Cierra la emblemática cadena de zapaterías Padeví

Después de casi 60 años de historia, la emblemática cadena de zapaterías Padeví, que ha formado parte del paisaje comercial de Barcelona durante décadas, cerrará todas sus tiendas y dejará sin trabajo a más de una decena de personas. Se trata de tres locales, todos ubicados en el área metropolitana de Barcelona. De hecho, dos de ellos están situados en dos de las vías más comerciales de la capital catalana y con más de cuatro décadas de vida son los más antiguos de la cadena: el de la calle Pelai, número 8, y el de la calle Portaferrissa, número 24. La tercera tienda está ubicada en la carretera de Collblanc, número 13, en l'Hospitalet de Llobregat.

En los tres locales ya han colgado el cartel de "liquidación por cierre" pero, según fuentes próximas a la empresa, todavía no se ha comunicado al personal qué día concreto bajarán las persianas por última vez. Dependerá, aseguran estas fuentes, de la liquidación del stock que todavía tienen en las tres tiendas. "Es cuestión de semanas", añaden las mismas voces. El ARA se ha puesto en contacto este lunes con la compañía pero no ha conseguido hablar con sus responsables. Hasta tres fuentes diferentes de la empresa, sin embargo, han confirmado el cierre a este diario.

Esta liquidación se produce un mes después de que la cadena ya bajara las persianas de otra de sus históricas tiendas, la de la Plaça Francesc Macià de Barcelona, en la esquina con Diagonal. En este caso el local, sin embargo, ya tiene la empresa que le cogerá el relevo. Se trata de Camarasa Fruits, que tal como avanzó este diario abrirá un macroespacio gastronómico, formado por un espacio de comercio y otro de restauración, que ocupará las tres plantas de la tienda.

Según su página web, Padeví se empezó a dedicar al mundo del calzado y accesorios en 1963. La cadena, con sede en Sant Just Desvern, abrió la primera tienda en la calle Pelai a principios de los 80, uno de los locales más grandes de calzado que había en ese momento en la ciudad. De hecho, en la década de los 80 la empresa vivió su máximo esplendor y llegó a tener hasta nueve locales, todos ubicados en vías muy comerciales tanto de Barcelona como de l'Hospitalet de Llobregat. En la capital catalana, aparte de los de la calle Pelai y Portaferrissa, tenía un segundo local en la calle Pelai y dos más en la de Sants. En cuanto a l'Hospitalet de Llobregat, contaba con dos tiendas en la Avinguda de Miraflores, otra en Rosa d'Alexandria y una cuarta en la calle del doctor Martí Julià.

Tres años complicados

Los tres últimos años han sido complicados para la cadena, que cerró en 2019, los últimos resultados hechos públicos, con unas ventas superiores a las del año anterior hasta lograr los 1,1 millones de euros pero también con más pérdidas, poco más de 100.000 euros, 17.000 más que en 2018. En cuanto al ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses y otros conceptos), fue negativo tanto en 2019 (cerca de 90.000 euros) como en 2018 (más de 72.000 euros). Según fuentes próximas a la empresa, desde los atentados que hubo en la Rambla en agosto de 2017 las ventas se vieron afectadas sobre todo en los dos locales situados en el centro de la ciudad. Esto, sumado a la crisis del covid, que ha castigado especialmente al sector comercial por las continuas restricciones para hacer frente a la pandemia, ha sido la estocada final para la cadena.