La crisis de precios

Así se han traducido los aumentos de los costes de producción en los precios finales

La energía y la alimentación, los sectores que más aumentan el precio de venta al consumidor

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Imagen de archivo de una gasolinera de Barcelona.

BarcelonaDesde que a mitad de 2021 se empezaron a notar problemas de suministro de las materias primas, situación que se agravó más tarde por la invasión rusa de Ucrania, éstas empezaron a aumentar exponencialmente de precio, sobre todo la energía (gas y petróleo ). Esto se tradujo en grandes aumentos en los costes de producción de las empresas, sobre todo para las más intensivas en energía y las del sector industrial.

Si bien esto no es nuevo y desde los medios de comunicación hace muchos meses que se explica, este lunes el Banco de España ha publicado un informe en el que estudia cómo han trasladado estos altos costes de producción a los precios finales de venta. La principal conclusión es que, en general, las empresas trasladaron al consumidor gran parte de ese aumento, aunque no completamente.

La energía y la alimentación, en el podio

Desgranando por sectores, se evidencia que quienes aumentaron proporcionalmente más el precio de venta fueron los sectores de la energía y de la refinería, al ser el petróleo y el gas sus materias primas. En estos sectores, el Banco apunta a que los precios de venta crecieron más que sus costes unitarios ajustados durante el período 2021-2022.

También señala alguna excepción: la industria alimentaria y la textil también habrían experimentado incrementos sustanciales de sus costes de producción unitarios en 2022, a pesar de no figurar entre aquellas en las que los gastos de energía tienen un peso más elevado en los costes . Según la institución, esto demostraría que estos sectores utilizan otras materias cuyos precios también habrían aumentado notablemente, en parte a consecuencia del encarecimiento de la energía, presionando significativamente al alza los costes de producción.

Por otra parte, sin embargo, la institución destaca "el sector del transporte y almacenamiento, en el que, aunque los costes energéticos son relevantes, no sólo no se habría registrado un aumento de los costes unitarios, sino que incluso se habrían reducido ligeramente entre 2021 y 2022". Considera que la explicación podría ser "la fuerte recuperación de la demanda experimentada en 2022 en ambos sectores tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad para frenar la pandemia, que habría presionado sobre los precios de venta".

Por último, pero , el Banco apunta que, aunque el aumento del coste tiene un impacto positivo sobre los precios de venta, su impacto sobre el volumen real de ventas es negativo, puesto que el aumento del precio final acaba frenando la demanda.

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