la fiscalía provincial, que deben dictaminar si hay recorrido criminal en esta investigación.

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