Inmobiliario

La alerta de una inmobiliaria catalana a quienes buscan un alquiler: "Irán mal datos durante años"

Amat Immobiliaris encadena tres trimestres consecutivos con la oferta de arrendamientos en mínimos históricos

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Imma Amat y Guifré Homedes, de Amat Inmobiliarios.

Barcelona"Para la gente que quiera incorporarse al mercado de alquiler irán mal dados durante años". Es la última alerta de Amat Immobiliaris sobre la caída de la oferta de arrendamientos. Esta compañía familiar, que encadena tres trimestres consecutivos en mínimos históricos de oferta en más de 75 años, hace tiempo que señala el problema y advierte que existe un colectivo especialmente afectado: los que buscan un alquiler.

En concreto, el número de contratos de alquiler gestionados por Amat han disminuido un 25% en 2023, y más del 35% en dos años, lo que junto con la fuerte demanda para acceder al mercado, traslada la presión a quienes quieren entrar. De todas las viviendas que la inmobiliaria ha alquilado durante el 2023, el 15% se ha hecho sin llegar a publicarse en ninguna parte, sino a través de listas de espera.

Este desequilibrio ha tenido sus efectos sobre los precios, sobre todo en la ciudad de Barcelona, ​​con incrementos muy elevados del valor que se paga por el metro cuadrado cada mes en distritos como Les Corts (35%), Sant Martí (31%) y Gràcia (14%). "Hace 10 años el 24% de nuestros contratos estaba por encima de los 1.000 euros, ahora son el 75%", explica el director general de Amat Immobiliaris, Guifré Homedes. La compañía gestiona 2.500 pisos de alquiler entre Barcelona, ​​Sant Cugat, Sant Just Desvern y cercanías.

Menos compras y rotación

Esta caída en la oferta de alquileres disponibles se explica por la creciente dificultad para comprar una vivienda –los precios son altos y el crédito hipotecario es caro–, lo que hace que la gente esté alquilando por más tiempo y disminuye la facturación dentro del mismo mercado de alquiler. En su caso, esa rotación ha pasado del 14% al 7%.

Homedes ha explicado que el cambio a otras modalidades de alquiler, como el de temporada, ha sido anecdótico y ha situado el problema en los inmuebles que pasan a la venta y que nunca más vuelven al mercado de alquiler. De hecho, Amat Immobiliaris vende el doble de pisos de los que venía antes del 2020. "Cuando se vende generalmente no lo compra un inversor, sino una familia, y desaparece del mercado de alquiler", añade.

Por el camino la demanda de alquiler también ha cambiado: antes los menores de 40 años eran más, había menos demanda extranjera. "Ahora es más variada: familias, jóvenes, extranjeros... El mercado antes era único y ahora se está dividiendo por tipos", ha explicado Homedes.

La ley y el índice de precios

También ha criticado la ley de vivienda estatal por considerar que tendrá poco impacto en el acceso a la vivienda. "Sólo para la poca gente que pueda alquilar y para los que ya estén de alquiler. Excluirá a los más vulnerables ya todo el mundo que esté fuera del estándar", ha dicho. Además, lamentó que haya que publicitar el índice catalán y calcular la renta según el índice estatal y que no sean coincidentes.

En el ámbito energético Homedes también ha advertido de que en un contexto regulador "tan cambiante" el propietario no tiene incentivos para mejorar su parque inmobiliario, lo que impacta en la calificación energética de la vivienda.

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