El bolsillo

¿Cómo financiar nuestras vacaciones?

Andrei Boar analiza el coste de pedir créditos para ayudar a pagar viajes de ocio

2 min
Turistas hacen cola en un aeropuerto.

Poco a poco se van acercando las vacaciones y podemos tener la tentación de gastar más que nunca. Aunque parece una frase hecha, hay muchas familias que se endeudan para poder viajar o mejorar sus viajes. En relación con la época previa a la pandemia, este tipo de financiación se ha duplicado y suele tardarse cerca de cinco años en amortizarlos. En concreto, uno de cada diez préstamos personales tiene esa finalidad. Haciendo una simple búsqueda en Google encontramos opciones desde los bancos tradicionales hasta entidades especializadas en créditos.

Debemos saber que dos de las características principales de este tipo de préstamo son su alto interés y las comisiones. Por no haber una garantía (como la casa en una hipoteca), se puede elevar hasta el 15% de interés anual en función del riesgo que tiene quien lo pide. Cuanto más larga sea la duración del préstamo, aunque la cuota mensual sea inferior, más terminaremos pagando. En cinco años podemos llegar a devolver el doble del importe que hemos solicitado. Las vacaciones pueden salir muy caras...

Otra opción podría ser utilizar la tarjeta de crédito para ayudarnos a financiar el pago. Debemos ser conscientes de que el coste anual en intereses es aún mayor que un préstamo. Ahora bien, una buena idea podría ser fraccionar el pago en pocas cuotas y liberar así el presupuesto familiar de un importante pago de golpe.

Por último, varias aerolíneas han incorporado la opción de fraccionar el pago de los billetes “sin intereses” pero sí “con una comisión inicial” que, sin duda, tiene mejores condiciones que las opciones comentadas anteriormente.

Endeudarnos por ir de vacaciones no es una opción que se recomiende desde el punto de vista financiero. Sobre todo porque estamos sacando adelante un pago que nos afectará en los próximos años.

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