Bajan los precios pero cae en picado la oferta de alquiler después del tope
Las rentas descienden un 5,2% en Barcelona y un 5% en las zonas tensionadas en comparación con el trimestre anterior
BarcelonaEl precio del alquiler, tanto en Barcelona como en el conjunto de Cataluña y especialmente en las zonas más tensionadas, se ha contenido finalmente. Lo ha hecho con un descenso respecto al trimestre anterior, según los datos de las fianzas depositadas en el Incasol de los nuevos alquileres publicadas este martes. Pero mientras las rentas quedan por debajo de su techo histórico, el caso es que el número de contratos de alquiler firmados ha sufrido una caída en picado: cada vez se alquilan menos pisos.
Así se desprende de los datos del Incasol. El precio de media en Barcelona se situó en el segundo trimestre de este año en 1.131,75 euros mensuales, cuando el primer trimestre era de 1.193,41 euros, mientras que en el conjunto de Cataluña la renta media en el segundo trimestre estaba en 822 ,97 euros y en el primer trimestre era de 868,85 euros. La consejera de Territorio, Sílvia Paneque, ha valorado estos datos tras la reunión del consejo ejecutivo y ha destacado el frenazo de los precios en la ciudad de Barcelona y en los 141 municipios considerados zonas tensionadas. En estos municipios el precio medio se situó en 865,56 euros, un 0,1% más respecto a hace un año y un 5% menos en comparación con el trimestre anterior. En el caso de la ciudad de Barcelona, el aumento es del 0,7% frente a un año atrás, pero un 5,2% menor que el trimestre anterior.
Eso sí, en los municipios tensionados se han formalizado 63.816 contratos entre enero y junio, un 10,7% menos que en el mismo semestre del año pasado. La caída del número de contratos se ha acentuado en el segundo trimestre, cuando se han firmado 24.543 alquileres en estos municipios, un 17,2% menos que en el mismo trimestre del año anterior. En el resto del territorio el descenso fue sólo de un 1,6% del número de contratos.
La consejera Silvia Paneque ya avanzó hace una semana que se produciría ese descenso en los precios del alquiler en Cataluña y lo atribuyó al tope fijado por la Generalitat. Sin embargo, cuando se le preguntó sobre el descenso del número de contratos apuntó que la percepción que tiene el Gobierno es que el mayor descenso en los municipios de áreas tensionadas respecto del resto de municipios "hace pensar que algunos contratos 'han derivado a contratos de otro tipo', en una clara referencia al traspaso de viviendas hacia el alquiler de temporada, un modelo que no queda limitado por la normativa.
Desvío a otros usos
El hecho es que el Sindicato de Alquiladoras no ha dudado en atribuir la caída de la oferta de pisos de alquiler al traspaso masivo al alquiler de temporada, no sometido al tope. "Hay una disminución de los contratos y eso seguramente significa que se están desviando hacia otro uso", ha defendido el portavoz de la organización, Enric Aragonès. "Tenemos claro cuál es: los alquileres de temporada y habitaciones". Aragonés lamentó esta "brecha" y pidió a los diferentes gobiernos que "se pongan las pilas" y lo regulen "de forma inmediata". Después de que el Congreso de los Diputados lo tumbara hace unas semanas con los votos en contra del PP, Vox y Junts, Aragonès aseguró que la Generalitat "tiene las herramientas" para encontrar una solución "de forma muy rápida".
Aragonès ha pedido "aprovechar al máximo" las competencias en materia de vivienda desde Catalunya para regular un tipo de alquiler que consideran un "fraude". "Es un vacío legal, son contratos basura que ya avisamos de que servirían para esquivar la regulación de precios", ha subrayado en declaraciones a los medios de comunicación.
Catalunya es la única comunidad que hasta ahora, acogiéndose a la nueva ley estatal, ha puesto un tope al precio del alquiler. El gobierno del PSOE no ha dudado en apuntarse el punto y ha sacado pecho de esa reforma. Fuentes del ministerio de la Vivienda destacaron que con la ley impulsada por el actual gobierno español se sigue "evitando la escalada de los precios y los movimientos especulativos en el alquiler" para que se pongan a disposición de las comunidades las herramientas necesarias.
De hecho, el ministerio ha explicado que mañana se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una resolución ministerial con las 131 nuevas zonas tensionadas que pide el Govern de la Generalitat. Fuentes del ministerio han valorado positivamente la bajada de los precios en Catalunya y la ruptura de la tendencia de once trimestres al alza.
Críticas de los propietarios
No lo ven igual los propietarios, que achacan la bajada de la oferta de alquiler al traspaso de pisos de este mercado al de compraventa. "Las altas y bajas de contratos muestran que el mercado de alquiler baja" porque muchos pisos acuden a "la oferta de venta" y eso contradice que pasen al alquiler de temporada, apunta Òscar Gorgues, gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona. El alquiler de temporada, apunta, es más caro para el propietario, que carece de bonificaciones fiscal, indica.
Sobre la bajada de precios, Gorgues indica que debe tenerse en cuenta que los pisos que se alquilan ahora tienen una superficie menor (un 2% menos que hace un año) y los barrios donde baja más el precio son los más caros y medios, lo que también hace caer más los precios de media. Además, indica, en muchos casos antes el alquiler incluía los gastos y ahora no, lo que también derriba el precio medio.
El consejo de ministros ha aprobado el real decreto por el que se regula la concesión directa de subvenciones en materia de vivienda para el ejercicio 2024 y que recoge ayudas por 25,4 millones en Cataluña, la mayoría de las cuales irán a la construcción de vivienda de alquiler asequible en Barcelona y su área, según ha avanzado la portavoz del gobierno español y ministra Pilar Alegría. Todas las viviendas financiadas a través de estas ayudas se enmarcan en el Plan de Vivienda de Alquiler Asequible del gobierno. Son dos las entidades beneficiarias de estas ayudas: el Ayuntamiento de Barcelona (20 millones) y el Área Metropolitana de Barcelona (5,39 millones), según indicó el ministerio de Vivienda.