La marca que equipaba el Valencia y perdió al fundador en la DANA, en la cuerda floja

ValenciaLa marca valenciana de ropa deportiva Luanvi se vio forzada a entrar en un concurso de acreedores tras acumular una deuda de más de 11 millones de euros. Hasta llegar a este punto, tuvo que hacer frente a un cambio de su modelo de negocio durante la pandemia, basado en la compra de material en China, y la pérdida en la DANA de su consejero delegado y fundador, Vicente Tarancón. La firma valenciana, reconocida por haber vestido a varios clubs de fútbol de Primera División y equipos de baloncesto, se encuentra en la peor crisis desde su fundación.

Su creación se remonta a diciembre de 1977, cuando los tres hermanos Luis, Antonio y Vicente Tarancón dieron nombre a Luanvi. La marca ganó popularidad a raíz de conseguir la equipación del Valencia Club de Fútbol en la temporada 1993-1994, una relación que duró hasta mayo de 2000, en la final de la Champions League ante el Real Madrid en el estadio de Saint-Denis, en París. Su presencia se extendió en el mundo deportivo hasta llegar a los Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos, siendo esponsor de clubes de élite de fútbol, baloncesto y balonmano. Además, en la ciudad de Valencia fue proveedor textil de las camisetas del maratón que se realiza en la ciudad hasta la llegada de la nueva compañía New Balance.

En la última publicación de cuentas el pasado marzo, la compañía cerró el ejercicio de 2023 con una facturación de 15,5 millones de euros, con unos beneficios netos de 61.206 euros y una deuda de 11,7 millones. En esta memoria, la empresa atribuye sus desajustes económicos a la aparición de la cóvido, así como a la invasión de Ucrania y el conflicto armado en Gaza. Según el informe, las incertidumbres geopolíticas han afectado a la empresa con la subida de los tipos de interés, así como con la volatilidad del precio de las materias primas y los desajustes e incrementos de los costes logísticos, lo que ha hecho insostenible su modelo de negocio.

Problemas de insolvencia

En 2023 la subida de los tipos de interés provocó el incremento de los gastos financieros un 139% respecto a 2022 para Luanvi. Esta vez estorbó su modelo de aprovisionamiento, focalizado en la compra de materias primas en China para reducir el coste en la cadena de suministros. Por ello, en el 2024, las tensiones en cuestión de liquidez aumentaron, haciendo imposible el pago a proveedores, que tuvo que aplazarse.

Ante esta crisis, Luanvi decidió remodelar su cadena de aprovisionamiento, dividiendo su importación de mercancías entre Marruecos y China con el objetivo de acercar el suministro. Para completar la reestructuración de la compañía, buscó un acuerdo con la banca para ganar liquidez y se vendió su nave industrial en Paterna, en l'Horta Nord, por 4,6 millones de euros. Aproximadamente, la mitad de lo ingresado con la venta de la nave se destinó a pagar su deuda, aunque no tuvo éxito para alcanzar un acuerdo con las entidades financieras.

La muerte de Vicente Tarancón

La tragedia de la DANA supuso el golpe final para la inestabilidad de la empresa, que tuvo que afrontar la muerte de su consejero delegado y uno de los fundadores, Vicente Tarancón. Para darle un legado, a finales de enero el poder de la marca pasó a manos de su hijo, Javier Tarancón, que en ese momento se convertiría en director general.

Retirada como esponsor

Si bien Luanvi ha estado años representando equipos de fútbol como Levante, Villarreal o Valencia CF, o siendo una de las marcas más importantes en el baloncesto valenciano, ha perdido muchos apoyos en el último año por culpa de su situación financiera.

En el mes de mayo el equipo de baloncesto valenciano anunció que, después de casi tres décadas llevando la ropa deportiva de Luanvi, la nueva temporada naranja no traerá su logotipo. Del mismo modo, el esperado gran estreno en el nuevo pabellón Roig Arena en Valencia también tendrá lugar sin la presencia de su marca. En el ámbito futbolístico, la Federación de Fútbol del País Valencià también ha dado por finalizada su colaboración con la marca deportiva valenciana, que había sido una de las patrocinadoras de las competiciones organizadas por la Federación durante las dos últimas temporadas.

Aunque para reinventarse y evitar el concurso de acreedores se cambió el nombre por Textil Deportivo Valencia SA, con la intención de crear otra imagen corporativa, los intentos no han sido suficientes y ahora tendrá que enfrentarse a otra etapa en la historia de la empresa.