La receta estética y financiera que ha devuelto Desigual a los beneficios

BarcelonaDesigual confirma su regreso a los beneficios. La firma de moda catalana cerró el 2024 con un beneficio de 313.331 euros, después de haber sufrido unas pérdidas de 61,4 millones durante el ejercicio el anterior, según avanzó este jueves Modaes y confirmó el ARA a través de las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Esta mejora se explica sobre todo por las reestructuraciones, ajustes de costes y provisiones que habían impactado fuertemente sus últimos resultados. En 2022, los beneficios fueron de 3 millones de euros.

La marca fundada por Thomas Meyer ha estado inmersa en los últimos años en un proceso de transformación para reposicionarse y atraer a un público más joven. Este giro ha implicado mucho más gasto en ámbitos como la comunicación –la empresa ha apostado por campañas fuertes con caras conocidas como la actriz Ester Expósito– y la red de tiendas, que ha adelgazado significativamente. Sin embargo, como ya comunicó el grupo en junio, en 2024 Desigual logró una facturación de 332 millones de euros, una reducción del 5,8% respecto a los 352 millones del año anterior.

Además del resultado neto, la compañía logró mejorar su resultado de explotación (ebitda), que pasó de los 58,7 millones negativos de 2023 a 424.191 euros negativos en 2024. Desigual también ajustó otras partidas como los aprovisionamientos o los gastos de personal. "Este año será el tercero consecutivo de crecimiento orgánico", remarcó la firma hace unos meses. El grupo presenta sus cuentas a través de la sociedad Abasic, que consolida los balances de sus filiales en países como España, Reino Unido, Francia, Portugal, Países Bajos, Bélgica, Japón, Singapur, Canadá o Polonia.

Transformación al grupo

Desigual tocó fondo hace diez años, cuando sus ventas empezaron a bajar y el fondo francés Eurazeo acabó saliendo de su capital. Meyer recompró entonces ese 10% para recuperar el control de la marca. La llegada del actual consejero delegado, Alberto Ojinaga, en el 2018, dio paso a una etapa de disciplina financiera y finalmente la empresa de moda parece encaminada a consolidar los números negros. En cuanto al giro en la estética –los llamativos estampados y las combinaciones de tejidos se han matizado para captar a un público más masivo–, el sector atribuye los méritos al actual director artístico global, Jan Rivera.