La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha avanzado que España no financiará nuevas centrales nucleares ni nuevas infraestructuras de gas aunque las dos energías se consideren verdes en la regulación europea, después de la decisión de la Comisión. Ribera ha calificado de error mezclar bajo una misma etiqueta energías que pueden contribuir a la descarbonización —como la nuclear y el gas— con las que son "netamente favorecedoras de la descarbonización sin riesgos". Ribera ha sostenido que la intención del gobierno es mantener "un estándar más elevado" y ha anunciado que estudia si hay que presentar un recurso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra la decisión de la Comisión, adoptada en contra del criterio del Consejo. "Requiere un análisis jurídico. Políticamente lo tenemos perfectamente claro, y desde el punto de vista del entendimiento, de las señales que se dan, creemos que es un error", ha añadido.
La Generalitat no se opondrá al parque eólico marino de Roses
La ministra para la Transición Ecológica asegura que el Principado lleva una década de atraso en energías limpias
BarcelonaLa consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, ha admitido este viernes que el parque eólico marino Tramuntana, de 500 MW, ante la costa de Roses, puede jugar "un papel importante" en la descarbonización de Catalunya, a pesar de que ha recordado que la instalación no depende de la Generalitat, sino del gobierno español, porque tiene más de 50 MW y es en aguas exteriores. Jordà ha insistido que el Govern velará por que las cosas "se hagan con rigor y bien", protegiendo el caladero pesquero y las aves de la zona, y con una línea de evacuación de la energía sepultada.
La consellera ha asegurado que los promotores del parque Tramuntana están "modulando" el proyecto según las propuestas que ha hecho la Generalitat. "Muchas de las demandas, por no decir todas, las están cumpliendo", ha afirmado en una rueda de prensa.
Jordà ha presentado la prospectiva energética de Catalunya 2050 (Proencat), que apuesta por la electrificación y la eficiencia energética. Según el Proencat, el proceso de electrificación de la economía elevará el peso de la electricidad sobre el consumo energético en Catalunya a un 34% en 2030 y a un 76% en 2050. Para cumplir los objetivos de descarbonización, un eje prioritario será la eficiencia, ha indicado la directora del Institut Català de l'Energia (Icaen), Marta Morera, que tendría que permitir reducir el consumo eléctrico un 2,9% en 2030, un 18,9% en 2040 y un 30,3% en 2050. La reducción de la intensidad energética tendría que permitir que en 2050 hiciese falta la mitad de energía que ahora para producir un mismo producto o dar un mismo servicio, ha apuntado Morera.
A pesar de todo, haría falta un importante impulso de las renovables, sobre todo a partir del 2040, cuando ya habrán cerrado los tres grupos nucleares que ahora funcionan en Catalunya (Ascó 1, Ascó 2 y Vandellòs 2). Así pues, el Proencat prevé tener 12 gigawatts (GW) de potencia instalada en renovables en 2030 (5 GW de eólica y 7 de fotovoltaica), para llegar a los 62 GW en 2050 (poco más de 26 de eólicos y algo más de 33 de fotovoltaica).
Más allá de la instalación de potencia renovable, el Proencat pone de manifiesto la importancia de implantar un sistema de almacenamiento de electricidad a cuatro niveles –consumidor individual, comunidades locales, usuarios asociados a redes de distribución y transporte y grandes sistemas singulares– y trabajar en el desarrollo de baterías y otras energías como el hidrógeno verde, los biocombustibles y los biomateriales avanzados.
Las instalaciones de renovables en 2050, según los datos de la conselleria, ocuparían un 2,5% del territorio catalán, sin contar las que se hagan en tejados. Una afectación muy inferior al 17% del territorio que calculaba la Cambra de Comerç de Barcelona en un informe reciente. Pero, para que esto sea posible, además de fomentar el autoconsumo con placas fotovoltaicas en los tejados de los edificios, también harán falta 1.000 MW de eólica marina. El proyecto Tramuntana de Roses, por lo tanto, cubriría la mitad de las necesidades de estas instalaciones offshore.
Si los objetivos del plan se cumplen, la dependencia energética del exterior pasará del 94,2% al 6,7% en 2050. "Así se mitigarán los efectos de los conflictos geoestratégicos relacionados con la energía, cada vez más frecuentes y más intensos", señala el Govern.
Críticas del Estado
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha dicho que Catalunya va "muy tarde" en el despliegue de energías renovables y ha celebrado la propuesta de construir un parque eólico marino en la Costa Brava. En declaraciones a Radio 4, Ribera ha asegurado que la presencia media de renovables en toda España es casi del 40%, mientras que en Catalunya se mueve en el 13%: "Ha perdido una década. Creo que puede perder un tren muy significativo desde el punto de vista de la innovación y el empleo".
Sobre el parque Tramuntana, ha dicho que el gobierno español desarrollará una ordenación urbanística del espacio marino, que después sacará a concurso para seleccionar los proyectos con "propuestas más solventes", y que mantienen conversaciones con Francia para llegar a consensos sobre las zonas limítrofes. Sin embargo, ha detallado que hay cuestiones técnicas complejas que hay que resolver sobre este parque —como las líneas de evacuación—, por lo cual no estará terminado hasta dentro de "unos años". Mientras tanto hay que apostar, cree, por instalaciones de renovables en tierra firme.