Europa busca gas en plena subida del precio del combustible
La Unión Europea firma un acuerdo con Egipto e Israel para poder importar
MADRIDEuropa continúa trazando el camino para diversificar sus fuentes energéticas, en particular las que le proporcionan gas, con el objetivo de dejar de depender de Rusia, el máximo exportador de este combustible en el Viejo Continente. El último destino ha sido Oriente Próximo. La Comisión Europea ha anunciado un acuerdo con Egipto e Israel para aumentar el suministro de gas natural licuado hasta los 7.000 millones de metros cúbicos, es decir, 2.000 millones más de metros cúbicos en comparación con las exportaciones actuales (5.000 millones).
"Queremos potenciar nuestra cooperación energética con Israel", ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este miércoles desde Egipto. De hecho, el país sale muy reforzado, puesto que no solo empezará a vender gas en el Viejo Continente fruto de la necesidad europea de huir de la dependencia rusa, sino que —en paralelo— mantendrá los vínculos comerciales con Vladímir Putin, porque no ha apoyado las sanciones.
¿Cómo se transportará el combustible? Aquí entra en juego Egipto, que actualmente ya vende gas licuado a la Unión Europea. Como entre Israel y Europa no hay gasoductos, el país hebreo enviará su gas al país árabe a través del gasoducto que conecta los dos estados. Una vez en Egipto, el combustible se licuará y se enviará en barcos a los países de la Unión Europea. "Este acuerdo contribuirá a nuestra seguridad energética", ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Urusla von der Leyen.
Tensiones con Gazprom y Estados Unidos
Sin embargo, el anuncio llega en un momento en el que el mercado del gas vuelve a estar muy tensado, tanto en cuanto al suministro como a los precios. Gazprom hace días que está presionando a los estados europeos. Este martes la compañía gasista rusa anunciaba una reducción del 40% del suministro de gas en Europa a través del Nord Stream que vinculaba a "cuestiones técnicas". Además, este miércoles la empresa ha indicado que el suministro podría caer hasta un 60%. Esto se traduce en una importación de 67 millones de metros cúbicos (100 millones menos que en una situación normal). Ahora bien, es cierto que desde que estalló la guerra en Ucrania y empezaron las sanciones contra Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, está castigando a los países que considera "hostiles". De hecho, Polonia, Finlandia o Dinamarca ya han visto como Rusia les cerraba el grifo del gas.
Esta reducción del suministro ha desencadenado en un aumento del precio del gas en el mercado de futuros del mes de julio, la referencia para Europa, del 25% este miércoles, hasta llegar casi a los 121 euros/MWh, el precio más alto desde el mes de mayo. A esto se añade la explosión en una planta de gas natural de Estados Unidos, ahora mismo un suministrador clave para el mercado europeo (el país envía el 75% de su gas licuado en Europa), que estará cerrada como mínimo durante tres semanas.
Ola de calor y caída de las renovables
Aun así, el escenario internacional ha tenido un impacto directo en España, donde, además, la ola de calor y la caída de la producción de energía renovable ha alimentado, todavía más, la demanda y el precio de este combustible fósil. El aumento de las temperaturas se traduce en un aumento directo de la demanda de electricidad que estos días energías como la eólica, la hidráulica o fotovoltaica no son capaces de cubrir. Además, Francia mantiene la mitad de sus centrales nucleares paradas por diferentes problemas, una situación sin precedentes que ha llevado a España a exportar más electricidad de la que importa. Por eso, el gas ha tomado protagonismo. En concreto, desde el año 2008 España no registraba una participación tan elevada de las centrales de ciclo combinado, es decir, del gas en el mix eléctrico o pool (398GWh) –la cesta donde entran todas las energías que tienen que cubrir la demanda eléctrica en el Estado–. Todo ello ha llevado a disparar la cotización del gas alrededor de los 90 euros, es decir, un 22% más que el precio de ayer martes, lo que ha aguado el tope del gas.