La sequía castiga la producción y las ventas de cava
La escasez de producto provoca un encarecimiento de más del 10%
BarcelonaEl sector del cava ha cerrado los primeros nueve meses de 2024 con un descenso de la producción y, por extensión, de las ventas, debido a la sequía que ha afectado en los últimos tres años a algunas de las zonas productoras como el Penedès, según ha explicado hoy el presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen (DO) Cava, Javier Pagés. Además, la menor cantidad de producto ha hecho que los precios de venta hayan subido entre un 10% y un 15% en relación a los tres primeros trimestres de 2023.
Concretamente, las ventas entre enero y septiembre de este año cayeron un 12,2%, de 170 millones de botellas del mismo periodo de 2023 a 149 millones en 2024. La caída fue más acusada en el mercado internacional, con una reducción del 15,8% mientras que el mercado español cayó un 3,6%.
La reducción de las ventas responde principalmente a una producción más baja provocada por la falta de lluvia que ha afectado a buena parte de Cataluña y otras partes de la península Ibérica. La vendimia de este 2024 ha terminado con 219 millones de kilos de uva, un 28% menos. "Como hay menos uva, hay menos cava", resumió Pagés, quien lamentó que la bajada de producción llega en un momento en que el vino espumoso gana cuota de mercado en todo el mundo.
Pagés se ha mostrado "más optimista" de cara a los próximos meses gracias a las recientes y abundantes lluvias en el Penedès de este octubre y noviembre, que han apaciguado parcialmente los efectos de sequía, pero que no llegaron a tiempo antes de la vendimia. Sin embargo, la DO Cava sigue reclamando a las administraciones que pongan en marcha planes para favorecer la implantación de sistemas de riego en las regiones más afectadas por la falta de lluvias.
La escasez de producto ha tenido "aspectos positivos", según el presidente de la DO Cava. Gracias a "la demanda superior al producto disponible", tanto los precios de venta como los márgenes de las bodegas "han mostrado una tendencia al alza, que permite añadir valor a toda la cadena", añadió. Esto ha incrementado también el precio pagado a los agricultores por la uva durante la vendimia, que han compensado en parte la cantidad más baja de uva vendida.
Fuerte caída en Alemania
Por países, la restricción de producto ha afectado a las exportaciones. Concretamente, el mercado en el que más disminuyeron las ventas fue Alemania, que explica un 60% de toda la caída de exportaciones. Un factor clave para explicarla es el cambio anunciado en marzo por Freixenet –la primera cavista en producción y cuyo accionista mayoritario es la alemana Henkell– que dejaría de exportar cava al mercado germano para vender un espumoso alternativo. También Rusia sufrió un notable retroceso, del 20,8%.
Con la disminución en Alemania, Bélgica pasó a ser el primer mercado para el cava pese a sufrir una reducción de ventas del 3,6%, con 14,3 millones de botellas entre enero y septiembre. Estados Unidos, con 12 millones de botellas, fue el segundo país al que más exportaron las bodegas.