El empresario catalán y franquista que falleció un 1 de octubre
Miquel Mateu Pla también fue alcalde de Barcelona durante la posguerra y presidente de La Caixa
- 1898-1972
Desde el fin de la Guerra Civil Española, la fecha del 1 de octubre quedó consagrada a homenajear al general Francisco Franco mediante "el Día del Caudillo". La casualidad quiso que, hacia el final del régimen, un 1 de octubre muriera también uno de los empresarios capitales de los tiempos del franquismo, el barcelonés Miquel Mateu Pla.
Heredero de un patrimonio empresarial consolidado, en Mateu ya lo encontramos antes de la treintena ejerciendo el cargo de presidente de la Liga Aeronáutica de Cataluña, un precedente de la Federación Aeronáutica que existió durante los años 20. En la década de los 30 destacó por ser el principal impulsor de la electrificación del Principado de Andorra de las (FHASA), la empresa que lideró. Antes hemos dicho que Mateu recibió por herencia una serie de intereses empresariales, y es que su padre era Damià Mateu Bisa, empresario metalúrgico y fundador de la mítica marca de automóviles Hispano Suiza.
Cuando Mateu Bisa murió, en 1935, nuestro protagonista heredó la compañía, pero no pudo disfrutarla demasiado, porque cuando estalló la guerra la empresa fue colectivizada. Una década después, las instalaciones –una gran factoría en el barrio de Sagrera de Barcelona– pasaron a manos de la empresa pública Enasa, que la utilizó para fabricar los famosos camiones Pegaso. Pero la empresa –sin instalaciones– continuó en manos de la familia, por lo que muchos años más tarde retomaron la producción con varios coches deportivos de lujo, presentados entre 2000 y 2019. También antes de la guerra, Mateu fue miembro destacado del Rotary Club de Barcelona, una entidad fundada en 1922 y clausu.
Con el estallido del conflicto bélico, en 1936, Mateu se fue a Suiza y después regresó a España para integrarse en el bando franquista. Allí, sus contactos internacionales fueron muy bien valorados, por lo que rápidamente se hizo un hueco entre las nuevas élites. Hay que añadir que, aunque su padre era un gran empresario, en la rama materna también había personajes destacados, como su tío Enrique Pla Deniel, obispo de Salamanca, a quien algunos historiadores atribuyen la creación de la expresión.cruzada nacionalpara referirse a la Guerra Civil.
Una vez terminó la guerra, las autoridades franquistas nombraron a Mateu alcalde de Barcelona, una ciudad que se despertaba lentamente del desastre, y ocupó el cargo hasta 1945. Posteriormente el empresario se trasladó a Francia como embajador, donde llevó a cabo una labor ingente para intentar limpiar la imagen del régimen ante los europeos, que no ha nacido las relaciones entre los europeos.
Propietario del 'Diari de Barcelona'
Otro de los negocios que heredó fue la propiedad del Diario de Barcelona, del que fue presidente hasta el momento de su muerte. También fue consejero del Banco Urquijo Catalán, entidad fundada en 1919 y vinculada a la familia Urquijo, pero también a empresarios catalanes. Precisamente, uno de los primeros consejeros del banco fue el padre de Miquel Mateu, por lo que él fue consejero a partir de 1935. En 1944 la entidad fue absorbida por el Banco Hispano Americano, donde saltó Mateu, también como consejero. Fruto de este movimiento corporativo, pasó a ser consejero del Banco Mercantil de Tarragona, entidad participada por Hispano.
Uno de los cargos más representativos de los muchos que ocupó fue la presidencia de Foment del Treball (1952-1972), justo después del mandato de Josep Maria de Albert Despujol. Ya en el tramo final de su vida (1968-1969), fue presidente de la Agencia Efe, entre los mandatos de Carles Sentís Anfruns y de Manuel Aznar Zubigaray, abuelo de José María Aznar López, expresidente del gobierno español (1996-2004).
Dentro del ámbito de la vida política, fue procurador en las Cortes franquistas en dos etapas. En la primera (1943-1946) fue sustituido precisamente por Josep Maria de Albert Despujol, a quien también le pasó la vara de alcalde (el cargo de alcalde de una capital de provincia proporcionaba un escaño en Les Corts). Más tarde enlazó mandatos como procurador entre 1949 y 1972.
En el momento de morir era consejero de Catalana de Gas (hoy Naturgy) y su puesto en el consejo pasó a ser ocupado por su yerno, Artur Suqué Puig, que era también sobrino del empresario y buen vivant Alberto Puig Palau. En la presidencia de La Caixa, un cargo que ostentó durante 32 años y también hasta la muerte, quien le sustituyó fue Narcís de Carreras Guiteras, un influyente abogado del sector algodonero que poco antes había sido presidente del Barça.