Hablemos de dinero

Dolors Camats: "Cuando encuentras un trabajo que te gusta mucho, económicamente es una trampa"

La exdiputada por ICV explica al ARA su relación con el dinero

Júlia Riera Rovira
3 min
Dolores Camats

La exdiputada de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) Dolors Camats (1971) explica que nació en una familia trabajadora, con una abuela vinculada al movimiento obrero y unos padres tenderos. “El entorno económico es del valor del esfuerzo, del trabajo, del ahorro. Todo muy austero y sobrio porque vienen de familias que han trabajado mucho, unos en la tierra y otros en la fábrica”, detalla en una conversación con el ARA. “Yo desde muy pequeña, cuando apenas llegaba detrás del mostrador, fui con mi madre a la tienda y trabajé”, recuerda Camats. Y con la primera nómina le compró un anillo. "Me hace ilusión porque todavía lo lleva", explica.

Con sólo 18 años se adentró en el movimiento asociativo como monitora en intercambios internacionales cuando cayó el muro de Berlín. "A veces esta actividad era remunerada ya veces no, lo hacía porque me gustaba", puntualiza Camats. Y sigue: “Cuando encuentras un trabajo que te gusta mucho, económicamente es una trampa, porque lo haces aunque sea sin cobrar”.

La carrera profesional de la política catalana se fue profesionalizando hasta entrar a trabajar en el Consejo de la Juventud de Barcelona. Entre otros proyectos, trabajó en el ámbito de la economía social en una cooperativa y para la Red Vives de Universidades. “Mientras estaba allí me llamaron un día la gente de Iniciativa y me ofrecieron la posibilidad de ir a las listas como independiente”, afirma. “Después fue todo muy acelerado. A los cuatro meses de ser diputada me ofrecieron ser la portavoz del partido”, asegura. Y así, en lugar de cuatro años estuvo 13, pero siempre con la idea de que era provisional.

También explica que no ha trabajado “nunca tanto” como cuando ha estado en política: “Recuerdo estar paseando por la playa de vacaciones con mi pareja y mis hijos y por teléfono hablar con alguien para montar una diputación permanente en el mes de agosto ”. Por otra parte, fue la primera diputada en tener la baja después de ser madre.

Sobre el sueldo de los políticos, lamenta que la gente comente desde el desconocimiento. "El salario que aparece públicamente en el caso de mi grupo parlamentario no es el que nosotros recibíamos finalmente. Había más de un tercio que lo dábamos", apunta. "Me sabía mal cuando me decían que tendría una pensión o que tenía gratuitas ciertas cosas que eran mentira", admite. Y recalca: "Pude tener paro cuando doy del Parlamento por todo lo que había hecho antes, y porque a mi anterior trabajo les dije «Despididme y podré tener paro», porque si no, no hubiera podido tener".

Después de la política y de pasar por el paro se reincorporó al sector del cooperativismo y la economía social dirigiendo una cooperativa de vivienda. "El trabajo de las entidades tiene una doble vertiente. Acostumbras a trabajar por algo que crees que te involucra, te llena y que te gusta, pero que nunca está tan remunerado y en el que no puedes desarrollar carreras tan exitosas como en el mundo del lucro", manifiesta. "Como haces lo que te gusta, muchas veces acabas no cobrando algunas cosas o poniendo más horas, nunca tienes horario", argumenta. Y sigue: "Me cuesta desconectar en el buen y en el mal sentido y disfruto tanto el trabajo que, incluso cuando no estoy, pienso".

Sobre su gestión económica, aplica la economía de austeridad con la que ha crecido, que consiste en reducir gastos y trabajar bastante: "En casa vivimos de mi sueldo y, si no hay sueldo, da miedo". Su mayor gasto es criar a los hijos, "tan económico, como en esfuerzos, es la mayor inversión de mi vida".

En cuanto a la vivienda, Camats pudo comprarse un piso cuando ya tenía su primer hijo: “Mi padre murió y heredé 15.000 euros. Pensé «Si no destino esto, no podré hacerlo». Compré una vivienda pequeña y seguí viviendo de alquiler”, explica. Asegura que todavía le está pagando.

Desde hace un año es la directora de la Fundación Catalunya Europa y asegura estar ilusionada con el proyecto. Aún el futuro de la misma manera que se inició en el mundo del asociacionismo hace más de 30 años: "Espero trabajar hasta que me jubile y después de jubilarme pienso seguir trabajando, entonces sin cobrar y de forma vocacional, en entidades y en proyectos que me interesen, donde quieran y pueda colaborar desinteresadamente, que es como empecé."

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