El influyente Luis Conde vuelve a la presidencia ejecutiva del despacho de cazatalentos que fundó
Eduardo Antunovic deja el cargo de consejero delegado al frente de Seeliger y Conde


BarcelonaCambios en la cúpula de Seeliger y Conde. El fundador del despacho de cazatalentos barcelonés, Luis Conde, volverá a ejercer como presidente ejecutivo. Según ha podido saber el ARA, no es el único cambio que vivirá la compañía: el hasta ahora consejero delegado, Eduardo Antunovic, pierde esa condición y pasa a ser solo consejero. Antunovic empezó a desempeñar este rol después de que en el 2023 Luis Conde vendiera a la multinacional neoyorquina Kingsley Gate la empresa que había fundado a finales de los 80 con Gerardo Seeliger.
El Registro Mercantil muestra otros movimientos en la empresa, como la revocación del cargo de consejera de Francesca de Arcangeli y el nombramiento como consejero de Miguel Ángel Sánchez-Arcilla. El despacho de cazatalentos no ha explicado las razones del cambio de máximo ejecutivo. Fuentes cercanas a la empresa aclaran que la empresa crece "a doble dígito" y recuerdan que históricamente no había tenido consejero delegado. Otras voces consultadas por este diario apuntan a que en los últimos tiempos el despacho había perdido pistonada.
Luis Conde (Barcelona, 1950) es una de las figuras más influyentes de la economía catalana tanto por los diferentes cargos que ha ostentado como, sobre todo, por su agenda de contactos, que catapultó a la empresa donde también trabajó como socio casi desde su fundación Sixte Cambra. Durante años, Conde ha sido el gran buscador de directivos de las grandes empresas catalanas, tanto del Ibex 35 como de las no cotizadas y familiares. De hecho, el encuentro que organiza anualmente en su casa de la Fonteta (Baix Empordà) es cita inexcusable para los principales políticos y empresarios de Madrid y Barcelona y habitualmente se reúnen medio millar de invitados.
Seeliger y Conde facturó 5,9 millones de euros y tenía 21 trabajadores en el 2022, último del que hay datos en el Registro Mercantil. Según publicó en su día El Confidencial, Conde quiso vender la empresa por cerca de 10 millones de euros, pero tuvo que rebajar expectativas con la llegada de Kingsley Gate.