Precios

El banco central de EE.UU. avisa que reducir la inflación causará "dolor a familias y empresas"

El consejo del BCE se plantea aumentar los tipos más de lo previsto en septiembre

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Jerome Powell y su esposa, Elissa Leonard, este jueves en el parque nacional de Grand Teton, donde tiene lugar el encuentro de Jackson Hole.

BarcelonaLos bancos centrales endurecen el discurso contra la inflación. Algunos miembros del consejo del Banco Central Europeo se plantean un nuevo aumento de los tipos de interés todavía más alto que el aprobado en julio, mientras que el presidente de la Reserva Federal (Fed, el banco central de Estados Unidos), Jerome Powell, ha anunciado este martes que la institución incrementará los esfuerzos para reducir la escalada de precios, a pesar de admitir que las medidas podrían "causar dolor a las familias y las empresas" del país.

Durante el encuentro anual de banqueros centrales en Jackson Hole, en Estados Unidos, Powell ha recordado que el aumento de la inflación castiga más a las familias con pocos recursos, puesto que destinan una proporción mayor de su renta a bienes de consumo. Es por eso, ha dicho, que hace falta que la Reserva Federal actúe cuanto antes mejor para frenar las escaladas de precios.

En este sentido, ha anunciado que en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por las siglas en inglés, el órgano interno que marca la política monetaria de la Fed) de septiembre se podría aprobar "un nuevo incremento inusualmente alto" de los tipos, similar o superior a los de junio y julio. Aun así, la decisión final dependerá de "los próximos datos" macroeconómicos.

Por su parte, el BCE también ha insinuado más medidas para combatir las subidas de precios. "No apoyaré necesariamente un incremento de 0,75 puntos porcentuales, pero no hay ninguna razón por la cual no se tendría que discutir", ha declarado en Reuters una miembro del BCE que se ha mantenido en el anonimato [100 puntos básicos son un punto porcentual]. "Si la Fed lo hizo, no hay ninguna razón por la que no lo tendríamos que poner como mínimo encima de la mesa", ha insistido.

Peligro de estancamiento de la actividad

En sus dos últimas reuniones, en junio y en julio, la Reserva Federal incrementó los tipos de interés básicos en 0,75 puntos porcentuales cada vez, lo que situó el tipo en la franja entre el 2,25% y el 2,5%. También en julio, el BCE aprobó la primera subida de tipos desde 2011, del 0% (mínimo histórico) hasta el 0,5%, un aumento del doble de lo anunciado unas semanas antes por Christine Lagarde, presidenta del organismo.

Las subidas de tipos de interés son una de las herramientas principales de los bancos centrales para rebajar el encarecimiento del coste de la vida de las familias. Los tipos son los intereses que pagan los bancos comerciales a los bancos centrales para cogerles dinero, por lo que un incremento supone que las entidades financieras tienen más dificultades para acceder a fondo del banco central. En consecuencia, los bancos tienen menos liquidez para prestar a sus clientes y les tienen que cobrar intereses más altos para no perder dinero. Esto frena el consumo y la inversión de ciudadanos y empresas, puesto que les endurece el acceso al crédito.

El encarecimiento del crédito por medio de un aumento de los tipos tiene contrapartidas, la principal de las cuales es un frenazo de la economía que puede acabar derivando en una recesión, un hecho que también impacta directamente en las familias trabajadoras, puesto que en periodos de retardo se destruyen puestos de trabajo. De hecho, la economía norteamericana ya entró en recesión técnica el segundo trimestre de este año, pero, aun así, el mercado laboral ha seguido creciendo a un ritmo inusualmente alto, con medio millón de nuevos trabajos al mes. La combinación de inflación y estancamiento económico –estanflación, en argot técnico– es una de los miedos de algunos miembros de los bancos centrales.

Aun así, la buena marcha de la ocupación en EE.UU. permite a Powell endurecer el discurso, a pesar de que ha admitido que las medidas que preparan "podrían causar dolor a familias y empresas" con un retardo del consumo y la destrucción de puestos de trabajo. "Es el coste desafortunado" de las políticas de la Fed, ha dicho, pero lo ha justificado porque, si el banco central no actúa rápidamente, "el dolor será más fuerte" por culpa del crecimiento de precios.

Diferencias entre EE.UU. y la zona euro

Precisamente sobre el mercado laboral, Powell ha indicado que se encuentra "fuera del equilibrio", puesto que hay sectores de la economía que tienen problemas para encontrar mano de obra y se ha producido un incremento salarial en comparación con los años previos a la pandemia. Además, el consumo se retomó con rapidez gracias a las generosas ayudas a empresas y familias aprobadas por el gobierno federal, más amplias que las implementadas en la Unión Europea. Así pues, se da la situación de que "la inflación actual en EE.UU. es el producto de una fuerte demanda y de una oferta limitada", según el presidente de la Fed.

Esta fuerte demanda de productos, salarios elevados y escasez de bienes contrasta con la situación en Europa, donde la inflación se debe sobre todo al encarecimiento de la energía a raíz de la invasión rusa de Ucrania y la actividad se ha recuperado mucho más lentamente. La recuperación más lenta ha forzado al BCE a ser menos agresivo que la Reserva Federal.

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