Meloni imita al gobierno español con un impuesto a los beneficios de la banca
La medida desploma las entidades europeas en las bolsas
RomaEl gobierno italiano, liderado por la ultraderecha de Giorgia Meloni, ha anunciado por sorpresa la introducción de un impuesto a la banca que grava hasta un 40% los beneficios extraordinarios que contabilicen las entidades transalpinas durante los ejercicios 2022 y 2023. El ejecutivo de Roma ha aprobado la medida este lunes por la noche y espera recaudar en torno a unos 2.000 millones de euros, que se destinarán a financiar una rebaja fiscal y a ayudar a los ciudadanos a pagar los gastos de las hipotecas, que se han incrementado por la subida de los tipos de interés.
"Sólo hay que ver los beneficios de los bancos en el primer semestre para darse cuenta de que no estamos hablando de unos pocos millones, sino de miles de millones", ha defendido el vicepresidente del gobierno italiano y ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini, durante la rueda de prensa posterior al consejo de ministros de este lunes. "Es una norma de sentido común para apoyar a los que se encuentran en dificultades", ha añadido.
El nuevo impuesto forma parte de un paquete más amplio de medidas, que incluye aumentar las licencias de los taxis en la inversión extranjera. En concreto, el nuevo impuesto gravará el 40% del margen de interés neto, es decir, aquellos ingresos que los bancos obtienen por la diferencia entre lo que cobran por un servicio al cliente y lo que se ha pagado antes, tanto en préstamos como depósitos, lo que equivale entre un 2% y un 9% de los beneficios de este ejercicio.
En España, el impuesto especial en la banca aprobado por el gobierno de Pedro Sánchez grava con un 4,8% el margen de intereses neto y las comisiones del negocio en España de las entidades a partir de los 800 millones de euros. En la primera liquidación, del primer trimestre, las entidades pagaron por ese impuesto 1.120 millones de euros.
En Italia el mecanismo no es exactamente igual. Según ha informado el ejecutivo italiano, esta tasa se activará si el margen de intereses registrado en 2022 "supera el valor del ejercicio 2021 en al menos un 3%", un porcentaje que se eleva al 6% si se compara en 2023 con el año anterior. El importe del impuesto extraordinario, en todo caso, no podrá exceder del 25% del valor del patrimonio neto a la fecha de cierre del ejercicio anterior al actual.
El gobierno italiano ha defendido la introducción de este impuesto extraordinario a los beneficios de la banca para hacer frente a la subida de los tipos de interés a consecuencia del endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha supuesto un aumento del coste de la vida para familias y empresas. "No ha habido una subida igual de rápida, diligente y significativa en aquellos consumidores que tienen depósitos en cuentas corrientes", ha denunciado Salvini.
Caída en la bolsa europea
Italia se une así a la decena de países europeos –entre ellos España– que ya cuentan con un impuesto temporal y extraordinario a la banca. En el país transalpino, el Movimiento Cinco Estrellas, que lidera el ex primer ministro Giuseppe Conte, ha sido uno de los partidos más favorables a grabar los beneficios de las entidades bancarias. “Nos critican, nos acusan de demagogia y después no son capaces de admitirlo, pero deben darnos la razón. Más vale tarde que nunca”, celebró este lunes Conte.
La medida, que fue anunciada tras el último consejo de ministros antes de las vacaciones de verano, ha provocado un tsunami en las bolsas europeas. El índice EuroStoxx 50, referente de toda Europa, cayó un 0,3% al inicio de la sesión. Los títulos más perjudicados fueron los de las entidades financieras del país transalpino, que sufrieron fuertes pérdidas durante este martes. Intesa Sanpaolo registró caídas que alcanzaron el 8,5%.
También sufrieron descensos UniCredit, Banca Mediolanum, Mediobanca y Banca Generali, que perdieron entre un 7,5% y un 1,5%. Otros bancos europeos también se han visto afectados, entre ellos los españoles Santander y BBVA, que se han situado entre los peores valores del EuroStoxx, al igual que el francés BNP Paribas. Los tres caían en torno a un 2%.
La medida de Meloni es similar a la que puso en marcha el gobierno español. El ejecutivo de Sánchez anunció a finales del 2022 un impuesto a la banca y también a las energéticas para afrontar el coste de las medidas aprobadas por la guerra en Ucrania y la consiguiente crisis energética y de precios. El impuesto español también es temporal, aunque se abrió la puerta a hacerlo permanente.