Choque legal por las tazas de unicornios y mensajes cursis entre Mr. Wonderful y Ale-hop
La compañía catalana ha demandado a la valenciana por imitar sus diseños, pero de momento ha perdido ante la justicia


Una agenda con una margarita alegre que te dice que "sonrías" porque "todo irá bien". Una esterilla que te da la bienvenida a casa diciendo que "si vienes de buen rollito puedes pasar". Una libreta con letras doradas que te anima a "perseguir tus sueños". Un bolígrafo clic rosa que te recuerda que "disfrutes de las cosas pequeñas de la vida". Los productos expuestos en las baldas de cualquiera de las tiendas de Ale-hop en Cataluña siempre reciben a sus clientes con una buena dosis de autoayuda, mensajes azucarados y colores pastel en forma de material de oficina y objetos para el hogar. escultura de una vaca a tamaño real que hay en el exterior de sus locales, se ha convertido en otro de los estándares del consumismo cursi. Pero eso mismo le ha valido una batalla legal con otro tótem de esta tendencia. en España: Mr. Wonderful.
La compañía catalana de regalos comenzó en el 2021 una particular guerra judicial contra Ale-hop, primero en el juzgado mercantil número 5 de Valencia, en la que la demandó por copiar sus diseños y mensajes de optimismo extremo. Wonderful asegura que se trata de un caso de competencia desleal porque su rival le imita, genera confusión entre los consumidores y se aprovecha su reputación. "La resolución definitiva de este caso creará un precedente en cuanto a la protección de la originalidad y el diseño de Mr. Wonderful, pero también de otras muchas compañías, que ven cómo su esfuerzo creativo e intelectual es copiado de manera sistemática por terceras empresas en beneficio propio", aseguraba entonces en el diario Cinco Días Adriana Medir, en ese momento directora legal de la empresa demandante.
Mr. Wonderful perdió ese primer combate en el juzgado mercantil. También el segundo, en la Audiencia Provincial de Valencia, que también dio la razón a Ale-hop. En esta sentencia, la jueza determinó que ambas empresas no son las únicas "que comercializan objetos que incorporan dibujos y mensajes" y destacó otras marcas que compiten en el mismo sector con productos similares como Maku Mura, Be Happy, Lovely Story, Qué Way, Supermolon y Mr Cool. "Sin perjuicio de sus respectivas particularidades, todas utilizan dibujos humanizados (incorporando ojos y expresión) de frutas, otros alimentos (baldosas de chocolate, donuts, galletas...), estrellas, corazones, unicornios, jarras de cerveza y, en una proporción importante, los combinan con mensajes positivos", remarca la resolución de la Audiencia.
Debate sobre la propiedad industrial
Tatiana Villate, abogada y agente de la propiedad industrial del despacho Tecnopatent, valora el caso que enfrenta a Mr. Wonderful y Ale-hop y defiende que "un estilo no se puede proteger". "También nos preguntan mucho si se puede proteger una idea de negocio, pero si pudieras sólo existiría una hamburguesería o un comercio que vende un producto por internet", apunta. Mientras que una empresa puede blindar su marca, un eslogan o un diseño concreto, es más complicado hacer lo mismo con una forma de proyectarse en el mundo. "Eso limitaría mucho al mercado", dice. Villate opina, además, que la propia Mr. Wonderful se inspiró en la tendencia japonesa kawaii, en los que es habitual ver objetos inanimados que cobran vida con ojos brillantes y mejillas rosadas. "Los tonos pasteles o trazos infantiles son estilos comunes, que alguien los adapte forma parte de la evolución de la libre competencia".
Para Villate, el elemento clave para determinar la fina línea que separa una imitación de un diseño propio es si Ale-hop ha creado confusión y hace pensar a los clientes que su producto es realmente de Mr. Wonderful. "Los locales son totalmente diferentes, el precio no tiene nada que ver y en cada producto se identifica la marca. Que intente aprovechar el tirón y suba al tren de un estilo que es popular no significa que haya competencia desleal", dice el agente de la propiedad intelectual. En este sentido, recuerda que la sentencia también señaló que en el catálogo de Ale-hop de 2010 —antes del boom de Mr. Wonderful- ya había diseños que combinaban algunos de los dibujos, textos y colores por los que se le ha demandado.
De todos modos, Mr. Wonderful ha decidido utilizar su última bala: apelar al Tribunal Supremo. Cómo avanzaba Cinco Días, la sala civil ya ha admitido a trámite sus recursos contra la sentencia valenciana, que la empresa catalana impugnó por "infracción procesal". La compañía también planteó la posibilidad de presentar una cuestión prejudicial en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para esclarecer si la interpretación que se ha hecho de la ley española cumple la directiva europea sobre prácticas comerciales desleales.
Fuentes de Ale-hop aseguran alEmpresas que están "muy tranquilos" en lo que se refiere a este litigio y recuerdan que tanto el juzgado mercantil número 5 de Valencia como la Audiencia ya concluyeron que ellos no hacen competencia desleal. De hecho, destacan que la compañía de la vaca inició su actividad comercial en 2001, una década antes que Mr. Wonderful. "Respetamos el procedimiento judicial, al igual que respetamos que tienen el derecho de llevarlo a la justicia y elevar la cuestión al Tribunal Supremo", dicen desde Ale-hop. También insisten en que esta trifulca en los tribunales no ha tenido ningún tipo de afectación en su negocio: "Nosotros estamos muy contentos con nuestro crecimiento, que siempre ha sido sostenido y prudente". La cadena cuenta con más de 340 tiendas en España, Portugal, Italia y Croacia.