¿Quién está detrás de la marca CAT que se ve en todas las obras de Cataluña?
Carterpillar empezó fabricando tractores y sustituyó a las ruedas por cadenas
BarcelonaDe vez en cuando, los vecinos de la Sagrada Família ven correr alguna dentro del recinto en obras del templo. También se mueven por la Sagrera, la Via Laietana y la ronda Sant Antoni, en Barcelona. De Glòries, ya se han ido. Cuando en algún lugar existen obras, es muy frecuente encontrar las excavadoras amarillas CAT. Las tres letras de la marca lucen tatuadas en el brazo articulado de estas máquinas pesadas, pero también en los laterales de camiones de obra, palas cargadoras, compactadoras, dragalinas y más vehículos de gran tonelaje para la construcción. Aunque pueda parecerlo, CAT no tiene nada que ver con Catalunya ni con la palabra inglesa para referirse a los gatos. De hecho, antes que con los felinos, la compañía guarda una estrecha relación con un animal más pequeño: CAT es la marca principal de Caterpillar, que significa oruga en inglés.
Con casi 140 años de historia, es el fabricante de maquinaria para la mayor construcción del mundo. Las cifras son de escándalo: tiene más de 10.000 trabajadores y el pasado año facturó 62.492 millones de euros. Además, tintó las cuentas de verde con 9.631 millones de beneficios. Para los expertos, los alimentos que engordan a este gigante son la innovación continua, la diversificación y la presencia global. "¿Quién no conoce a Caterpillar? Incluso es habitual ver a niños jugando con réplicas de sus excavadoras en los arenales de los parques", corrobora Carolina Luis-Bassa, directora del máster de marketing de la UPF - Barcelona School of Management.
De los caballos a los tractores
El origen de Caterpillar es necesario ir a buscarlo a finales del siglo XIX, en California. En 1890, el inventor Benjamin Holt puso a la venta el primer tractor de vapor del mundo. Conduciéndolo, los agricultores podían aumentar la productividad y abaratar los costes de la cosecha. Dado que las ruedas del primer modelo a menudo quedaban atrapadas en el barro, Holt se empescó un sistema de cadenas como el que hoy utilizan los tanques. Lo patentó y lo bautizó con el nombre de Caterpillar, por la semejanza que tenían los vehículos con la manera de moverse de las orugas.
El primer competidor que le apareció fue el ingeniero y empresario Clarence Leo Best, que lanzó una línea de tractores que funcionaban con gasolina. En vez de pelearse, decidieron juntarse. El paso lo dieron en 1925, una vez terminada la Primera Guerra Mundial. Best tenía mucha experiencia en el mercado doméstico, una gama de productos muy extensa y una red de distribución sólida; Holt, unas instalaciones de última generación y la reputación mundial que le había dado la patente de su Caterpillar. Con el nombre de Caterpillar Tractor Company, la fusión hizo que salieran fortalecidos de la posguerra. La apuesta por innovaciones como los motores diésel lo acabó de redondear: a mediados del siglo pasado, Caterpillar era el mayor fabricante del mundo de este tipo de motores.
El porqué del amarillo
Si hoy, cuando pensamos en una excavadora, la imaginamos de color amarillo es gracias a Caterpillar. Hasta el 7 de diciembre de 1931, todas las máquinas que fabricaba la compañía eran de color gris con toques semillas. Pero, a partir de ese día, optaron por pintarlas de amarillo, un color que permitía identificar sus vehículos a mucha distancia. En 1950 llegó el retoque final: en lugar de escribir Caterpillar pusieron CAT, más rápido de leer y recordar. "Su logotipo es reconocido mundialmente y transmite calidad y fiabilidad", analiza Luis-Bassa.
Durante el siglo XX, sus máquinas fueron clave para construir las autopistas interestatales que atraviesan Estados Unidos, acueductos como el que abastece de agua a la ciudad de Los Ángeles e incluso a los grupos electrógenos que alimentaron la misión Apollo XI en la Luna. Cuando, después de la Segunda Guerra Mundial, el sector de la construcción se reactivó en Estados Unidos, Europa y Asia, CAT creció como la espuma y abrió empresas subsidiarias en todo el mundo. Hoy sigue siendo muy popular. "Ha apostado por dar a conocer la marca al público en general desde los primeros años de vida, con la venta de modelos en miniatura y juguetes de su marca", señala Luis-Bassa: "También invierte en spots televisivos, participa en ferias , publica en las redes sociales y comercializa ropa de trabajo con el logo de la marca".
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1890
El inventor Benjamin Holt construye su primer tractor con motor de vapor.
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1904
Holt coloca cadenas en las ruedas y sus vehículos reciben el nombre de Caterpillar.
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1910
Clarence Leo Best compite con Holt con tractores de gasolina.
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1925
Holt y Best se fusionan y constituyen la Caterpillar Tractor Co.
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1931
Los vehículos de Caterpillar pasan a ser de color amarillo.
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1970
Las ventas de la compañía en el exterior superan a las ventas en Estados Unidos.
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2023
Con más de 10.000 trabajadores, la empresa factura más de 60.000 millones de euros.