Innovación

De unos bajos de Bellpuig a gigante de los sistemas de riego

Sistemas Electrónicos Progreso, con sede ahora en el Palacio de Anglesola y dirigida por las hijas de los fundadores, ha duplicado la plantilla en la última década

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Judith Solsona y Ester Segarra en la empresa Sistemas Electrónico Progreso

Palacio de AnglesolaEnric Segarra y Jaume Solsona eran muy jóvenes cuando se conocieron en los 80 trabajando para un laboratorio de aplicaciones electrónicas de Bellpuig. Ambos eran hijos de campesinos y decidieron emprender su propio camino en un sector que entonces era muy incipiente: la agrónica, concepto que define la aplicación de la electrónica, la informática y las telecomunicaciones en la agricultura. Pensaban que sería su futuro. Y no se equivocaron.

Los bajos de una casa de Bellpuig, de tan sólo 40 metros cuadrados y que había sido la sala de juegos de una de sus hijas, se reconvirtió en enero de 1985 en la primera sede de Sistemas Electrónicos Progreso. Debía ser el lugar donde manufacturar los primeros equipos de control electrónico del agua y los fertilizantes, de cámaras frigoríficas e incluso de los motores diésel de una finca. Poco a poco, los dos emprendedores se fueron especializando en diseñar sistemas de telecontrol de riego con alta tecnología.

Hoy en día, la firma acumula 200.000 dispositivos vendidos, la mayoría en España, pero también en la Europa mediterránea y con la creciente voluntad de entrar en el mercado internacional. Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Turquía, México, Perú, Argentina, Chile, Angola, Mozambique, Corea del Sur y Kazajistán han sido ya algunos de los destinos exóticos de sus mecanismos. La exportación representa por el momento tan sólo el 25% de su facturación, con ansias de aumentarla. Su actual cartera de clientes supera a las 600 empresas, que se dedican a la distribución e instalación de sus sistemas entre los campesinos.

Esta empresa de humildes orígenes ha tenido un crecimiento lento, pero incansable. En 1994, aún con sólo siete empleados, recibió el tercer Premio a la Tecnología de la Generalitat, siendo una de las firmas más pequeñas en recibirlo. Sus instalaciones fueron ampliándose en la medida en que lo hacía la producción. Agrónico, su producto estrella, fue haciéndose fuerte en el mercado en sus versiones cada vez más actualizadas, hasta llegar a las actuales, que permiten a los agricultores gestionar el riego y la fertilización de sus fincas con el ordenador o el móvil.

Un trabajador de la empresa Sistemas Electronics Progres
Emprenem, empreses, Sistemes Electronics Progres, empresa industria del sector agricola sitiada a Lleida, al El Palau, empresa dedidaca a fer programador de reg. Treballadors, insdustria, programadors de reg, aigua, sequera, gestio de l'aigua, electronica, xips. Treballadors fent diferents tasques, magatzem, taller d'electronica, ensamblatge d'equips, servei postventa, diseny, electronica, soldar. Diari ARA, Marc Rovira
Emprenem, empreses, Sistemes Electronics Progres, empresa industria del sector agricola sitiada a Lleida, al El Palau, empresa dedidaca a fer programador de reg. Treballadors, insdustria, programadors de reg, aigua, sequera, gestio de l'aigua, electronica, xips. Treballadors fent diferents tasques, magatzem, taller d'electronica, ensamblatge d'equips, servei postventa, diseny, electronica, soldar. Diari ARA, Marc Rovira

El relevo de las hijas

Pero, como dijo Aristóteles, "el verdadero discípulo es el que supera al maestro". La frase es aplicable a las dos familias de Bellpuig, que han visto cómo sus hijas han provocado el mayor crecimiento de la historia de la empresa en la última década.

Ester Segarra es su actual gerente y Judit Solsona, la jefa de marketing. La primera asumió su rol meses después de la jubilación de Enric en el 2014. "Cuando yo tenía seis años y veía a mi padre trabajando en los bajos de casa, descubrí que quería ser como él", recuerda el actual gerente. En 2016 desembarcó Judit Solsona para desarrollar el área de comercialización y promoción de los productos de la empresa. Y ahora juntas consolidan lo que sus padres empezaron.

En los últimos diez años, el nuevo tándem ha duplicado su plantilla hasta los 70 empleados y ha terminado inaugurando una planta de grandes dimensiones a pie de la autovía A-2 en el término del Palau d'Anglesola. En 2023 la empresa facturó 8,4 millones de euros, según datos del Registro Mercantil.

El relevo generacional está siguiendo la propia filosofía de los fundadores de la empresa. El suyo es un cambio lento, pero sin pausa. En el engranaje de la empresa todavía quedan algunos de los pilares fundacionales, como Salvador Cabrol, un empleado que se incorporó en 1986 y que sigue en activo. Están orgullosas de haber consolidado a un equipo humano fiel y satisfecho con la dirección, aunque admiten las dificultades crecientes de encontrar nuevos talentos.

Sistemas Electrónicos Progreso.

Pagesia telemática

La mitad de sus trabajadores son técnicos en electrónica y, en el departamento de diseño, están dedicadas doce personas, la mayoría con estudios de ingeniería informática, electrónica y telecomunicaciones. "En los últimos años hemos notado una creciente dificultad en encontrar estos perfiles profesionales, pero nos coordinamos mucho con las universidades y escuelas de formación profesional para captar los talentos –argumenta Ester Segarra–. Muchos no creen que se puede tener un buen futuro laboral en el mundo rural".

Las hijas de los fundadores han abierto ya su propio camino. Hace tan sólo dos años que han creado a medias con el grupo Mat Holding la empresa Vegga. Han invertido tres millones de euros para desarrollar una nueva herramienta que permita a los agricultores, con datos telemáticos ya tiempo real, gestionar sus fincas de una forma técnicamente acertada y con un solo clic. Se están acercando a lo que sus padres escribieron en 1985 en un artículo en el que pronosticaban que "habrá un día en que el campesino irá al campo solo de visita".

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