Victoria de Grifols en el Parlamento Europeo: luz verde para pagar a los donantes de plasma
La Eurocámara autoriza sufragar los gastos de los voluntarios, pero quiere asegurarse de que no ganan dinero
BruselasVotación clave en el Parlamento Europeo para Grifols. La Eurocámara ha ratificado este martes por una mayoría abrumadora (483 votos a favor, 52 en contra y 89 abstenciones) su voluntad de que las farmacéuticas puedan compensar económicamente a los donantes de sangre y de sus distintos componentes sanguíneos, como el plasma. Eso sí, sin que los voluntarios puedan salir ganando. "Iría totalmente en contra de la tradición bioética europea", resume una fuente parlamentaria en el ARA.
Con esta intención, los eurodiputados han mantenido en el texto legislativo los conceptos de neutralidad financiera, que deja claro que el voluntario no puede cobrar más del total de gastos que debe afrontar por la donación, y de gastos cuantificables, que obliga a los Estados miembros, a la hora de transponer la normativa, a estandarizar por qué motivos y cuánto dinero se puede recibir como compensación. Estos dos conceptos, que se han votado de forma separada al global de la ley, han sido el principal motivo de discusión en el Parlamento Europeo, hasta el punto de que el grupo parlamentario del Partido Popular Europeo ha dado libertad de voto a sus eurodiputados por las diferentes sensibilidades que existen según la nacionalidad. Por último, la gran mayoría de representantes conservadores ha acabado votando a favor igualmente.
Sea como fuere, aunque la normativa no dé a Grifols la manga ancha que quisiera a la hora de compensar a los voluntarios, sí que le permitirá por lo menos sufragarles los gastos. De este modo, la normativa beneficiará de forma importante al modelo de negocio de Grifols, que depende del plasma, porque es la base de la creación de sus medicamentos. La propia empresa declara al ARA que, pese a encontrar la ley "insuficiente", "valora muy positivamente" la inclusión de las compensaciones en la legislación europea y considera que facilitará la extracción de plasma en Europa.
Negociaciones con los estados miembros
Sin embargo, la votación de este martes no es definitiva: la Eurocámara todavía tendrá que negociar la normativa con el Consejo, que está formado por los estados miembros. Alemania, Austria, República Checa y Hungría, que son los únicos estados que permiten la extracción de plasma privada de la Unión Europea, y los que se quieran sumar, intentarán conseguir que la nueva ley no ponga en riesgo su modelo y, por tanto, presionarán para sacar los conceptos neutralidad financiera y gastos cuantificables de la ley para dar más margen a las farmacéuticas a la hora de calcular por qué motivos y cantidad pagan a los donantes.
De momento, los estados miembros aún no han acordado una posición común para empezar a negociar la normativa con el Parlamento Europeo. Se prevé que durante el próximo mes lleguen a un consenso entre capitales e inicien ya oficialmente las conversaciones con los eurodiputados, porque deberían llegar a un acuerdo definitivo no más tarde de febrero o marzo para que se vote definitivamente en la Eurocámara en abril, antes de que acabe la legislatura y se corra el riesgo de que cambien los europarlamentarios negociadores y los que han impulsado la iniciativa.
A partir de ahí, los Estados miembros tendrán que escoger si aplican una especie de tarifa plana y compensan siempre con la misma cantidad por donación, si devuelven el dinero —con un máximo— de los tickets que presenten los donantes en transporte o dietas, o si benefician a los voluntarios con incentivos fiscales o reducción del horario laboral. También tendrán margen para incluir algunas excepciones, como algunos casos en los que el gasto del transporte sea muy elevado, u optar por una mezcla entre las diferentes opciones.
Grifols pone de ejemplo el sistema privado de Alemania, Austria, República Checa y Hungría y asegura que son los únicos estados del bloque comunitario que "han alcanzado sólidos niveles de autosuficiencia" de plasma. Sin embargo, también es verdad que se permiten remuneraciones elevadas en las que a menudo los voluntarios salen ganando, lo que hace que extranjeros se desplacen solo para hacer donaciones. En este sentido, la Eurocámara quiere apostar por potenciar las campañas de concienciación y de donación de plasma, tal y como se hace con la sangre, y acercarse a la autosuficiencia. Sin embargo, en estos momentos la UE importa el 40% del plasma que necesita, principalmente de Estados Unidos.
Grifols hace lobby en Bruselas
Hace tiempo que empresas como Grifols y CSL (la líder mundial del sector) y la patronal Asociación Terapéutica de Proteínas de Plasma (PPTA, por sus siglas en inglés) intentan influir en eurodiputados y diplomáticos de los estados miembros. Según ha podido saber el ARA, trabajadores de la compañía catalana se han reunido al menos dos veces de forma individual con eurodiputados y asistentes parlamentarios del Comité de Salud Pública de la Eurocámara, mientras que CSL lo ha hecho una vez.
Los dos gigantes farmacéuticos, tanto el catalán como el estadounidense CSL, también se han encontrado por lo menos una vez de forma conjunta a través de la patronal PPTA. "No han ejercido ningún tipo de presión desmedida, es el procedimiento normal en estos procesos legislativos y siempre han sido muy cordiales. Nos reunimos con todo el mundo, incluso si ya sabemos que tienen una opinión opuesta a la nuestra", asegura otra fuente parlamentaria.
El Parlamento Europeo ha dado su visto bueno definitivo (616 votos favorables, 9 en contra y seis abstenciones) a extender la creación de etiquetas de denominaciones de origen (DO), como ya ocurre con alimentos típicos de regiones europeas, a artículos artesanales o industriales, como podrían ser la alpargata catalana, la cerámica de la Bisbal o, entre otros, la piel de Igualada.
El objetivo de la iniciativa es potenciar la venta y exportación de estos productos de alto valor añadido y evitar que proliferen falsas imitaciones o que se acaben importando de países terceros. De hecho, este sello ya existe para proteger productos agroalimentarios, y diferentes alimentos producidos en los Països Catalans lo han obtenido, como el queso de Maó, la chufa de Valencia, las judías de Santa Pau, el aceite del Empordà o la pera de Lleida.