Cambio climático

Ikea 'descubre' el Sena para hacer entregas a domicilio en París

Las multinacionales buscan nuevas formas de reparto más ecológicas en Francia

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Una imagen de archivo del río Sena atravesando Paris

ParísParís es una de las ciudades europeas con más atascos de tráfico y se encuentra entre los primeros lugares del ranking de las que tienen el aire más contaminado. Las multinacionales que hacen repartos de paquetes a casa de los clientes, como Ikea, Amazon y Decathlon –por poner solo algunos ejemplos–, se encuentran con grandes problemas para poder hacer las entregas: calles estrechas donde es imposible aparcar en segunda fila, horas punta en las que se tarda horas para hacer pocos kilómetros y, sobre todo, el plan para prohibir la circulación en París y en su área metropolitana a los vehículos más contaminados. En 2025 ya no podrán circular coches diésel fabricados antes del 2011 o de gasolina de antes del 2006.

La mayoría de empresas se están adaptando a la nueva legislación y a la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases contaminantes con repartos en vehículos eléctricos, pero Ikea ha encontrado una fórmula diferente: a finales de diciembre empezó a repartir en París en barco por el Sena, el río que atraviesa la ciudad. Los barcos cargados con los paquetes que tienen que llegar a casa de los clientes salen de Gennevilliers, un municipio situado en la periferia norte de la capital francesa, por donde también pasa el Sena. En Gennevilliers la multinacional sueca tiene un de sus almacenes logísticos. Desde ahí salen los barcos cargados con contenedores que transportan la mercancía hasta el puerto de Bercy, en el centro de París, donde pequeños camiones eléctricos hacen el último kilómetro para entregar los paquetes.

El recorrido en barco dura cuatro horas, más de lo que tardaría un camión, pero el transporte fluvial es menos contaminante y permite ahorrarse los atascos. "El objetivo es reducir la impronta ecológica. Nos ahorraremos poner en la carretera 12.000 vehículos cada año. Son 300.000 kilómetros menos anuales", explican desde Ikea. Según la directora de estrategia y de desarrollo de la actividad de Ikea Francia, Emma Recco, las entregas en barco son "una primicia mundial".

Reparto ecológico

La responsable de la compañía destaca que, con este cambio de modelo, Ikea puede hacer frente a un aumento de la demanda de entregas a domicilio "reduciendo el impacto ambiental de las operaciones". Con el reparto fluvial, la compañía sueca libra 455 pedidos al día de media. Para algunos distritos del noroeste de la capital, más cercanos a Gennevilliers, mantiene el reparto tradicional. El objetivo de Ikea Francia es que en 2025 el 100% de las entregas tengan cero emisiones de gases contaminantes.

El Ayuntamiento de París ha aplaudido la iniciativa y está impulsando una campaña para que otras empresas sigan su ejemplo. Por ahora, el uso del río para hacer repartos es testimonial y se limita a Ikea y algunas empresas más, como la cadena de supermercados Franprix, que desde 2012 aprovisiona a sus 300 supermercados en París por vía fluvial. La generalización del uso del río por parte de las empresas permitiría descongestionar el tráfico de la ciudad, contaminar menos y sacar más provecho del potencial que tiene el Sena para las mercancías.

Necesidad de desarrollar el transporte fluvial

"París se ha construido gracias y alrededor del Sena. En el corazón de la ciudad, el río nos permite poner en marcha un transporte bajo en emisiones y poco ruidoso, que sustituye a decenas de camiones", subraya el adjunto a la alcaldesa de París encargado del Sena, Pierre Rabadan. En este sentido, Rabadan destaca que "desarrollar el transporte fluvial no es una opción, sino una necesidad para la ciudad".

Actualmente la mayoría de los barcos que navegan por el Sena son turísticos –como los históricos Bateau-Mouche o los Batobus– pero el consistorio tiene planes más ambiciosos para el río. A corto plazo tiene previsto impulsar de cara a los Juegos Olímpicos del 2024 embarcaciones que funcionarán como transporte público, sobre todo para hacer el trayecto desde las afueras de París hasta el centro.

Experimento en bici

Ikea también ha puesto en marcha una prueba piloto en los Países Bajos para hacer reparto a domicilio de paquetes pequeños con bicicletas-cargo eléctricas y solares que disponen de una autonomía de 100 kilómetros y capacidad para 150 kg de paquetes. Ante el éxito de la prueba, pronto extenderá la medida a otros países. De hecho, ya hace años que en París las multinacionales y las empresas francesas buscan fórmulas para entregar sus productos sin contaminar y se han generalizado los repartos con bicicletas-cargo y camiones eléctricos. Amazon, por ejemplo, hace dos de cada tres entregas a la ciudad con vehículos que no contaminan: bicicletas, camiones eléctricos e incluso repartidores a pie. Como Ikea, Amazon también se ha fijado como objetivo que su servicio de entrega a domicilio esté libre de gases contaminantes en 2040 en Francia.

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