Barcelona empieza la remontada turística

Cerca del 40% de los hoteles de la ciudad ya están abiertos, después de meses con solo un 10% de los establecimientos disponibles

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Un grupo de turistas pasea por el centro de Barcelona

BarcelonaEl futuro turístico de Barcelona se resume en tres mensajes: el buen ritmo de vacunación deja mucho espacio para el optimismo, todo irá más rápido de lo que se esperaba y se ha aprovechado el periodo de vacas flacas para repensar el modelo y asumir que mejor no ir a buscar a todo el mundo sino al visitante “que importa”.

Turismo de Barcelona ha presentado este lunes la campaña de promoción con la que se intenta sellar y mejorar las previsiones, que indican que este verano pernoctarán en Barcelona 2 millones de turistas: un tercio de los 6,1 millones que lo hicieron en el mismo periodo del 2019, pero más del triple de los 605.200 que durmieron en hoteles de la ciudad el tercer trimestre del año pasado. 

Todo apunta a que si la previsión falla será porque se habrá quedado corta. Según han apuntado los máximos responsables turísticos, Barcelona ya tiene entre un 35% y un 40% de sus hoteles abiertos (unos 160, en total, según el Gremio de Hoteles) con una ocupación media del 20%, aproximadamente. La tónica desde hace meses ha sido tener solo un 10% de estos establecimientos funcionando y con solo un 10% del espacio ocupado. “En estos momentos somos la segunda ciudad europea con más expectativa de reserva hotelera”, ha añadido Xavier Marcé, regidor de Turismo e Industrias Creativas en el ayuntamiento de la ciudad. A pesar de que el indicador es muy bajo respecto al 2019 y sitúa la ciudad por detrás de Madrid, Marcé ha dicho que es una buena noticia.

A todo esto suman haber detectado que las reservas empiezan a hacerse con una antelación de diecisiete días, cuando no hace tanto la dinámica era gestionar las escapadas solo cinco días antes de hacerlas. “Esta fecha tope va hacia atrás, esto significa que ya hay intencionalidad de viajar”, ha dicho Marian Muro, directora de Turismo de Barcelona. En resumen: después de “más de un año de actividad bajo mínimos, ya se empieza a notar esta reactivación”, ha reafirmado Eduard Torres, presidente de este mismo consorcio. 

Así lo perciben, también, las agencias de viajes. Desde la asociación que las aglutina y representa, ACAVE, aseguran que el hecho de que determinados mercados emisores hayan incluido Barcelona en sus programaciones se ha traducido en un repunte tanto en el interés en venir como en las reservas. "Sería muy bueno facturar entre un 30% y un 40% respecto al 2019, que siempre será el punto de referencia", dice Martí Serrate, presidente de la entidad. Para conseguirlo, hará falta que se resuelvan varios aspectos clave: la unificación de criterios en la Unión Europea sobre qué gente puede viajar ("vamos tarde", critica Serrate), las negociaciones para hacer corredores sanitarios con ciertos países o la reactivación de los cruceros, ámbito en el que esperan las primeras pruebas piloto entre finales de junio y principios de julio.

Según Jaume Collboni, primer teniente de alcaldía, el sector irá mejor y más rápido de lo que pensamos ahora: “Este verano será un verano con mucho turismo nacional, por eso lanzamos la campaña [publicitaria] al turismo nacional, pero estaremos en un escenario mejor de lo que se había previsto inicialmente”. Lo ha especificado porque la estrategia de Turismo de Barcelona es dirigir inmediatamente los anuncios al público español: primero porque es el que ya no tiene ningún impedimento para venir a Barcelona y segundo porque han detectado que lo que más repunta es el turismo local. De cara a junio tienen previsto empezar las aproximaciones al Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, entre otros. 

Turismo de calidad 

A pesar de tener claro cuáles son los destinos europeos en los que hay más público potencial (porque siempre han sido buenos emisores de turistas para Barcelona), la novedad es que en esta última campaña se incluye la manifiesta intención de atraer solo a un tipo de turismo: un turismo centrado en la cultura, la arquitectura y la gastronomía, por ejemplo. El tiempo que ha dado la pandemia, ha dicho Collboni, ha permitido trabajar en una estrategia de reactivación dirigida “al turismo de calidad que interesa a la ciudad”. 

“Quizás Barcelona ya no puede ir a buscar a todo el mundo, sino al turista que le importa”, ha dicho Marian Muro. “Lo que hacemos es dirigirnos a los públicos que estamos convencidos de que se tienen que atraer desde el punto de vista del turismo de calidad que queremos”, ha insistido Collboni, que esta vez ha especificado algo más: viajes familiares, de personas que consuman cultura y de gente joven siempre que aprecie el destino y haga cosas interesantes. 

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