Radiografía de la generación sándwich: 60.000 personas, el 4% del PIB y un agotamiento crónico

BarcelonaSe entiende como generación sándwich ese colectivo de personas de mediana edad (40-64 años) que, además de trabajar, se hacen cargo de sus familiares mayores y, a menudo, también de sus hijos, con importantes repercusiones sobre su salud y situación económica. Se trata de una masa de la población a menudo invisibilizada y que la Cámara de Comercio de Barcelona, ​​junto con la cooperativa Suara, ha querido poner de relevancia a través de un estudio que analiza el impacto económico y la proyección a escala social de esta situación.

Según los datos del estudio, presentados este jueves por la directora del Observatorio Mujer, Empresa y Economía de la Cámara, Carme Poveda, el impacto económico de los cuidados informales –es decir, no regulados– en las personas mayores es de 10.105 millones de euros, cifra que representa el 4,1% del PIB catalán y que, en su mayor parte –un 2,7%–, es resultado de las mujeres cuidadoras. Estos datos reflejan una realidad a menudo invisibilizada: los cuidados tienen un rostro mayoritariamente femenino.

De hecho, el estudio estima que en Catalunya hay al menos 151.000 personas que se dedican al cuidado informal de personas de 65 años o más. De éstas, el 40%, aproximadamente 60.000, forman parte de la generación sándwich. Además, el 66% de las cuidadoras son mujeres, que semanalmente destinan 6 horas más a las labores de cuidado que los hombres. Como consecuencia, las mujeres tienen más probabilidades de dejar de trabajar o reducir su jornada laboral, lo que acaba incidiendo en el sesgo de género también en el trabajo o en la posibilidad de prosperar en la carrera profesional. Además, el estudio concluye que el impacto sobre la salud de las mujeres que cuidan es mucho mayor que en los hombres: el 42% están deprimidas, el 64% están cansadas y hasta el 19% están en tratamiento a causa de la situación de cuidadoras.

Impacto económico

"Si tuvieran que pagarse las horas de cuidados a precio de mercado, esto serían 5.811 millones de euros, el 2,2% del PIB de Catalunya y el 6,8% del empleo. En cambio, el sector público gasta 1.400 millones a través de la ley de dependencia", ha apuntado Poveda. Si además tenemos en cuenta los impactos económicos indirectos e inducidos –como farmacia, sanidad o transporte–, los cuidados informales llegan a representar un 4,1% del valor añadido bruto (VAB) catalán, unos 10.000 millones de euros y el 10,9% de la ocupación total.

En términos de empleo, los 411 millones de horas de cuidados informales totales equivaldrían al 6,8% de las horas totales trabajadas en Catalunya. "Estos datos ponen de manifiesto el potencial de los cuidados como fuente de creación de empleo y riqueza", asegura el estudio.

Proyección 2050

Según las proyecciones del Idescat, el peso de la población mayor de 64 años aumentará del 19% en 2022 hasta casi el 30% del total en 2050. Esto implica que la tasa de dependencia pasará del 29,3% en 2022 hasta superar el 50% en 2050, es decir, "habrá dos personas por cada dependiente", apuntó Poveda.

Comparado con otros países, España destina el 1% del PIB al gasto en cuidados de larga duración, muy por debajo de lo que destinan los Países Bajos o Noruega. "Teniendo en cuenta el aumento esperado de población dependiente, de cara a 2050 el gasto público deberá multiplicarse por 2,5 como mínimo, si no por 3 o por 4", ha dicho Poveda.

Con los datos en la mano, la directora de transformación digital de Suara, Àngels Cobo, ha advertido de que es "prioritario y urgente hacer cambios radicales" en la atención a los cuidados que requieren las personas mayores, y ha defendido, al mismo tiempo, que genera oportunidades económicas, sociales y políticas. Reclamó "la socialización y la profesionalización" de los cuidados, aspectos que cree que en Catalunya están retrasados ​​en el ámbito privado y femenino, mientras que cree que son una cuestión social y pública.

Por último, en palabras de la presidenta de honor de la ODEE, Anna Mercadé, "las mujeres sostienen el mundo, y las personas cuidadoras sostienen a la sociedad".