La herramienta para fusionar y dividir PDFs que es catalana y no lo sabías
La empresa barcelonesa iLovePDF funciona con un modelo de negocio que combina los servicios gratuitos y las suscripciones
"Ojalá que la persona que creó iLovePDF sea feliz. Te envío un abrazo". Este usuario de TikTok –y el casi medio millón de personas que reaccionaron pulsando el botón del corazón en sus pantallas– quizás todavía no sabe que para felicitar en persona al inventor de la popular herramienta para separar y unir PDFs debería coger un avión hasta Barcelona. Después, acercarse a la zona de Maria Cristina y tocar en el timbre de unos bajos algo escondidos. Allí, en unas oficinas luminosas, le recibiría Marco Grossi, el ingeniero multimedia italocatalán que tuvo esa idea en el 2010, cuando tenía 25 años y se dedicaba a diseñar páginas web como autónomo.
"Necesitaba unir dos PDFs en uno e, incluso siendo yo programador, me costó hacerlo de forma rápida", explica a la Empresas. Encontró alguna herramienta muy básica que lo facilitaba, pero ante el vacío de opciones decidió crear su propia solución tecnológica a ese problema aparentemente pequeño. La primera versión de iLovePDF también era más sencilla y, de hecho, Grossi trabajaba allí en sus ratos libres, mientras seguía haciendo de diseñador web por su cuenta. Poco a poco añadía funciones como la posibilidad de arrastrar archivos de PDF en lote para convertirlos a otro formato o comprimirlos en un solo archivo. No fue hasta el 2017 cuando contrató al primer empleado y el proyecto empezó –lejos de las velocidades hipercafeinadas de algunas empresas emergentes– a crecer paulatinamente hasta la plantilla actual de 43 personas. "En los inicios la oficina estaba en los bajos de mi casa", dice Grossi.
¿Cómo hace dinero, pues, una herramienta que puedes utilizar de forma gratuita desde cualquier punto del mundo (además, está traducida a 25 idiomas)? Aunque arrancó con un modelo de negocio basado en la publicidad, la compañía ha ido girando hacia otro de freemium con suscripciones para empresas y clientes que hacen un uso más intenso. Por ejemplo, éstos no tienen límite en el tamaño de los archivos y pueden acceder a todas las funciones tantas veces como deseen, en la web y también en las versiones de escritorio y para móvil. Aunque son más conocidos por el formato PDF, la empresa también es la propietaria de iLoveIMG, otra aplicación con la que se pueden recortar imágenes, convertirlas en otros formatos o eliminar el fondo, comprimirlas o generar mems a partir de fotografías.
Por su facilidad de uso, la misma herramienta se ha convertido en un mem. Concretamente, lo que muestra un jefe boomer felicitando a un empleado más joven por sus habilidades informáticas increíbles, mientras el junior se ríe por dentro porque sólo ha utilizado iLovePDF para unir dos documentos en uno solo. "Intentamos ayudar a la gente en las tareas en las que podemos facilitar una solución al usuario final. Son herramientas muy fáciles con una usabilidad que otras no pueden ofrecer", dice Grossi para resumir su filosofía y el porqué de mantener su versión gratuita después de tantos años en funcionamiento.
Empresa rentable
Hoy en día tienen más de 150.000 usuarios únicos al mes y procesan unos 30.000 archivos por minuto, miles de archivos que les llegan sobre todo de América Latina, Oriente Medio, el sudeste asiático y Europa. "Hace mucho tiempo que la empresa se sostiene por sí sola", asegura el fundador de iLovePDF. Aunque prefieren no dar datos de facturación, dejan claro que no buscan inversión externa y están centrados en mantener el control y la independencia del proyecto. "Continuamente nos vienen con ofertas para comprarnos", admite Grossi.
Su afán por diversificar el negocio continúa a través de la firma de documentos: la compañía ha lanzado iLoveSign, una herramienta para acelerar el proceso de firma electrónica, que también se puede probar de forma gratuita. Por último, cuentan con iLoveAPI, otra marca propia pensada para los desarrolladores. Estos otros productos también están enfocados a los clientes con cuidado premium –imaginemos, por ejemplo, un despacho de abogados o una empresa de la industria turística– con montes de documentos legales y contratos para procesar y firmar cada semana.
"Al final todo el mundo utiliza el PDF", dice Grossi. Estas tres letras son el acrónimo en inglés de portable documento formato (formato de documento portátil), un tipo de archivo que desarrolló la empresa californiana Adobe a principios de los 90 para que se pudiera utilizar desde cualquier sistema operativo. Sin embargo, en 2008 se lanzó oficialmente como estándar liberado, por lo que iLovePDF puede hacer negocio libremente. A la compañía confían en que a su formato estrella (el PDF) todavía le quede cuerda, pero reconocen que nuestra forma de trabajar y relacionarnos con la tecnología sí que cambiará ya ellos les tocará adaptarse.