Banca

Ofensiva comercial del BBVA para 'vender' la opa

El banco de origen vizcaíno encarga al personal de oficinas que empuje a los accionistas a validar la ampliación de capital

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La emblemática sede del BBVA en Madrid.

Barcelona"Deje cualquier cosa que esté haciendo y póngase a llamar a los accionistas". Ésta es la orden, según ha podido saber el ARA, que ha recibido el personal comercial del BBVA este inicio de mes para encarar la opa. El primer objetivo en la larga carrera que debe culminar en la adquisición del Banc Sabadell es claro: que los accionistas del BBVA validen la ampliación de capital que debe servir para emitir las nuevas acciones con las que se pagaría la operación a los accionistas del banco catalán en caso de que prospere.

El BBVA quiere asegurarse un apoyo mayoritario a esta ampliación de capital en la junta general de accionistas del 5 de julio y ha pedido al personal de sus oficinas que llame a los accionistas. "Debemos llamar a cada accionista de la lista para procurar que vaya a la junta o delegue el voto en favor del banco", explican fuentes de los trabajadores. Las llamadas también incluyen, cuando es necesario, la explicación a los accionistas de cómo pueden realizar la gestión de forma telemática, en conversaciones que rondan los cinco minutos.

Como ocurre habitualmente con los equipos comerciales de toda la banca española, independientemente de la entidad, también esta gestión es supervisada de cerca: "Cada hora hay controles sobre los trabajadores para comprobar a cuántos accionistas han llamado", explican fuentes sindicales al mismo diario. "La plantilla está muy quemada", lamentan estas mismas fuentes.

Esta acción comercial para calentar la opa ha arrancado esta semana y se alargará hasta el lunes 24 de junio, momento en el que la estructura comercial del banco que preside Carlos Torres volverá a la actividad habitual de vender productos a los clientes.

Fuentes del BBVA afirman que este es el proceso habitual antes de todas las juntas de accionistas (habitualmente se celebran una vez al año) y que no se ha detenido la labor comercial que afecta al resto de productos.

Los empleados ante la opa

Aunque las grandes integraciones bancarias han venido históricamente acompañadas de fuertes recortes de plantilla (la fusión CaixaBank-Bankia se saldó con más de 6.400 salidas), las plantillas de los bancos no mantienen una oposición netamente contraria a la operación. Fuentes del mercado han situado en 5.000 a los trabajadores que perderían el trabajo si el BBVA comprara el Sabadell.

En los últimos días el BBVA ya ha puesto en marcha las gestiones ante los reguladores y las autoridades, y se ha dirigido ya a la CNMV, a Competencia y al Banco Central Europeo. En paralelo, durante esta semana el banco azul ha iniciado una intensa campaña de relaciones públicas en Catalunya para explicar la operación y buscar soportes. Su presidente, Carlos Torres, se ha reunido con figuras del mundo político, empresarial y mediático para explicar las virtudes de la operación y exhibir optimismo.

El Banc Sabadell, por su parte, se mantiene en su posición: que los accionistas tendrán un mayor beneficio dentro del banco catalán con sede en Alicante que en el BBVA. El Sabadell quiere anunciar muy buenos resultados del segundo trimestre a finales de julio, y en esta línea, el banco que dirige César González-Bueno anunciaba este miércoles que ha alcanzado un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones para dar hasta 400 millones de euros en créditos a pymes y empresas de capitalización media.

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