La luz no sólo sube el 11% de incremento del IVA


La semana pasada leíamos que la inflación volvía al 2,9% por el encarecimiento de los precios de la energía. Sin duda, el precio de la electricidad y el de los combustibles son los principales factores de alza de precios en la economía doméstica, ya que no afectan sólo al bolsillo familiar sino también a los costes —y, por tanto, a los precios— de las empresas. Ahora bien, ¿se ha parado alguna vez a pensar qué pagamos en la factura de luz?
Seguramente este 2025 habrá notado un incremento en la factura. Y sí, hay más consumo por las pocas horas de luz o la calefacción. Ahora bien, ha habido un cambio sustancial: el IVA ha pasado del 10% al 21% y, por tanto, la presión fiscal familiar en 2025 no para de aumentar, como con el incremento del diesel. Y lo que más sorprende es que este IVA se aplique a todo el importe de la factura. Me explico.
Los conceptos desglosados de la factura de la luz son: (i) la potencia contratada, (ii) el consumo de energía, (iii) el alquiler de los equipos, (iv) las ayudas sociales para quienes no pueden pagar la luz, y (v) el impuesto sobre la electricidad. Al conjunto de estos cinco factores se suma posteriormente el 21% de IVA. Por tanto, estamos pagando IVA sobre una tasa y un impuesto a la electricidad, lo que hace que la recaudación sea mayor que el 11% de incremento del IVA que debería aplicarse a los primeros tres conceptos, ya que la base imponible es más alta. Que nadie en el gobierno se haga el sorprendido si sube la inflación -ya es la medida esperada cuando se aumenta el IVA a la luz.
Sin embargo, le recomiendo que revise su factura. Al final de todo encontrará un código QR o un enlace que le llevará a una página de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que le dirá el precio de su factura con otra comercializadora. Seguramente se ahorrará unos cuantos euros (no muchos) mensualmente.