La tienda de barrio que se ha convertido en la empresa gourmet de fruta de Barcelona
Camarasa Fruits empezó en una pequeña tienda y actualmente ya tiene seis establecimientos y una plantilla de una cincuentena de trabajadores
Marc Taribó es la tercera generación de Camarasa Fruits. La abuela -recuerda- fue la que abrió una pequeña tienda de comestibles de sólo 50 metros cuadrados en 1959 en la plaza Adrià, después de llegar de Lleida a Barcelona con su marido para buscar trabajo. Poco después se quedó viuda y con la ayuda de su hijo mayor de tres, que en aquellos momentos sólo tenía 14 años -el padre de Marc-, sacó el negocio adelante, especializándose en la venta de legumbres cocidas y fruta de gran calidad. Aunque los inicios fueron duros, entre finales de los 70 y principios de los 80 ampliaron el negocio abriendo una quesería y una frutería. Cada hermano acabó quedando un establecimiento. El padre de Marc optó por la frutería, que estaba en la calle Torras i Pujalt.
En poco tiempo abrió otra también en el distrito de Sarrià - Sant Gervasi y una parada en el Mercado de Galvany donde por primera vez en Barcelona empezó a comercializar fruta cortada y pelada. "Cada vez era más importante la incorporación de la mujer al mundo laboral y las familias tenían menos tiempo", explica Marc.
Él se incorpora al negocio en 2006 y sólo dos años después deciden ampliar su “tienda madre” adquiriendo por 900.000 euros el local de al lado. Esta ampliación supone un paso importante para el negocio porque no sólo les permite vender fruta sino también especializarse en productos gourmet de todo tipo. En el 2012 -recuerda- reciben una llamada de L'Illa Diagonal, que les ofrecía un lugar en la planta -1 del centro comercial, la aceptan y dos años después se instalan abriendo su primer restaurante. “Hicimos una nueva apuesta. Teníamos un producto de mucha calidad y decidieron transformarlo para que el cliente lo conociera”, explica. La apuesta les salió bien si se tiene en cuenta que les abrió puertas para instalar otras dos microtiendas en el espacio Club del Gourmet de El Corte Inglés. La primera fue en el de Diagonal y este verano pasado inauguraron la de plaza Catalunya. "Vienen nuestros productos más exclusivos y esto ha hecho que otras tiendas nos soliciten la incorporación de nuestros productos", explica Taribó.
Todo este incremento de la demanda, sin embargo, les provocó una falta de espacio en el obrador que solucionaron adquiriendo el pasado octubre uno nuevo en la calle Trinquet con capacidad para una veintena de trabajadores. “Nos permitirá dar un nuevo salto en la distribución de los productos y crecer con nuevos puntos de venta”, asegura Marc. De hecho en el mismo obrador se ha instalado una tienda “ take away ”.
Abrir la web corporativa para hacer venta online -tienen una flota de seis furgonetas en el que reparte los pedidos- y vender comida preparada “gourmet” en sus establecimientos son sus proyectos de futuro más inmediatos.
La empresa cuenta con una plantilla de 48 trabajadores y durante el año pasado facturaron cuatro millones de euros. Las previsiones es que en 2019 superen los 4,5 millones. "Una de mis ideas a medio plazo es potenciar la marca para poder vender nuestros productos en todo el mundo", confiesa Taribó.