ALIMENTACIÓN

El joven que ha plantado cara al 'limoncello' italiano

Gerard Barsalà produce, él solo, entre 500 y 1.000 botellas al mes de su licor de limón, que ya ha ganado un premio de cata internacional

Natàlia Vila
3 min
El joven que ha plantado cara al 'limoncello' italiano

El obrador lo lleva él solo. Elige los limones, mezcla, emulsiona, embotella y vende. Puerta a puerta y restaurante a restaurante. El hobby de este leridano de 32 años se ha convertido en su negocio. Gerard Barsalà decidió dejar su trabajo como ingeniero experto en voladuras empujado por su familia y sus amigos. Pactó el paro con la empresa, pidió un crédito de 15.000 euros, añadió 10.000 ahorros y en septiembre montó un obrador en la calle Mayor de su pueblo, Almacelles, para hacer lo que más le gusta desde que era adolescente: crear sus propios licores. "Es algo que hago desde hace mucho tiempo, con los amigos, para divertirnos, pero la verdad es que salían buenos, por eso me animaron", explica.

Con 30 años decidió cambiar radicalmente su manera de vivir, hizo un curso de gestión empresarial del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) y constituyó su empresa, Elixires de Poniente. Y en cuestión de meses su licor de limón, el Limonetti, ya ha ganado la medalla de oro en la sexta edición de la World Wine Competition 2017, donde ha sido el único licor de limón reconocido con esta distinción. “Participaron 20 países y se realizaron 3.480 catas; y da la casualidad de que en los seis años anteriores nunca ningún licor de limón había recibido el oro”, explica Barsalà.

Con la cantidad de botellas que tiene actualmente y los clientes que ha conseguido, este joven empresario espera facturar 43.500 euros este año y, si puede, doblar esa cifra el próximo año. “Ahora estoy produciendo yo solo, durante una semana me dedico a las maceraciones, la semana siguiente hago el envasado y en los últimos 15 días voy a hacer visitas y comercializar el producto; cuando uno está solo tiene claro qué debe hacer y cómo debe actuar”. Sin embargo, Barsalà también tiene claro que el modelo no puede quedarse aquí.

Cada vez amplía más el radio de clientes y pronto podría necesitar más personal justamente para realizar el reparto. “La idea es crecer, encontrar a algún distribuidor. De hecho, ya lo estamos buscando en Lleida, y conseguir uno en cada capital de provincia, en Tarragona, Barcelona y Girona”, avanza este empresario. Hasta ahora el mayor pedido que ha tenido es de 150 botellas de golpe.

“Todo depende de cómo vayan las ventas, pero lo cierto es que quien lo prueba repite”, admite Barsalà. El producto pretende superar la calidad del limoncello italiano: “Lo que hacemos nosotros es un licor bastante más equilibrado, no es ni tan alcohólico ni tan dulce; el problema con el limoncello es que todo está tan industrializado que la calidad es muy baja. El nuestro es más suave y más aromático, es diferente”. El producto de Barsalà se hace 100% con limones ecológicos y sin colorantes ni aditivos, y el proceso pasa únicamente por sus manos: cada botella cuesta 11 euros, que son 9 si va destinada al mercado de la restauración.

“Me gustaría que con mi producto quedara clara, como mínimo, la diferencia de hacer un producto de proximidad y natural”, reflexiona Barsalà, y añade: “Mi idea es que durante dos años, como tengo las marcas registradas, pueda potenciarlas y que la gente empiece a reconocerlas. Si después las ventas aumentan, pues mejor”.

Precisamente con esta intención -aumentar las ventas y los puntos de distribución- la empresa Elixirs de Ponent ya ha creado (como la mayoría de pequeñas empresas actuales) una tienda virtual, desde la que los consumidores pueden comprar directamente los productos.

Tal como ocurre en la tienda anexa al obrador, en internet los clientes podrán encontrar los diferentes formatos del licor catalán que quiere hacer sombra en el limoncello italiano (en botellas de 10, 20, 50 y 70 centilitros). Barsalà ha revisado todos los detalles, e incluso los envases, que son especiales y personalizados, también sirven como envoltura de regalo.

Este joven empresario leridano, que controla todas y cada una de las fases de elaboración de su producto, no se queda aquí y se autoimpone más retos: Elixirs de Ponent tiene previsto presentar en los próximos meses nuevos productos, como la quema de licor de limón, y licores de cereza y de pera.

Y aún más. Para las próximas ediciones de los concursos internacionales de cata, Barsalà quiere experimentar con gustos nuevos como los licores de naranja, fresa, té negro o frutas del bosque.

Siempre intentando trasladar el mismo concepto a los consumidores: “Que los consumidores valoren la calidad, la naturalidad y la exclusividad del producto de proximidad”.

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