Laboral

Fijos discontinuos, la nueva vida de los antiguos temporales

Esta modalidad de contrato se ha multiplicado por 12 respecto al año pasado hasta agosto

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Una camarera en Plaza Real de Barcelona

BarcelonaLuis entró en la empresa de transporte donde trabaja con un contrato temporal. Pero cuando en febrero pasado se aprobó la nueva reforma laboral, que ponía límites al uso generalizado de esta modalidad, la compañía le ofreció pasar a ser fijo discontinuo. "Es un negocio muy cíclico que tiene momentos de muy poca actividad", explica al ARA. El balance que hace de estas nuevas condiciones es que cuenta con dos meses sin trabajo –en los que cobra el paro– y que el dinero de menos que gana en estos periodos lo compensa con más tiempo para irse de vacaciones y estudiar. No obstante, reconoce que la situación no es tan fácil para algunos de sus compañeros, mayores que él y con hijos, que preferirían la estabilidad de un contrato fijo a jornada completa. "Yo venía de otros trabajos en los que no tenía ni dos semanas de vacaciones. Ser fijo discontinuo también tiene sus ventajas, al menos tienes garantizada la plaza y te tienen que despedir con mejores condiciones que cuando era temporal", defiende Luis. La empresa, de hecho, le ha prometido que lo hará indefinido a tiempo completo en "cuatro o cinco años".

El número de contratos fijos discontinuos ha vivido una explosión desde que la reforma laboral los empezó a impulsar a principios de año. Entre enero y agosto, se firmaron casi 1,4 millones, una cifra que multiplica por 12 los 113.682 que se habían firmado en el mismo periodo de 2021, según los datos del Servicio Público de Ocupación Estatal (SEPE) recogidos por la agencia Efe. Solo durante el mes de agosto se crearon 170.047 contratos en esta modalidad, muy por encima de los 16.717 que se registraron al cierre del año pasado y de los 14.969 de agosto de 2021. De los 12,5 millones de contratos que se firmaron en los primeros ocho meses del año, 4,5 millones fueron indefinidos y cerca de 8 millones fueron temporales. Es decir, más de un tercio de los nuevos contratos fueron fijos. Hasta la entrada en vigor de la reforma laboral, solo uno de cada diez contratos eran indefinidos.

Hay que recordar, sin embargo, que aunque la modalidad de los fijos discontinuos ha ganado adeptos entre las empresas ante los últimos cambios legislativos, todavía son una opción minoritaria en comparación con otras tipologías. Del total de contratos, 7,3 millones fueron a tiempo completo, 3,7 millones a tiempo parcial y 1,4 fijos discontinuos. La mayoría de estos nuevos indefinidos eran hasta ahora contratos por circunstancias de la producción o por obra y servicio, que se han tenido que convertir una vez agotado el periodo de gracia concedido por el ejecutivo español.

El perfil de este contrato

El retrato robot de los fijos discontinuos que se han firmado este 2022 en el Estado es el de un hombre de 20 a 24 años y que cuenta con un nivel de estudios al menos hasta la secundaria. Precisamente, uno de los sectores de la economía que ha admitido haber hecho uso de esta modalidad de contratos desde la aprobación de la nueva reforma laboral es la hostelería. Los empresarios aducen que negocios como los restaurantes o los hoteles requieren más trabajadores en los meses de la temporada alta y que su estructura de costes no les permite mantenerlos en plantilla durante todo el año. Este año también se ha contratado a más empleados jóvenes, que, en algunos casos, aprovechan que la modalidad de fijo discontinuo les facilita seguir cursando los estudios cuando no trabajan y recuperar el puesto de trabajo cuando los vuelven a llamar.

El objetivo del gobierno español es "seguir con este viaje saludable hacia la estabilidad en la ocupación", según insistió el secretario de estado de Ocupación, Joaquín Pérez Rey, durante la última valoración de los datos del paro y la contratación. Esta conversión de contratos temporales en indefinidos, sin embargo, también pasa por la Inspección de Trabajo y el control sobre las empresas para evitar que se haga un uso irregular de las diferentes tipologías. Los sindicatos ya han advertido de que muchas empresas han sustituido la temporalidad por parcialidad, hecho que puede conducir a la situación que avanzaba el testimonio de Luis: empleados que aceptan contratos como fijo discontinuo porque no encuentran otra alternativa en el mercado de trabajo, pero que preferirían trabajar a tiempo completo sin estar unos meses parados.

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