El Banco de España avisa que subir cotizaciones para mantener las pensiones puede acarrear más paro
El organismo supervisor apunta que el plan del gobierno para hacer sostenible el sistema puede ser "perjudicial"
MADRIDUno de los retos que tiene España es el del gasto público del sistema de pensiones y, en particular, cómo se cubre en el medio y largo plazo teniendo en cuenta que en unos años se jubilará la generación del baby boom, la más numerosa. La Comisión Europea, online con lo que ya ha anticipado la autoridad fiscal (Airef), considera que a pesar de la reciente reforma del gobierno español harán falta más ajustes para cubrir el coste del sistema. Esto exigirá activar un mecanismo que pasa principalmente por un incremento de las cotizaciones sociales. Sin embargo, el Banco de España trata de reojo esta opción: "Sostener la financiación del sistema de pensiones exclusivamente en el incremento de las cotizaciones sociales podría ser perjudicial para el empleo y la competitividad de la economía española", advierte el organismo supervisor en un nuevo capítulo delInforme anual 2023, publicado este martes al mediodía.
El ente supervisor que gobierna Pablo Hernández de Cos justifica su aviso teniendo en cuenta una simulación a través de la que concluye que "existe una relación entre los tipos efectivos de las cotizaciones sociales y la evolución del empleo" . "En particular, los resultados apuntan a que un incremento de un punto porcentual del tipo efectivo medio generaría, cuatro años después, una caída del número de ocupados de cerca de un 0,25%", dice el informe. Esto significa una "caída de unos 50.000 ocupados", según datos detallados por el propio Banco de España durante la presentación del documento a los medios de comunicación.
Los tipos de cotización son el porcentaje que se aplica sobre la base de cotización del trabajador para calcular la parte del sueldo que éste ingresa en la Seguridad Social. En el caso del Régimen General, donde se ubican el grueso de los afiliados, los principales tipos son el de contingencias comunes; el de formación y el de desempleo. Una parte de los tipos recae sobre el trabajador, y el resto sobre la empresa. Lo que contempla la reforma del gobierno español es que en caso de un desajuste y si no existe un nuevo acuerdo en el marco del diálogo social y el Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados se incrementará automáticamente la cuota del mecanismo de equidad intergeneracional. Desde el pasado año, esta cuota supone incrementar las cotizaciones hasta 0,6 puntos porcentuales durante diez años (se suma a las contingencias comunes). Sin embargo, la puerta quedó abierta a un incremento de hasta 1,2 puntos porcentuales a partir de 2029 y hasta 2050, momento en que el gasto tocará techo.
Pendientes del gasto
El próximo año está previsto que el Airef evalúe si es necesario activar el mecanismo de ajuste o no. Todo dependerá de si el gasto medio del sistema se desvía por encima de lo previsto (no debería superar el 15% del PIB durante el período 2022-2050). Si el Airef constata que existe un desvío, el gobierno español deberá identificar y pactar un conjunto de medidas para corregirlo. "Estas [medidas] pueden consistir en actuaciones dirigidas a incrementar los ingresos del sistema de pensiones, reducir los gastos [suele ir ligado a un recorte de las prestaciones] o una combinación de ambas opciones", apunta el Banco de España. "Si no se llega a ningún acuerdo, se producirá un incremento automático de las cotizaciones sociales ese mismo año", recuerdo el organismo supervisor. Una opción que critica frontalmente.
El Banco de España prevé que la tendencia al alza del gasto que se ha registrado en los últimos años se "prolongue" en las próximas décadas. De hecho, recalca que sus niveles han superado año tras año los informes sobre envejecimiento que elabora la Comisión Europea y que son la guía que utilizan organismos como Airef.
Sólo en 2023 las prestaciones contributivas, las no contributivas y las clases pasivas situaron el gasto del sistema de pensiones en el 13,1% del PIB. Las estimaciones de los principales organismos supervisores apuntan a un incremento del gasto de entre 3,2 y 4,7 puntos del PIB en 2050, mientras que las medidas vinculadas a los recursos o ingresos sólo supondrán un incremento de entre 1,3 y 1,7 puntos porcentuales del PIB.
Dudas sobre posponer la jubilación
Una de las medidas para reducir el gasto son los incentivos para alargar su vida laboral y posponer la jubilación más allá de la edad legal. A raíz de la reforma, esta opción se ha disparado. A modo de ejemplo, en 2023 el número de jubilaciones demoradas superó las 26.000, un 50% más que en 2022. Pero el ente supervisor reconoce que su "efectividad" está vinculada a una "incertidumbre muy elevada" ". Recomienda "profundizar" en el efecto de estos incentivos y avanza que "analizará" qué tipo de personas se acogen a ellos y por qué motivos.
Más esperanza de vida, pero también más "mala salud"
Sin embargo, desde el Banco de España no sólo se pone la lupa en el crecimiento de las pensiones por jubilación fruto de la salida del mercado laboral de la generación del baby boom, sino también en el conjunto de prestaciones sociales que las administraciones tendrán que afrontar teniendo en cuenta la evolución demográfica en España y la creciente "tasa de dependencia" (el peso de los mayores de 64 años sobre el total de la población hace disparar, también , el gasto).
Ante una población cada vez más envejecida, si las condiciones de salud en las que se envejece son peores, automáticamente crecerá el gasto asociado a la dependencia, en especial a ciertos cuidados como los de larga duración y los que han facilitar las actividades diarias. Además, hay que tener en cuenta que si bien España se sitúa entre las economías avanzadas con una mayor esperanza de vida (83,2 años), cuando se mira la esperanza de vida "en buena salud", los resultados son peores ( poco más de 60 años).
Fruto de ello, también será clave el peso de la población migrante en el mercado laboral. Según el Banco de España, para que la tasa de dependencia se mantenga constante durante los próximos 30 años, "el colectivo de nacidos en el extranjero en edad de trabajar debería ser tres veces superior al que contempla el INE en las sus proyecciones sobre población". Mientras que el INE prevé que España gane 10 millones de población migrante en edad de trabajar hasta 2053, el Banco de España estima que se necesitarían 24,5 millones de personas migrantes para mantener la tasa de dependencia y, por tanto, poder cubrir el gasto en pensiones.