Bruselas receta a España prudencia fiscal para salir de la crisis
La Comisión pide priorizar las inversiones a través de los fondos europeos debido al elevado nivel de deuda pública
BruselasSolo tres países de la Unión Europea cumplen a estas alturas el límite del 3% del déficit público que estaba previsto antes de que estallara la pandemia del coronavirus, porque todos se han centrado en frenar el impacto de la crisis con ayudas públicas. España, sin embargo, ya arrastraba elevados niveles de deuda y déficit que todavía se han disparado más, y por eso la Comisión Europea la avisa de que tiene que ser "prudente" a la hora de seguir gastando a partir de 2022 para apuntalar la recuperación. Bruselas recomienda así priorizar el uso de fondos europeos para evitar los riesgos asociados a un aumento todavía mayor de la deuda pública. España cerró el 2020 con una deuda pública del 120% de su PIB y el déficit más elevado de la UE (un 11%).
Los fondos antipandemia empezarán a llegar previsiblemente el mes que viene, después de que la Comisión Europea haya obtenido ya la luz verde de los veintisiete países de la UE para poder empezar a emitir deuda este junio. Así, España podrá recibir este julio los 9.000 millones de euros que corresponden a su primer adelanto, del total de los 140.000 millones que le corresponden del conjunto de los fondos. Este es el dinero que la Comisión Europea recomienda utilizar de manera prioritaria a la hora de seguir apoyando la economía en 2022 y en 2023 para apuntalar la recuperación económica pospandemia.
El ejecutivo comunitario pide a España prudencia vistos sus "desequilibrios" y "vulnerabilidades" en términos de deuda, su elevada tasa de paro y el impacto más duro de la crisis en una economía altamente dependiente del turismo. De manera particular, Bruselas recomienda a España que priorice "reformas estructurales" que contribuyan a la "sostenibilidad" de las finanzas públicas y también a fortalecer los sistemas públicos de protección social y sanitaria. España prevé reducir el déficit público hasta el 5% en 2022 y la deuda hasta el 115,1% del PIB también el año que viene, unas proyecciones alineadas con las de la Comisión Europea.
Las normas de déficit, suspendidas hasta 2023
A pesar de esto, no hay límites numéricos en ningún sentido, porque hay que recordar que las normas de déficit (es decir el Pacto de Estabilidad) están suspendidas y seguirán así hasta 2023, justamente para permitir que las instituciones públicas sigan ayudando a sus economías, tal como ha confirmado este miércoles Bruselas. La preocupación de la Comisión Europea es, de hecho, que estas políticas de apoyo se retiren antes de tiempo, y por eso pide no actuar de manera "prematura", como ha repetido varias veces el Banco Central Europeo. Además, la expectativa de la Comisión y de algunos países como España es que se aproveche este compás de espera para revisar y reformar estas normas, a pesar de que el propio comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha reconocido que conseguir el consenso será difícil. "Queremos relanzar la discusión y ver cómo podemos simplificar las normas", ha dicho a su vez el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis.
Esto no excluye que, al mismo tiempo, Bruselas pida que, tanto como sea posible, las políticas fiscales empiecen a vascular hacia una "sostenibilidad" mayor, es decir, que empiecen a pensar en la reducción del déficit y la deuda a partir de 2022, cuando la propia recuperación económica irá reduciendo los déficits públicos. El ejecutivo comunitario pronostica que, a pesar de hacerlo a diferente ritmo, todos los países de la UE habrán recuperado los niveles de PIB prepandemia a finales del año que viene. "Todos estamos repitiendo el mantra de no retirar de manera prematura las medidas de apoyo fiscal, pero al mismo tiempo también sabemos que tenemos que ir virando gradualmente hacia una política más específica", ha dicho Gentiloni.
"La situación se ve más clara de lo que esperábamos, el ritmo de vacunación avanza", ha celebrado este miércoles Dombrovskis, que ha puesto en valor el impacto de las medidas de apoyo tomadas tanto por los gobiernos europeos como desde la UE con el fondo de recuperación.