CONSUMO

Tesco, en Murcia y en inglés

Un empresario dedicado a hacer más fácil la vida de los británicos residentes en España abre un supermercado donde sólo hay referencias de la cadena

Paula Clemente
3 min
Tesco, en Murcia y en inglés

Don Campbell, vecino de Isla Plana (Murcia), observa ansioso la cinta inaugural que le separa del local. Es noviembre, pero va vestido de agosto. Camisa blanca, gafas de sol colgadas sobre el último botón abrochado, pantalón corto de color beige y sandalias azules. Sin calcetines. Detrás de ellos hacen cola unas cincuenta personas, todas con la misma intención: averiguar si el nuevo supermercado de Puerto Mazarrón (también Murcia) es realmente un establecimiento Tesco. Porque en el rótulo del local le llama The Food Co., pero a ellos les han dicho que lo que hay dentro es lo mismo que hay en cualquiera de los 7.000 establecimientos que el supermercado británico de referencia tiene repartidos por Europa y Asia. El primero de la cola explica en el medio local Murcia Today que se ha dejado caer por curiosidad, para comprobar los precios y ver qué gama de productos existen.

Dentro le esperan, efectivamente, marcas de origen británico improbables de encontrar en los supermercados españoles. En lugar de patatas Lay's hay patatas Walkers; en lugar de pan Bimbo, pan Warburtons, y en todo lo que en un supermercado de aquí diría Hacendado, Buen Precio o Carrefour, en éste dice Tesco. Los sectores están indicados en inglés, y la lengua materna del personal también es ésta. Hay trabajadores que dominan el castellano, un mérito que llevan indicado con una chapa en el uniforme. Es, en definitiva, un supermercado de ingleses para ingleses, al menos para los 14.000 que viven en Murcia (el 5% del total que residen en España). Y es más allá de eso, el proyecto personal de Bryn Robertson.

Este empresario lleva dos décadas dedicado al negocio de facilitar a turistas y residentes ingleses un cesto de la compra que se acerque lo máximo posible al de su país, explicaba un mes después de la inauguración del supermercado de Murcia El Confidencial. Hasta ahora lo había hecho estableciendo una alianza entre la compañía de la que es el jefe, Overseas Imports, e Iceland Foods, principal competidor de Tesco en Reino Unido. Robertson tiene unos 20 supermercados Iceland abiertos en España, repartidos entre las Islas Canarias, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana e Ibiza. Pero el gran reto, ahora por fin resuelto, era conseguir un punto de venta Tesco.

Overseas Imports es una empresa basada, precisamente, en el interés de Robertson por importar bienes a Tenerife y venderlos en los bares y restaurantes de la isla. Según reseña la página web de la compañía, en 1996 el empresario compró un almacén vacío en una pequeña zona industrial junto a Las Chafiras (Tenerife) que supuso el inicio de la actividad. Su idea, desde el inicio, era convertirse en el conducto que llevara los productos de alimentación ingleses a España, y al final, en apenas dos años después de comprar el almacén, abría la primera tienda en Las Chafiras. Las islas Canarias fueron, de hecho, el principio de su expansión, que en 2007 alcanzó la península con la primera apertura en Mijas (Málaga).

Pero, en honor a la verdad, el nuevo supermercado abierto en Murcia no es un supermercado Tesco sino un ejemplo de la perseverancia del empresario en cuestión, que ha llegado a un acuerdo con la marca inglesa para distribuir sus productos en España, sobre todo bajo una marca (The Food Co.) que sea distinta a la que distingue a los supermercados Iceland en España. Pero al público al que se dirige poco le importan estos matices entre bambalinas, porque ya pueden elegir incluso entre qué supermercado de los suyos de toda la vida prefieren a pesar de vivir a 2.000 kilómetros de casa.

La idea es que el nuevo supermercado se convierta en nueva cadena. De momento hay otro abierto en Portugal y están anunciadas otras dos tiendas en Gibraltar y en Málaga. Además, según avanzaba el medio especializado Alimarket, la empresa tiene previsto abrir en 2021 tiendas en Barcelona, ​​Madrid e Ibiza.

Lo evidente es que Robertson sabe por qué zonas debe concentrarse: Andalucía -sobre todo, en efecto, Málaga- concentra un 30% de los británicos del Estado. Las islas Baleares, Murcia y Barcelona tienen cada una en torno a un 5% de población inglesa. Sin embargo, lo que gana es la Comunidad Valenciana, donde residen un 31% de ciudadanos de origen inglés. No hace falta romperse demasiado los cuernos, pues, para adivinar cuál será, si todo le sale bien, el siguiente mercado que abordará Robertson.

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