Los productores asumen que el precio de la carne de cerdo caerá, pero intuyen que no será una crisis catastrófica
El sector porcino confía en la alta bioseguridad de las granjas
LleidaEl sector porcino catalán y español (ganaderos, empresas integradoras, asociaciones empresariales y mataderos) asegura tener los deberes realizados ante la llegada de la peste porcina africana (PPA). De hecho, muchos preveían que la epidemia debía entrar en nuestro país tarde o temprano. En cualquier caso, no parece haber pánico. Los precios de referencia del cerdo de Mercolleida han descendido entre 10 céntimos y 5 euros tras la declaración del brote de Peste Porcina Africana (PPA) detectado en Catalunya, ha informado este lunes el palco leridano. Las juntas de precio del cerdo de engorde, de la cerda y del cochinillo se han reunido en Mercolleida de forma extraordinaria para analizar la situación del mercado después de los casos de PPA.
Asumiendo que el riesgo cero no existe, el sector productivo asegura que las posibilidades de que el virus pueda penetrar en una granja de cerdos son mínimas por los altos niveles de bioseguridad de que dispone. "Contamos con uno de los sistemas de vigilancia y control sanitario más rigurosos de Europa. Las granjas de Catalunya operan desde hace años bajo estrictos protocolos de bioseguridad, que ahora se han reforzado aún más", asegura Alberto Herranz, director general de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC). "Nuestro modelo de bioseguridad es uno de los más rigurosos del mundo, lo que nos permite actuar con rapidez y eficacia ante cualquier riesgo", añade Herranz.
Control de accesos, desinfección de vehículos y personas, vallas perimetrales, arcos y vados sanitarios, muelles aislados de carga y descarga, evacuación segura de animales muertos, sistemas de cuarentena... Los ganaderos tratan de evitar al máximo las visitas inneces cuando haya cumplido con las correspondientes medidas de bioseguridad. Ni siquiera personal externo de mantenimiento (electricistas, lateros, albañiles, informáticos...) tienen permiso para entrar con sus propias herramientas. Las posibilidades de que entre el virus dentro de una granja es extremadamente bajo. "El sector ganadero lleva años incorporando la salud animal como parte de su sistema de producción", avisa Ricard Parés, director de la Asociación Catalana de Productores de Porcino (Porcat).
La bioseguridad parece garantizada. Lo que no parece garantizado es el precio de la carne. Los productores asumen que la cotización oscilará a partir de ahora a la baja de una forma redundante durante meses (o quizás años).
El sector porcino viene de una larga temporada muy buena de beneficios constantes. A mediados del año 2023 se alcanzó el tope con un precio superior a los dos euros el kilo de cerdo vivo, cotización que actualmente se encuentra en las inmediaciones de 1,3 euros (el pasado mes de enero era de 1,5). Todo apunta a que Mercolleida, la lonja de referencia del mercado estatal, empiece a marcar a partir de ahora precios sustancialmente a la baja. "Este tipo de oscilaciones son habituales en nuestro sector y, por tanto, nos enfrentamos a un terreno que no es absolutamente desconocido", avisa Parés. "La situación no es buena, pero sabremos cómo capearla", concluye el director de Porcat.
"Somos un sector que estamos muy acostumbrados y tenemos que reconocer que venimos de unos años muy beneficiosos", insiste Eduard Cau, presidente de Gestión Agroganadera de Ponent, una cooperativa de Juneda que integra a 160 ganaderos de las comarcas de les Garrigues y el Pla d'Ur. "Todo ello forma parte de una normalidad, de un riesgo que ya sabíamos que existía y que finalmente nos ha tocado a nosotros", concluye Cau.
Satisfacción con la administración
Con lo que también están de acuerdo la mayoría de los productores consultados por el ARA es que existe un alto grado de satisfacción con la actual política de la administración ante la PPA. En primer término, el sector agradece mucho la rapidez con la que ha actuado ante el brote de Collserola, tanto en los medios como en la difusión de información. Pero, además, los ganaderos recuerdan el acierto que tuvo el gobierno de pactar hace tan sólo unas semanas un acuerdo de regionalización con el gobierno chino, lo que ha permitido reducir el bloqueo de China a las empresas productoras de la provincia de Barcelona. "Sigue siendo injusto para productores como los de Osona, que se encuentran a kilómetros de distancia de los jabalíes infectados, pero las pérdidas se han minimizado sustancialmente gracias al acuerdo de regionalización", indican fuentes del sector que no han querido dar su nombre. Estas mismas fuentes recuerdan que el brote que afectó a Alemania en septiembre de 2020 ha reducido en un 30% la producción de cerdos por falta de un acuerdo como el que logró el gobierno a principios de noviembre.
En cualquier caso, los productores recuerdan que las exportaciones son mayoritariamente dentro de la Unión Europea. "Nuestro principal destino sigue siendo el centro de Europa y lo seguimos manteniendo en estos momentos –dice Parés–, aunque el bloqueo con terceros países acabarán saturando el mercado europeo".
"Ahora lo que le toca a la administración es coger ese brote, controlarlo en la medida de lo posible y erradicarlo pronto", pide Ricard Parés. Pueden pasar unos meses, algunos productores prevén que será un año y los más pesimistas dicen que pueden llegar a pasar tres. Mientras esto ocurre, el sector pide confianza. "Confianza en un modelo de producción seguro, profesional y comprometido, y colaboración para seguir protegiendo un sistema de sanidad animal que es un referente a nivel mundial", reivindica Alberto Herranz.