Crónica de un divorcio en La Caixa
El anuncio de la inversión de Criteria en Celsa fue "la gota que colmó el vaso" en la relación cada vez más deteriorada entre Fainé y Simón
Barcelona / MadridEl 16 de abril, justo antes de las vacaciones de Semana Santa, se producía algo insólito en La Caixa, el principal conglomerado empresarial del país. El del grupo presidido por Isidre Fainé es un mundo "de trabajo en equipo, con cabezas visibles, pero sin demasiada obsesión por la notoriedad y, menos por aquella relacionada con los conflictos", explican fuentes conocedoras del universo de la estrella de Miró.
Por eso llamó tanto la atención que a través de un comunicado, Criteria –el brazo inversor de la Fundación La Caixa, ambas presididas por Fainé– corrigiera su propia nota de prensa publicada unos días antes. En esta segunda enfriaba un comunicado del día 2 de abril en el que anunciaba que el consejo de administración aprobaba un "principio de acuerdo" para entrar en el capital de la siderúrgica Celsa. La sociedad con la principal cartera de participaciones empresariales de España se autodesmentía al afirmar: "CriteriaCaixa quiere aclarar que la posible entrada en el capital de Celsa se encuentra todavía en fase de estudio por parte del equipo directivo y de gestión de la compañía, sin que hasta ahora se haya concretado nada al respecto. Esta operación se mantiene bajo análisis, al igual que ocurre con otros que se analizan en el curso de la actividad inversora habitual de CriteriaCaixa".
Ni dos semanas después, el pasado martes, dos días después del apagón histórico, La Caixa provocaba un terremoto en el sector empresarial catalán y español. Anunció que prescindía del consejero delegado de Criteria, Àngel Simón, menos de 15 meses después de haberlo nombrado. Asimismo, incorporaba como consejero para cubrir su vacante al presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, que en breve será nombrado vicepresidente ejecutivo de la sociedad, que gestiona una cartera de más de 30.000 millones de euros. También se conoció que otro implicado en la operación de Celsa, el presidente no ejecutivo de esta siderúrgica, Rafael Villaseca, pasaba a ocupar el mismo cargo en Veolia, la firma francesa propietaria de Agbar. Criteria tiene un 5% del capital del grupo francés desde hace unas semanas, después de haber probado infructuosamente hacerse con Agbar, de la que salió definitivamente en el 2014, al vender la última parte que le quedaba en Suez, hoy Veolia.
El compromiso con Celsa "fue la gota que colmó el vaso", explican fuentes conocedoras del deterioro de la relación entre Fainé y Simón. El presidente consideraba el de la siderúrgica un negocio que muy poco encaja en su estrategia inversora. De ahí su enfado cuando se dio por hecha la inversión y también el comunicado "de aclaración" remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según explican estas voces. Además, CaixaBank, de la que La Caixa es la principal accionista a través de Criteria, era junto a Santander, BBVA y Sabadell uno de los acreedores de este grupo. Celsa pasó de manos de la familia Rubiralta a las de los fondos, que compraron su deuda tras una decisión judicial histórica.
Los cambios en la cúpula de Criteria han sido el desenlace final del mandato de Simón, considerado hasta hace poco un hombre de confianza de Fainé. Varias fuentes le achacan haberse rodeado de directivos provenientes de Agbar, compañía que había presidido, y de haber desplegado una agenda propia y relaciones estrechas con los gobiernos de Pedro Sánchez y de Salvador Illa, que despertó los recelos de Fainé. Fuentes conocedoras del deterioro de las relaciones entre ambos aseguran que "no ha habido encaje entre Fainé y Simon". "Hacía días que la cosa no iba bien y las últimas operaciones no iban online con la filosofía que plantea Fainé", dicen. De forma muy ilustrativa, otra fuente explica que "hay matrimonios que duran 40 años y otros que duran uno". Y éste ha sido un ejemplo.
Uno de los indicadores de que la rotura no ha sido como suelen estar en La Caixa es el corto período de tiempo transcurrido desde que Simón fue nombrado. Habitualmente, los relevos en La Caixa tardan más. Ocurrió con Marcelino Armenter, a quien Simón relevó en enero del año pasado. Fue director general de Criteria de 2013 a 2023, y consejero delegado de 2019 a 2024. O con Juan Maria Nin, número dos de La Caixa de 2007 a 2014. O con Jaume Giró, actual diputado de Junts y ex consejero de Economía, que se incorporó al grupo La Caixa el 2 CaixaBank. También fue director general de la Fundación La Caixa de 2014 a 2019, cuando se rompió la relación con el presidente.
En todo caso, ha quedado claro que Fainé –su mandato al frente de la fundación que controla todo el grupo acaba en febrero del 2026, cuando tendrá 84 años– no quería que Simón se perfilara como su posible sucesor. "Es un gran directivo, pero tiene su forma de hacer", que no ha sintonizado con el presidente, dicen fuentes consultadas. En todo caso, durante este tiempo que ha estado al frente, Simón ha despertado a una Criteria que se había quedado dormida en los últimos años, con un plan estratégico hasta el 2030 y más dinamismo inversor, pero hacia una dirección y un estilo que se han ido apartando de Fainé.
El presidente de La Caixa, que impulsó el regreso de la sede social de la Fundación y de Criteria a Barcelona en marzo, estaba muy incómodo con la sincronía que había últimamente entre las operaciones dirigidas por Simón (cerca de una rama del PSC) y los deseos de los gobiernos de Sánchez e Isla. Además del caso de Celsa –con una Criteria en el rol de salvadora de una industria de gran peso en Catalunya y España, lo que suponía un alivio para ambos presidentes socialistas–, ha habido otros precedentes que han contribuido a dinamitar la relación.
Uno de los hechos más importantes que incomodaron a Fainé fue el aumento del peso de Criteria en el accionariado de Telefónica para hacer de contrapeso al desembarco de los saudíes de STC en el capital de la teleco. Y, especialmente, el nombramiento al frente de la operadora de Marc Murtra, otro directivo que se considera cercano a los socialistas. El cese de José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica, un ejecutivo apreciado por el presidente de La Caixa y patrón de la Fundación desde el 2022, tampoco gustó a Fainé, muy poco partidario de las interferencias políticas.
Al nuevo vicepresidente ejecutivo de la Fundación, Francisco Reynés, se le considera menos marcado políticamente que a su predecesor. Hay quien asegura que hace años que Fainé le señalaba como su preferido. En todo caso, este ingeniero industrial mallorquín de 62 años aporta "neutralidad política" y un perfil como "gestor profesional independiente", explican quienes le conocen. Está acostumbrado a mantener buenas relaciones con todos los colores políticos, puesto que controla negocios en muchas autonomías. Una buena pista sobre la apuesta por Reynés fue su nombramiento como patrón de la Fundación el 3 de abril. El directivo ocupará la vicepresidencia que dejó vacante al notario Juan José López Burniol en Criteria, que protagonizó una sonada dimisión en diciembre y que era otro de los hombres del círculo de confianza de Fainé hasta entonces.
Los hombres de Fainé
El presidente de La Caixa se fijó en Reynés cuando era consejero delegado de la cementera Uniland, a principios de 2000. Con 43 años le propuso como director general de recursos de la antigua Gas Natural en 2006. Sólo tardó un año en encargarle la gestión de Criteria CaixaCorp, de la que dirigió su salida. sociedad", explican quienes le conocen. El ejecutivo coincidirá en su nuevo cargo con otras personas de peso en el grupo con el que trabajó en Abertis, una compañía que transformó cuando todavía estaba participada por La Caixa y de la que escindió el negocio de las telecomunicaciones con la creación de Cellnex. Uno de ellos es Josep Maria Coronas, director general de la Fundación desde enero, un cargo que compatibiliza con el de secretario de su patronato y del consejo de administración de Criteria.
En Naturgy –donde Reynés continuará como presidente ejecutivo, y de hecho sólo cobrará por ese cargo– aseguran que la energética ocupará buena parte de su tiempo. También dicen que no se ha propuesto para el cargo en Criteria ni como sucesor de Fainé, si bien "es uno de los grandes pesos pesados del círculo de mayor confianza del presidente". Lo que ocurra en un futuro sólo el tiempo lo dirá, aseguran.