Alimentación

Corpinnat vende menos pero aumenta la facturación en un 2023 marcado por la sequía

Las bodegas de la marca del Penedès aumentan stocks de cara a un 2024 que prevén complicado por la falta de lluvia

Elaboradores de Corpinnat ayer en Barcelona.
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BarcelonaLa marca de vinos espumosos Corpinnat cerró un 2023 marcado por la sequía con un ligero incremento de la facturación, pese a caer el número de botellas vendidas, según el balance anual de la marca. En total, el pasado año el número de botellas vendidas disminuyó un 6,2% en comparación con 2022, hasta los 2,28 millones pero, en cambio, el valor de la facturación fue de 26,42 millones de euros, un 1,6% más que en el ejercicio anterior. De éstos, un 19% fueron ventas en el extranjero. Asimismo, el aumento del precio medio de venta de cada botella fue significativo: de 18,35 a 20,15 euros en un año.

La reducción de la cantidad de botellas se debe a dos factores: la sequía y el incremento de stocks. "La nueva realidad climática ha caído con un peso fuerte", ha explicado este lunes el presidente de Corpinnat, Ton Mata, en la presentación del balance anual de la marca. De hecho, después de un 2020 con lluvias abundantes pero muy marcado por una fuerte plaga de mildiu, los tres años siguientes han estado dominados por la sequía.

Sequía "angustiosa"

"La sequía se ha ido agravando y es angustiante", ha dicho Mata. Esto ha afectado especialmente a los viñedos, que en el Penedès son de secano y, por tanto, dependen totalmente del agua de lluvia. En el caso de Corpinnat, el reglamento interno prohíbe utilizar uvas de fuera del Penedès para hacer los vinos: "Si no hay uva, no la iremos a buscar fuera", ha añadido.

En este sentido, la cosecha media en las bodegas de la marca ha pasado de más de 6.000 kilos por hectárea en 2021 y unos 5.200 en 2022 a 4.770 kilos por hectárea en 2023. Esto también ha hecho que el precio medio pagado a los agricultores haya aumentado en un año de los 0,89 a los 1,04 euros por kilo de uva.

Para hacer frente a la sequía, el conjunto de bodegas ha aumentado en 1,3 millones de botellas sus stocks de productos en dos años, en parte porque apuesta por elaborar espumosos con crianzas más largas, pero también fruto de una "estrategia de contención comercial", ha dicho Mata. "Necesitamos vender el próximo año y el otro", ha especificado el presidente, por lo que las bodegas se ven obligadas a guardar botellas, especialmente porque "renuncian a la cosecha" de este año, que esperan que será mucho mala.

Mata considera que el incremento de precios y las crianzas más largas permitirán incrementar la calidad y "dar valor" a las bodegas. "Es el único camino" para hacer frente a la sequía, aseveró. Sin embargo, el sector espera que este año se arrancarán muchas hectáreas de viñedos en el Penedès, por lo que Mata ha reclamado el "apoyo" de todas las administraciones. De cara al futuro, Corpinnat apuesta por instalar sistemas de "riego de apoyo" en los viñedos para hacer frente a las sequías prolongadas, siempre que sean "sostenibles medioambientalmente", "soportables socialmente" y viables económicamente.

Sin conversaciones con la DO Cava

Corpinnat nació en 2018 de la mano de seis bodegas del Penedès que abandonaron la denominación de origen (DO) Cava para crear una marca colectiva de la Unión Europea con requisitos más estrictos, como que la uva sea ecológica, vendimias manuales , un precio mínimo garantizado al labrador en la compra de la uva y que la bodega haga el 100% del proceso de elaboración de los vinos. Actualmente el grupo de empresas se ha ampliado a 12 y, según Mata, hay abiertos procesos de auditorías en varias compañías que podrían integrarse próximamente.

Pese a los intentos durante varios años de reagrupar las bodegas de Corpinnat (y también las de Clàssic Penedès, la marca de espumosos de la DO Penedès) de nuevo bajo el paraguas de la DO Cava, Mata ha asegurado que ya hace más de uno año que no existe ninguna conversación entre los máximos responsables para llegar a un entendimiento.

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