El sudoku del ERE en CaixaBank pondrá a prueba su catalanidad

El expediente de regulación derivado de la fusión con Bankia afectará a un mínimo de 7.000 empleados

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Torres Kio en Madrid. Integración CaixaBank y Bankia

Barcelona“En mi departamento éramos 30 personas y ahora somos 60. Está claro que sobra mucha gente”. Es un empleado de los servicios centrales de CaixaBank quien expone la preocupación de la plantilla ante la megafusión con Bankia, que tiene que comportar un ajuste de plantilla en un expediente de regulación de empleo (ERE) que se empezará a negociar esta semana. Las incógnitas son muchas en la empresa catalana más influyente ante una negociación que se prevé decisiva. Estas son algunas de las cuestiones que se abordarán en el ERE de una fusión que tiene que proporcionar unos 700 millones de euros de beneficios extra al año.

Magnitud de la ERO

Se perderán entre 7.000 y 10.000 puestos de trabajo

Las plantillas de CaixaBank y Bankia suman 46.662 trabajadores sin contar los de VidaCaixa. Incluyéndolos, la cifra se ensarta por encima de los 50.000. Desde el inicio del proceso se ha dado por hecho que el recorte de plantilla de donde tienen que salir las anheladas sinergias será de unos 7.000 o 8.000 trabajadores, a pesar de que voces del sector apuntan que la cifra podría subir a 10.000 empleados. Históricamente, las salidas en el sector bancario –y muy especialmente en CaixaBank– se han hecho de manera no traumática, mediante salidas voluntarias y prejubilaciones. En el conjunto de CaixaBank, ya incorporando los que provienen de Bankia, hay ahora mismo unos 9.200 trabajadores de más de 52 años, y por lo tanto prejubilables por edad. 

Laberinto madrileño

La Comunitat y el País Valencià, en su punto de mira

La mayor parte del impacto del recorte se concentrará en oficinas bancarias (cerrarán las que ocupan zonas demasiado similares) y los servicios centrales. Y hay una región que estará especialmente afectada. Fuentes sindicales apuntan al ARA que es en la Comunidad de Madrid donde se prevén más problemas, porque se han juntado unos 3.000 trabajadores de CaixaBank y unos 9.000 de Bankia. En esta comunidad hay 2.800 empleados de más de 52 años, por 2.000 en Catalunya. También en el País Valencià habrá un notable recorte por la fuerte presencia de los dos bancos, que tiene casi mil empleados de más de 52 años.  

Servicios centrales

Pugna para ver dónde se sitúa el centro de decisiones

Posiblemente el combate más duro de los últimos meses en cuanto a la fusión ha sido el de ver qué directivos conservaban su lugar, con qué equipos y desde qué ciudad. En un contexto de duplicidades totales, hay una pugna entre Barcelona y Madrid para mantener en los servicios centrales de las respectivas ciudades el máximo número de departamentos y trabajadores. Hoy por hoy, la entidad catalana tiene 1.900 trabajadores a su back office en Catalunya y 700 más en Madrid, mientras que Bankia tenía 2.200 en la capital española. Los dos principales directivos, Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar, viven en Madrid, y entre los sindicatos hay preocupación: “Departamentos grandes como mercados, riesgos o banca institucional tienen muchos números de estar en Madrid”. Es en este apartado donde se jugará la catalanidad real del banco catalán con sede en Valencia.

Movilidad

Los traslados de empleados son ahora de un máximo de 25 kilómetros

La escasa correlación entre las zonas donde sobran más trabajadores y las zonas donde más empleados querrán prejubilarse (en Catalunya podrían ser unos 3.000) hace pensar que el banco podría imponer la movilidad forzosa. Actualmente los trabajadores la tienen limitada a 25 kilómetros como máximo del centro laboral donde están adscritos. Los sindicatos minoritarios temen que esto pueda cambiar ahora fruto de un acuerdo entre la empresa y los mayoritarios.

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