Energía

Iberdrola y Repsol ponen el grito en el cielo por los impuestos pese a los beneficios récord

La eléctrica gana 4.803 M€ y la petrolera 3.168 M€

Un aerogenerador de Iberdola.
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BarcelonaDos de las principales energéticas españolas, la petrolera Repsol y la eléctrica Iberdrola, han criticado con fuerza la elevada fiscalidad que tiene el sector en España, pese a que ambas han presentado unos resultados del 2023 con beneficios millonarios. En el caso de Iberdrola, un beneficio neto récord histórico de la compañía de 4.803 millones de euros, un 10,7% más que en el año anterior. En el caso de la petrolera, cerró el 2023 con un beneficio neto de 3.168 millones de euros, un 25% menos que en el ejercicio previo, pero son las terceras mejores ganancias de la historia del grupo.

Ambas compañías se han opuesto reiteradamente al impuesto que el gobierno de Pedro Sánchez, en plena crisis causada por la guerra de Ucrania, impuso a las energéticas. Repsol incluso llegó a decir en su día que podía congelar inversiones en el Estado. Pese a las críticas a la fiscalidad, Repsol fue más medida este jueves, mientras que Iberdrola, por boca de su presidente Ignacio Sánchez Galán, no dudó en cargar contra los impuestos en España.

Sánchez Galán ha criticado la gran cantidad de impuestos que hay en España, casi cuarenta, y ha insistido en que mantener el gravamen extraordinario del gobierno sobre las ganancias de las energéticas "no tiene ningún sentido". Para el presidente de la eléctrica, esta situación "no tiene comparación con nada de lo que hace el resto del mundo": "España debería estar totalmente online con el resto de los países europeos y con otras naciones de fuera de la Unión Europea , porque queremos hacer que este país sea totalmente atractivo.”

El directivo también ha recordado que este gravamen especial ya está en los tribunales. El impuesto nació con la naturaleza de "temporal" para hacer frente a la crisis por la guerra de Ucrania y el gobierno del PSOE y Sumar anunciaron su intención de alargarlo, aunque suavizándolo, incluyendo a los presupuestos incentivos a la reinversión.

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha rebajado un poco el tono crítico con la fiscalidad: "Tengo algo más de perspectiva positiva respecto a la que tenía hace algunas semanas. Pero esperaremos, ya veremos". Sin embargo, recordó que en el pasado fue "cristalino" cuando advirtió de que no se abordarían inversiones en la transformación de sus centros en España si "no se veían retornos y una certeza clara" regulatoria y fiscal.

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