España, líder en crecimiento entre las grandes economías en 2023
El Banco de España mantiene la previsión de crecimiento en un 2,3% en 2023, pero advierte de un "debilitamiento" y rebaja el PIB de 2024
Madrid / ParísLa economía española fue de las que más cayeron en 2020, el primer año de pandemia, y el motivo principal era el peso que hostelería y turismo tenían sobre el PIB. Tres años después, y con la pandemia fuera de juego, es justamente al revés. El producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica) está mostrando mucho más dinamismo en España que en otros países de la zona euro, como es el caso de Alemania. "La fortaleza de la actividad en España estaría relacionada, en parte, con el peso que tienen los servicios vinculados a la hostelería y el turismo", resume el Banco de España en un nuevo informe publicado este martes.
Este escenario es el que ha llevado al organismo que dirige Pablo Hernández de Cos a mantener para este 2023 una previsión de crecimiento de la economía de un 2,3%, mientras que de cara al 2024 lo rebaja a un 1 ,8% (0,4 décimas porcentuales menos que las últimas previsiones de junio). En 2025 el crecimiento del PIB sería casi plano, de un 2%, ha anticipado este martes el ente.
Las previsiones del Banco de España han coincidido con las de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que revisa al alza el crecimiento que había previsto inicialmente: un 2,3% del PIB, coincidiendo con el organismo supervisor. En este caso, son dos décimas más que en su última previsión. Es una cifra que está por encima incluso de las previsiones del gobierno español y de la Comisión Europea. De hecho, la previsión de crecimiento de la actividad económica española que realiza la OCDE es la mayor de los países desarrollados.
Ninguna de las economías mundiales de los países ricos crezca este año por encima del PIB español, según las proyecciones de la OCDE. Sólo se acerca Estados Unidos (2,2%). El organismo que agrupa a las economías más desarrolladas ya advirtió en su informe de finales de agosto, que recogía los datos del segundo trimestre del año, una desaceleración de la actividad económica mundial, que este año crecerá sólo un 3 %, lastrada por la zona euro. Con estos datos en mano, la OCDE retoca ahora las previsiones para este año y para 2024 y certifica el freno del crecimiento económico global, pero especialmente de las grandes economías de la eurozona. "Después de un inicio de 2023 más fuerte de lo esperado, ayudado por unos precios de la energía más bajos y la reapertura de China, se espera que el crecimiento mundial se modere", apunta el organismo.
Las nuevas previsiones revisan a la baja el crecimiento de dos de las grandes economías europeas, Alemania e Italia, grandes responsables de la desaceleración de la zona euro prevista para este año. Para la locomotora comunitaria, la OCDE había previsto inicialmente un crecimiento nulo del PIB (0%) para 2023, pero tras los malos resultados de los dos primeros trimestres calcula ahora un retroceso del PIB (-0,2%), que se recuperaría ligeramente en 2024 (0,9%). Para este año, la OCDE prevé para Italia un aumento de la actividad económica muy escaso, del 0,8%, cuatro décimas menos de lo proyectado hace unos meses. La otra gran economía del euro, Francia, crecerá este año un 1%.
"El sector que peor se ha comportado [ante la crisis energética y de precios] son las manufacturas, que en la economía española pesan menos que en Alemania. Además, incluso la industria electrointensiva se ha comportado mejor en España que en Alemania o en el conjunto de la Unión Europea", destacan en el Banco de España. Desde el ente recuerdan que España tiene una menor exposición en China, aunque advierten de un impacto "indirecto". "Dependemos de Alemania, que sí está expuesta en China", recuerdan desde el organismo.
Desacceleración a final de año
Pese a la buena nota que saca a España, la situación de sus vecinos no le será ajena y se espera una desaceleración (que ya se ha empezado a constatar) durante los dos últimos trimestres del año (de julio a diciembre). De hecho, el Banco de España cree que el impulso del primer semestre generará un "efecto de arrastre" y compensará el debilitamiento esperado en la última parte del año.
En concreto, el Banco de España sitúa el crecimiento del PIB del tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) en un 0,3% (una décima menos que en el segundo trimestre). Un debilitamiento en la afiliación a la Seguridad Social, menor inversión de las empresas manufactureras y un debilitamiento en la facturación explican esta desaceleración, según constata el Banco de España. También una ralentización de la actividad global, como señala la OCDE, sobre todo de países como China y el conjunto del área euro, y el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo. Precisamente, aunque de cara a 2024 se espera que la actividad económica recupere "vigor", será entonces cuando habrá una traslación total de la subida de los tipos de interés.
Repunte de los precios del petróleo
La inflación sigue este año la tendencia a la baja en muchas de las grandes economías mundiales, y bajará aún más en el 2024, pero la OCDE advierte que seguirá por encima de la mayoría de objetivos de los bancos centrales, que se sitúan cerca del 2 %. La organización internacional sitúa para España una inflación general del 3,5% en 2023, por debajo de la de la eurozona (5,5%), y de un 3,4% en 2024.
Se trata de cifras mucho más optimistas que las del Banco de España, que, si bien constata un descenso progresivo de la inflación, revisa al alza sus previsiones: para este 2023 se situará en el 3,6% (0,4 décimas porcentuales más que en junio), y escala hasta el 4,3% en 2024 (0,7 décimas más).
El motivo de la revisión de este año es el incremento de los precios del petróleo registrado este verano. De cara a 2024, el mercado de futuros muestra también un encarecimiento de la energía y se añade el impacto que pueda tener la prevista retirada de las medidas que hasta ahora están conteniendo la inflación, como es la rebaja del IVA de algunos alimentos. En concreto, el Banco de España prevé que 1,5 puntos porcentuales de la inflación media de 2024 sean por la retirada de las medidas.
De hecho, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos sitúa a mediados del 2024 el pico inflacionista, cerca de cotas del 5%, por la energía y el efecto base, pero remarca que "los alimentos y la inflación subyacente mantendrán la su senda paulatina de desaceleración".