Banca

La CNMC insiste: "Menos bancos no significa menos competencia"

El organismo ultima el informe sobre si la poca remuneración de los depósitos es fruto de la concentración bancaria actual

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La presidenta de la CNMC; Cani Fernández, este martes durante el verano del APIE en Santander.

SANTANDERQuien tiene una de las claves para que la opa hostil del BBVA en el Banc Sabadell prospere insiste en una máxima: "Menos bancos no significa menos competencia". La afirmación la ha realizado la presidenta de la Comisión Nacionales de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, en pleno análisis técnico del organismo en torno a la operación. De hecho, Fernández ha insistido en que "actores mayores [...] a veces pueden competir mejor", y ha recordado que, aunque el órgano que preside tiene la facultad de vetar una operación como ésta, llegar a este punto es "excepcional", ha dicho durante la segunda jornada del curso de verano que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) organiza en la Universidad Menéndez Pelayo, y que patrocina al propio BBVA.

Fernández, que ha hecho una petición explícita a la prensa para que "no insista" con el calendario del proceso de análisis, ha enmarcado esta "excepcionalidad" a la hora de prohibir una opa como la que está sobre la mesa en el hecho de que el organismo puede imponer condiciones si existe un riesgo para la competencia. De hecho, ha recordado que éste fue el escenario en el caso de la fusión entre Bankia y CaixaBank, la primera gran operación que vivió como presidenta de la CNMC: "En CaixaBank y Bankia se han cumplido los compromisos y entendemos que no se ha reducido la competencia que había antes [de la fusión] y esperamos que ocurra lo mismo con el BBVA y el Banc Sabadell", ha afirmado.

Así pues, aunque por ahora todavía está todo en el aire, el recelo que la operación ha levantado dentro del ejecutivo español no parece extenderse a la CNMC. En cualquier caso, Fernández ha querido ser muy clara sobre el proceso de análisis para decidir si aprueban o no la opa del BBVA en el Sabadell, o si lo aprueban con condiciones: "Producto a producto [...] veremos cada cosa al por menor", ha dicho, y ha puesto de ejemplo que en el caso de CaixaBank y Bankia incluso se analizó "código postal a código postal".

La tibieza de Cani Fernández contrasta con la que han mostrado en este campo organismos como la Agencia Catalana de la Competencia (ACCO). La entidad denunció que la compra del Banc Sabadell por parte del BBVA amenaza la competencia con "efectos negativos" para los ciudadanos. En la misma línea, la consellera de Economia, Natàlia Mas, indicó que la concentración en Catalunya ya es muy alta y que según el índice Herfindahl -que mide la concentración en un sector-, ahora mismo, antes de la opa , estamos en 2.500 puntos, cuando a partir de 1.800 es ya un índice de concentración elevado. Sólo Chipre, en toda la zona euro, estaría a mayor nivel. Alemania, por ejemplo, está a 300 puntos. Patronales y empresarios también insistieron en que la desaparición del Sabadell les preocupa porque perderían alternativas de financiación y sospechan de un encarecimiento de los precios.

En el caso de BBVA y Sabadell, el peso de las pymes y su crédito, pero también la fuerte presencia de la entidad opada en territorios como Cataluña o la Comunidad Valenciana son algunos de los elementos que están en el punto de mira de la CNMC. De hecho, esto es lo que ya está haciendo la Dirección de Competencia en la actual fase de instrucción o fase 1. De entrada, este período dura un mes, pero se puede posponer en función de la documentación e información que los técnicos necesiten para analizar si existe riesgo o no para la competencia. Esta documentación se pide a todas las partes que la ente considera y eso incluye al BBVA, pero también al Banc Sabadell.

Posición del gobierno español

En caso de que durante la primera fase se detecte que existen elementos de la concentración bancaria que no cumplen con la competencia, se abren una segunda y tercera fase. Aquí es donde la CNMC podría imponer condiciones al BBVA, que irían de la mano de los compromisos que asume la entidad. Pero no es la única que puede. Cani Fernández ha reconocido que, una vez la operación llegue a la mesa del gobierno español, la ley también reconoce que éste puede establecer condiciones aparte de decidir si acepta o no la fusión. Sobre la posición del ejecutivo de Pedro Sánchez, Fernández ha dicho que "no teme" presiones políticas y ha rechazado hablar de "discrecionalidad" del gobierno en torno a la opa en caso de que ponga condiciones. "Está reconocido por ley", reiteró.

La posición actual de Cani Fernánez contrasta con la que tenía hace un año, cuando no dudaba a la hora de hablar de "oligopolio" en el sector bancario en plena polémica por la baja remuneración de los depósitos bancarios. La presidenta del organismo anticipó que tras recibir el informe del Banco de España está ultimando su análisis sobre si la poca remuneración es fruto de un problema "estructural" de competencia.

La CEOE se pone de perfil

Quien este martes también se mostró muy prudente y nada taxativo fue el presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, quien a diferencia del tono utilizado por Foment del Treball apeló al "libre mercado". Garamendi descartó un "enfrentamiento" interno a la CEOE por la opa: "Se puede entender que a un territorio le pueda interesar una cosa ya otro, otra diferente", y aseveró que "esto es la libertad y al final los accionistas mandan".

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