Financiación autonómica

Varios expertos aseguran que la propuesta de financiación singular no tiene "nada que ver" con el concierto vasco

Economistas de la UB defienden que Cataluña puede tener un modelo propio y diferenciado del resto de comunidades autónomas

Maite Vilalta, profesora de la UB y experta en financiación autonómica, este viernes en Barcelona.
24/10/2025
4 min

Barcelona"La aportación de Catalunya se realizará a través de un porcentaje de los impuestos. No nos quedaremos todos los impuestos". Así ha descrito la profesora de economía pública de la Universidad de Barcelona (UB), Maite Vilalta, la principal diferencia entre la propuesta de financiación singular para Catalunya pactada entre PSC y ERC y el modelo de concierto que tienen País Vasco y Navarra. Vilalta, que es miembro del grupo de expertos nombrado por la Generalitat para diseñar el nuevo modelo, ha reiterado que la propuesta acordada es muy distinta a la de los modelos de las dos comunidades forales.

"El modelo pactado nada tiene que ver con los dos pilares que definen al modelo foral", ha explicado. Estos dos pilares son, por un lado, que País Vasco y Navarra controlan el 100% de la recaudación de impuestos y, en segundo lugar, el llamado cupo, que es la cantidad de dinero recaudado que las administraciones forales transfieren al gobierno español para compensar el gasto del Estado en sus respectivos territorios y en servicios comunes (por ejemplo, el ejército o la diplomacia). Estos dos elementos no están presentes en el pacto entre ERC y PSC. "Estas dos diferencias son tan sustanciales que decir que el modelo singular de Catalunya es una réplica del concierto o del convenio es totalmente irregular o falso", ha dicho Alejandro Esteller, catedrático de economía de la UB y también miembro del grupo de expertos de la Generalitat.

Si se acaba concretando como en el texto del acuerdo, la financiación singular de Cataluña hará que los ciudadanos y empresas catalanes paguen todos sus impuestos a la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC), como ocurre en las dos comunidades forales. Ahora bien, la diferencia radica en que, siempre según la propuesta pactada, la ATC transferirá un porcentaje de los impuestos recaudados directamente a las arcas de la Generalitat y otra a las del Estado. Este porcentaje es el que deberá acordarse en el ámbito político y técnico para cubrir el gasto de las dos administraciones en Cataluña.

Es decir, sobre el papel, el modelo nuevo mantendrá un sistema "similar al que tenemos ahora", en el que hay una cesta de impuestos recaudados y Estado y autonomías pactan qué proporción de cada tributo se quedan, indicó Vilalta. Sin embargo, Esteller y Vilalta han recordado que la propuesta de financiación singular no es una simple actualización del modelo vigente ahora (aprobado en 2009), sino que pretenden que haya una "mejora sustancial" de los ingresos que reciba la Generalitat, además de otros elementos que representarían cambios profundos del modelo, como la inclusión del principio de ordinalidad.

El modelo también prevé que, en los tributos que controle, la Generalitat gane capacidad normativa para modificarlos. "Eso sí se acercaría más al modelo foral", ha explicado Vilalta.

Una singularidad posible

Vilalta es una de las autoras del informe Modelos singulares de financiación subcentral publicado por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB) de la UB sobre modelos de financiación singular en el mundo, que han coordinado Esteller y Marta Espasa, profesora de hacienda pública de la UB, ex secretaria de Hacienda de la Generalitat y actualmente también miembro del grupo de expertos del Govern. El estudio, presentado este viernes en Barcelona, ​​profundiza en el modelo de financiación de tres territorios distintos: Navarra, cuyo modelo foral como el vasco; Quebec, la principal provincia francófona de Canadá, y Escocia, donde en 2014 se celebró un referéndum pactado sobre la independencia del Reino Unido.

Uno de los puntos del informe es constatar que "puede existir un país federal cohesionado que conviva con singularidades", ha dicho Espasa. De hecho, la actual legalidad española ya incluye tres modelos diferenciados: ambos forales y el caso de Canarias. La exsecretaria de Hacienda también ha recordado que un modelo que dé más competencias fiscales y más recursos a la Generalitat tendría pros y contras: "Más autonomía fiscal también debe comportar más riesgo fiscal", ha indicado.

"Podemos tener mucha descentralización, pero si se queda en administrativa, no ganamos fortaleza financiera. Si se queda corta, deberemos avanzar en la singularidad porque quizás no todas las comunidades autónomas quieren más responsabilidad [fiscal]", ha añadido Esteller. Igualmente, el catedrático de la UB ha recordado que el pacto entre PSC y ERC incluye una aportación de la Generalitat a la "solidaridad" interterritorial, pero no está en todos los sistemas (por ejemplo, el de EE.UU.): "No todos los países federales tienen solidaridad, pero a través de la Constitución y otras leyes nos hemos autoobligado".

En este sentido, por ejemplo, el modelo de Quebec prevé que sea la única provincia canadiense que recauda los impuestos, además de tener capacidad para modificar el IRPF y otros impuestos, pero que depende de transferencias directas del gobierno canadiense. En el caso de Escocia, tras el referéndum de independencia de 2014, en el que la mayoría de la población votó a favor de permanecer en Reino Unido, el gobierno británico aprobó una ampliación de la capacidad normativa del ejecutivo escocés sobre varios impuestos, sobre todo el impuesto sobre la renta para que Edimburgo no dependiera financiado las arcas escocesas.

En cuanto al modelo navarro, el profesor de economía de la Universidad Pública de Navarra y coautor del informe, Pedro Pascual, ha explicado que da al gobierno foral "el máximo nivel de autonomía financiera" posible, lo que sitúa a este territorio y al País Vasco al frente de los recursos por persona que tienen sus administraciones autonómicas. Por contra, Pascual critica que el modelo es "muy opaco" y lo ha comparado con una "caja negra". En este sentido, ha remarcado que las autoridades fiscales navarras "no quieren dar información": "Existe una cultura intrínseca en la hacienda foral de Navarra que no ha cambiado en muchos años", ha concluido.

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